Capítulo 3

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"El arte nos engaña y nos tranquiliza, nos hace ver el mundo tal como los artistas quisieran que fuese."

~Umberto Eco

Capítulo III
Dejamos el edificio y nos dispusimos a subir al coche aparcado al frente, este era muy elegante, de color negro que parecía recién salido de un baño.
Me puse del lado del copiloto y Carter comenzó a arrancar el coche. Había un silencio no incómodo mientras miraba por la ventanilla con una música de fondo, R&B, parecía gustarle a Carter ya que movía su cabeza en son de la música.

-¿Ya tienes alguna idea de lo que quieres comprar?

-Supongo que algo sencillo y que no llame la atención, como un jersey o blusa de color negro o beige, ese color me gusta mucho. Y luego para la parte de abajo creo que un vaquero ajustado de color negro.

-Sería buena combinación. Vamos a llegar enseguida, te estoy llevando al centro dónde hay más tiendas.

-El caso es que no puedo gatar mucho en la ropa, solo me puedo permitir como máximo 20€.

-Es un poco justo pero soy bueno en buscar cosas económicas, no te pienses que soy rico o que todo me lo pagan mis padres. Me lo pago todo yo con el bajo sueldo que tengo así que se administrarlo bien. Aún que sí que es verdad que mis padres me dan algo de propina de vez en cuando pero con eso no podría vivir de todos modos.

-Bueno yo aún no tengo trabajo y mis padres no me dan nada. Pero aunque sea poco lo que me paguen será una buena forma de volver a reinsertarme en la sociedad como Dios manda.

-Esa es la positivistas que hay que tener Íria.-Giró su cabeza hacia mí por unos segundos y me dio una sonrisa de boca cerrada.

No volvimos a hablar hasta que llegamos al aparcamiento. Carter posicionó el coche en una esquina y salimos. Antes de caminar apuntó en su memoria los números de la columna y del suelo .

-Íria vete yendo tú, yo luego te alcanzo. Primero tengo que ir a pagar el recibo del aparcamiento.

-De acuerdo, te espero en...-No sabía ningún nombre de ninguna tienda.

-En P&B.-Dijo sin pensarlo mucho.

-De acuerdo, no tardes.

Caminé hacía el exterior hasta salir del garaje, iba leyendo los carteles de cada tienda hasta encontrar la que me dijo Carter.
Cuando la encontré ahí estaba entrando yo. Gente de todas las edades mirando ropa, trabajadoras jóvenes caminando y doblando ropa sin parar, una cola larga hasta la entrada para pagar y descambiar. Esto iba a ser más complicado de lo que pensaba.
Subí unas escaleras mecánicas y me tocó volver a bajarlas cuando noté que era la zona de hombre.
Iba pasando mis manos por cada prenda, guiándome un poco por el color y la calidad de la prenda. Hasta que me habló una chica ofreciéndome ayuda.

-Hola buenas.-Dijo con una sonrisa amable-¿Necesitas ayuda con alguna cosa?

-En realidad no, solo estoy buscando por aquí algo que me llame la atención.

-¿Buscas algo en concreto?

-Ropa para una entrevista de trabajo, busco algo que no sea muy llamativo, algo más formal.

-¿Qué tal un jersey con alguna camisa debajo?

-¿Hay probadores?

-Sí claro, están al lado del cajero.

-Perfecto entonces, puedo probarme esa idea que me acabas de decir y otras cosas más que se me ocurran.

-Claro, cualquier duda que tengas me avisas, estaré doblando la ropa por aquí.-Dijo y se despidió con una sonrisa de boca cerrada.

El amor en la adversidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora