𝕊𝕖𝕥𝕥𝕝𝕖𝕕 𝕕𝕖𝕓𝕥

XI.

- ¿Y bien? ¿Sobre qué quieres...?

- Saben de la hermandad oscura

El híbrido de oso frenó en seco al escuchar la confesión de su compañero. - ¿Qué? ¿Cómo...? - Inquirió incrédulo.

Willy suspiró mientras tomaba asiento sobre la mullida cama. Con un gesto cuestionó al contrario sobre si era seguro hablar ahora a lo que este asintió una vez que agudizó sus sentidos animales para corroborar que no había nadie fuera de la habitación.

- No sé cómo se descubrió, pero Raúl lo sabe y probablemente a estas alturas Lolito también

Rubius chasqueó la lengua. - ¿Ellos...?

- No lo sé - Admitió - No sé si conozcan quienes son los otros integrantes, pero está claro que saben de mí y... De los rapitori

- Eso no le resta importancia

- Lo sé...

- ...especialmente ahora que Lolito sabe que sigo con vida

Willy arrugó su entrecejo. - No creo que...

- El tal Raúl pudo verme - Interrumpió - Y es cercano a Lolito... Sacar conclusiones no les será complicado, especialmente si lo tienen a él

- Es verdad - Asintió una vez que razonó las palabras de su amigo. Ambos permanecieron en silencio por varios minutos ordenando sus pensamientos. - Tenemos que encontrar a Fargan pronto - Concluyó.

- Sí...

-...y también contarles la verdad a Luzu y Vegetta

El de orbes esmeralda lo miró como si hubiera dicho la mayor de las locuras. - No puedes hablar en serio...

- Lo digo muy en serio, Rub - Espetó el menor con determinación. - Ambos deben conocer la verdad para que puedan ayudarnos, recuerda que... Sólo nos tenemos a nosotros - Añadió con mayor sutileza, aun así la mandíbula del castaño se tensó. - Tranquilo, no tenemos porqué entrar en detalles, les diremos lo básico

- No...

- No hay otra forma, los necesitamos

- Pero...

- Sin peros, Doblas... Soy el líder de la hermandad y como tal sé lo que es mejor para los integrantes - Demandó con tono autoritario - Así que si te digo que hablaremos con ellos, lo haremos

Los labios del híbrido se torcieron en una mueca, sin embargo, la seriedad en las palabras del albino le dejaban en claro que no cambiaría de opinión, y él... Él antes que nada, había prometido velar por el bien de sus hermanos oscuros, incluso sobre sus propios intereses.
Así que al final terminó asintiendo.

La seriedad en el rostro contrario se desvaneció dejando una fascie más relajada. - Bien, se los diremos después de la cena

Rubius se limitó a gruñir mientras se tumbaba sobre un pequeño sofá al otro lado de la habitación. Siempre fue de la idea de que mientras menos personas supieran sobre él, todo iría mejor, pero las cosas cambian y ahora sólo le quedaba resignarse.

Lejos de aquella isla flotante, en lo que parecía ser una oficina subterránea, dos figuras masculinas charlaban "animadamente".

- Entonces... Te dejó ¿por Guillermo?

El hombre de barba bufó mientras se tumbaba en el sofá frente a un pelirrojo que lo miraba burlón. - Técnicamente lo hizo por "todos sus amigos y el pueblo" - Dijo intentando imitar la voz de su ex pareja.

- Ya - El pelirrojo rio. - Luzu siempre queriendo colgarse el título al más santo... No es novedad

- Tengo que traerlo conmigo, Lolito