VOYEUR IMPROVISADA...

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Era Domingo y llegue al supermercado como cada 15 dias solia hacerlo para surtir la despenza, eran las 3 pm, habia una cantidad no muy alta de personas recorriendo sus pasillos, era un dia calido asi q opte por ponerme un vestido corto y unos tennis para estar mas comoda, elegi no usar bragas; el morbo de sentirme expuesta y q a la vez nadie lo notara me prendia mucho, tanto q despues de hacer las compras llegaria a casa a masturbarme.
Estaba recorriendo los pasillos cuando a lo lejos pude ver a Alejandro, uno de los empleados del lugar, un chico alto, de cabello negro y dulces ojos enmarcados por un par de lentes q le quedaban jodidamente bien, tenia un aire intelectualmente sexi... pufff! ni se imagina q un par de orgasmos en solitario han llevado su nombre, en fin
lo vi dirigirse a la parte trasera del supermercado donde quedaba la bodega, su turno habia terminado y se dirigía a cambiarse para marcharse a su casa, como lo dije antes andaba caliente y es precisamente ese calor el q me impulso a seguirlo, queria verlo cambiarse y asi llevarme la imagen de su cuerpo desnudo, imagen q repetiria en mi mente cuando quisiera jugar a darme placer.
Me escabulli cual ladrona hasta estar dentro de aquella bodega, lo vi entrar en la zona de los casilleros asi q me quede oculta tras una pared, desde mi escondite tendria una perfecta vista cuando empezara a cambiarse, pero no estaba solo, ahí lo esperaba Ema, una de sus compañeras de trabajo, vestida con unos short y la camiseta del super, no era muy alta, de pechos medianos y un culo q aunq no muy grande se veia firme, crei hablarian de algo del trabajo o algo asi, pero cual fue mi sorpresa al verlo acercarse a ella, mirar a todos lados y estampar su boca contra la de ella, le comia la boca, inteso y caliente, se lamian, chupaban... mordian sus labios, sus lenguas bailaban al ritmo del deseo y las ganas, Alejandro con una mano la tomo por el cuello y empezo a pasar su lengua por el mientras con la otra apretaba su trasero y la pegaba mas, el calor no solo aumentaba en ellos, una intensa excitacion se empezo a apoderar de mi. El tomo la mano de ella y la puso sobre su pantalon su ereccion era bastante  notable a simple vista pero queria q lo sintiera, sin darle tiempo a pensar empezo a desabrocharle el short y a bajarlo hasta sus tobillos, donde lo saco de una de sus piernas, una diminuta braga cubria su ya humedo sexo, la marca en aquella braga no permitia mentir, el inclinado ante ella pudo su nariz en ella y aspiro para despues pasar su lengua, los jadeos de Ema lo invitaban a seguir, no tardo mucho en hacer a un lado la braga y acariciar con sus dedos rozando su cliptoris con destreza, la abrio y empezo a lamer, su humeda lengua la recorria mientras bebia todo lo q de ella emanaba, sus dedos la profanaban una y otra vez haciendola temblar.
Sentí la humedad brotar de mi, el morbo me consumia, no podia apartar la vista de aquella ecena, Alejandro se puso de pie la tomo y la beso, sentandoce sobre una mesa q estaba cerca le hizo una seña a Ema para q se acercara mientras se abria el pantalon y de el surgia una fuerte erección, a estas alturas ya mis manos habian empezado a acariciar mi cuerpo sin darme cuenta...al llegar a el, empezo a bajar hasta quedar de rodillas, tomo con su mano el muy duro miembro y deseosa lo metio en su boca, ante este contacto el cerro sus ojos y apreto sus labios, con su mano guiaba la cabeza de ella y marcaba la intensidad con q penetraba su boca, era algo delicioso de  ver, algo de saliva se le escapaba por la comisura de los labios mientras el entraba y salia de su boca, en un momento el alzo la mirada chocandose con la mia, mi corazón parecio detenerse... me habian descubierto, grande fue mi sorpresa al ver su boca curvearse en forma de una sonrisa y hacerme una señal para q guardara silencio, no sabia q le diria despues pero hice lo q me pidio, acelero mas sus envestidas, su pene entraba y salia de la boca de aquella chica con tanta intensidad q casi podria asegurar q llegaba a tocar la base de su garganta, sus ojos nunca se apartaron de mi, en mi mente podia imaginarme en el lugar de la chica y eso me excitaba a un mas, apreto sus labios una vez mas y saco su pene humedo por la saliba de aquella boca dejando caer una gran descarga de semen sobre el rostro de Ema quien gimio gustosa.
Respirando agitado puso su mirada en mi y con una sonrisa complice q le correspondi, sali de la bodega sin hacer ruido para terminar de hacer mis compras.

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