"Las películas de terror no crean asesinos...Simplemente los vuelven más creativos."
~Scream.
Capítulo XIII
Después de dejar escapar esa risa hubo un gran silencio que no debió de durar más de cinco segundos pero que a nosotros dos nos pareció de siglos.La mano de la persona tras la puerta seguía tocando ésta y estábamos en tensión por si decidía abrirla, pero él parecía no estar del todo seguro. Tras leves segundos de conjetura, el tipo parecía despegar la mano de la puerta y vi como Logan volvió a coger aliento. El hombre se fue caminando lento en comparación a como había llegado antes, esto hizo que los dos saliésemos de nuestros escondites.
No queríamos hablar, no queríamos que ese tipo volviese o el propio Adam por el que preguntaba. ¿Sería el Adam con el que había hablado?
No hacía falta soltar palabras por la boca para saber lo que nos queríamos decir, nos sobraba con las miradas.
A su orden me coloqué detrás de él y procedió a abrir la puerta con cuidado seguido de su arma de apoyo. Cuando ésta se abrió lo suficiente como para cruzar los dos salimos de la habitación y dimos con un estrecho, pero muy largo pasillo semioscuro.
Vi como Logan dudaban en que hacer, pero tras girarse para verme a los ojos le di fuerzas y continuamos andando. Llegamos hasta el final del pasillo y dimos con un amplio salón compuesto por un chico el cual estaba tecleando un ordenador y otro apoyado sobre la mesa en la que estaba el compañero.
El que estaba apoyado lucía veinte añero, pero también se veía preocupante. Su pelo negro le tapaba los ojos que miraban hacia el suelo, su rostro con una tirita en el pómulo derecho y sus manos rojizas y con heridas de sangre mostraban que este chico había peleado por algo. Por otra parte, el otro chico también de pelo negro, aunque se encontraba de espaldas se podía ver como también era joven. Los dos eran similares, pero me preguntaba quién era el verdadero Adam Suveran.
Sin saber que hacer le cogí del brazo a Logan y le pregunté con gestos qué teníamos que hacer ahora. Él me soltó y me señaló la pantalla del ordenador que tenían ellos. Estaban en una pantalla negra con una cantidad de números increíbles, pero de repente cambiaron de pestaña y entraron en una de cámaras.
No me dio tiempo a reaccionar y cuando nos vieron por la pantalla corrieron tras nosotros, Logan me cogió del brazo y salimos corriendo todo el largo pasillo por el cual habíamos subido antes. Parecía el pasillo de un hotel con muchas puertas a tu disposición y cuando por fin mi cerebro entendió la situación se me ocurrió una idea.
-Por aquí.-Grité. Entramos a una de las puertas y tan pronto como la cruzamos cerré la puerta con pestillo.
Nos habían visto entrar aquí, estaba segura y tan pronto como trajesen la llave nos sacarían de aquí. Ni si quiera les hacía falta una llave con que tirasen la puerta o disparasen ya estaban dentro.
-Mierda Iria, cómo se te ocurre meternos aquí.-Me gritó enfadado.
-Nos iban a atrapar, no había otra opción.-Rebatí.
-¿Viste la esquina que había al fondo del pasillo?
-Sí, la vi.
-Pues pensaba en esperarlos ahí y cuando estuviesen los suficientemente cerca les dispararía a los dos, pero no, a ti se te ocurre meternos aquí dentro donde no hay escapatoria. Era una buena idea, no estaban armados.
-Pues lo siento, no lo pensé.
Logan se llevó las manos a la cabeza y yo le imité. Sentía que la había cagado, la culpa fue mía y ahora solo lo podía arreglar pensando en cómo salir de aquí.
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El amor en la adversidad
Mistério / SuspenseIria es una mujer a la que la vida no la ha tratado bien. No vive, solo sobrevive durmiendo en las frías esquinas de las calles de Barcelona, hasta que conoce a Logan. Este chico esconde algo oscuro e Iria tratará de descubrirlo, aunque se trate de...