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Durante su infancia, viviendo bajo un perfecto reinado donde sus abuelos dictaban lo que debía hacer o decir, se había vuelto una costumbre escuchar música clásica. Con violines, voces pacíficas y que de cierta manera lo relajaban, pero también le aburrían.

Cuando llegó a Corea, se prometió a sí mismo que jamás faltaría la buena música en su casa.

Su padre, un hombre al que aún le quedaban rastros de su ignorante crianza de niño rico, se negó en un principio, pero tal y como Chenle supuso, sólo bastó que conociera la libertad y melodías pegajosas para que su hogar se volviese un carnaval. Y sus acciones del pasado estaban dando frutos en la actualidad.

Los grandes parlantes que hacían temblar los vidrios de la casa cada vez que eran encendidos, se encontraban reproduciendo de esas canciones en inglés que Chenle no entendía, pero que le encantaban. El reloj en su mano marcaba aproximadamente las nueve de la noche y los chicos comenzaban a llegar, fue difícil ordenar el lugar y poner las cosas valiosas en un rincón donde no corrieran el peligro de terminar en las manos de unos cuantos borrachos, pero lo logró, aunque su organización siempre haya sido un asco.

If it all goes wrong, darling just hold on! ─cantó con un tono bastante irregular, colgándose de los hombros de Park Jisung en cuanto lo vio parado en el umbral de la puerta.

El pobre chico se quedó como una roca, sin saber qué decir o qué hacer. Tuvo que venir Felix y alejarlo, todo con la excusa de que Chenle siempre le terminaba perturbando la mente con sus ocurrencias. Chenle no lo negaba, pero esperaba que le dieran un poco más de chance.

No era tan raro, al nivel de que asustaba a Jisung... ¿cierto?

Bueno, qué importaba. Ninguno de esos tontos tenía idea de lo que realmente sucedía entre ambos. Y aunque ni siquiera buscaba ponerle un nombre, Park Jisung no parecía tan asustado como todos creían.

─Fue asqueroso, ya te lo dije ─Minho entró detrás, venía discutiendo algo con Mark que prefería no entender─. ¿Sabes lo que son tres copas de vino y cinco shots de tequila? No tienes ni la menor idea.

Mark, a su lado, se limitó a rodar los ojos. Sus pasos erraban, pero al menos lograba hacerlo mejor que antes.

─Prefiero no averiguarlo, la última vez que tomé vino fue junto a unas piezas de sushi y... ─sus palabras se vieron interrumpidas debido a la mueca de asco y el recuerdo de aquella experiencia.

Chenle quería reír. ¿Cómo demonios les explicaba que eso es lo que había encontrado en el desolado sótano de la casa? Una caja con vinos exportados de alguna de las viñas favoritas de su padre y tíos. Tenían un sabor refinado y no fue difícil saber que su precio era bastante elevado, pero mientras sirviera para emborracharse, ¿qué más daba con qué lo hacían?

Además, ya quería ver el rostro de su padre cuando se enterase. Que locura.

─¡Mi espalda duele demasiado! ─el mismísimo Hwang Hyunjin hizo su aparición en la escena, vestido con simples jeans rasgados y una sudadera azulada. Lucía muy... común, extraño en él. Se lanzó al sofá y allí estuvo quejándose hasta que Minho le puso uno de los cojines en el rostro─. ¡Ayuda, policía, me están atacando!

─¡¿Cómo es posible que llegues quejándote?!

─¡Mark, sálvame! ─Hyunjin gritó, lanzando patadas, intentando defenderse de su atacante.

Por supuesto que Mark no lo iba ayudar, pues el chico ya se había sentdo en el sofá del otro extremo de la sala, con Donghyuck a su lado, pegado como un chicle y divertido por la escenita de Hyunjin y Minho.

─¿Y Jeno? ─cuestionó hacia los chicos, aunque la pregunta fuese más para Felix.

El chico de pecas elevó los hombros y a Chenle le dio mala espina. Conocía el problema de Jeno, sabía lo que había tras sus ojos oscuros y palabras frías, nunca lo trató diferente, incluso si habían mil razones para hacerlo, y así como creía conocer a Jeno, también lo hacía con Felix y el resto de sus amigos. Chenle podía parecer una persona simple, pero la verdad es que siempre analizaba cada situación, cada mínimo detalle, todo se encontraba dando vueltas en su cabeza. Y podía sentir cuando las cosas no iban bien.

Rebel Babies (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora