XIII.

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- Así que por eso te busca Lolito…

- Sí…

- Nunca imaginé que Mangel sería capaz de engañarlo, desde que los conozco se nota lo enamorados que… - Vegetta detuvo sus palabras, un aura algo sombría había cubierto al hibrido y él… Entendió que aún era un tema difícil para este. – Yo… Lo siento, no quise…

- Nah, no importa – Respondió restándole importancia. – Yo… También sé lo mucho que lo quiere, me ha costado aceptarlo – Admitió – Pero el progreso va bien.. Creo

Lo melancólicos que lucían sus ojos mientras decía eso le indicaron al azabache que mentía, sin embargo no iba a cuestionarlo, en primera porque no era un asunto que le inmiscuyera y en segunda… porque por alguna razón verlo así por alguien más le había causado una extraña opresión en el pecho.

- ¿Hace… Hace cuánto se conocen? – Inquirió dubitativo, pues no sabía hasta qué punto podría hablar de ello con el castaño sin que esto lo afectara.

Rubius suspiró encogiéndose de hombros. – Unos… 18 años, no es mucho tiempo ¿cierto? – Agregó irónico.

- Ostras…

- …el error fue mío por creer que entre nosotros podía haber algo más que una simple amistad – Admitió – Y me encapriché tanto con ello que no me di cuenta de los limites que cruzaba hasta que las cosas se salieron de control y… Terminé así; Sin mi mejor amigo y con su pareja seguramente poniéndole precio a mi cabeza ahora que sabe que sigo con vida

- Yo… lamento eso ultimo chaval

Al escuchar la culpabilidad del azabache, el hibrido lo miró desconcertado. - ¿Por qué?

- Bueno… - Vegetta se removió incómodo. – Si hubiera sabido esto antes yo… no habría dejado ir a Auron – Explicó – Para que tú… Para que Lolito no tuviera forma de…

- Ya lo has dicho – Interrumpió el castaño. – Tú no sabías esto, así que no tienes porqué disculparte

- Aun así…

- Nada, De Luque – Volvió a cortarle. – Sé que no lo digo tan a menudo pero… Ya haces suficiente por mí dejándome estar aquí

-…te lo debo

- Yo no hice tanto por ti

- ¿Qué dices? Me salvaste la vida – Espetó con el ceño fruncido. Rubius soltó una pequeña risa.

- …y tú salvaste la mía, quedamos a mano desde ese día

- Claro que no – Negó – Aún corres peligro y yo… Voy a ayudarte, ayudarlos – Corrigió – A Willy, a Luzu y a ti…

- Eres un buen tío, De Luque… Guillermo tenía razón

Las mejillas del ojimorado se tiñeron con un ligero rubor por el cumplido y a su acompañante, por alguna razón, le pareció un gesto adorable así que sonrió inconscientemente.

- Gra… Gracias… Tampoco eres tan pesado como creí – Admitió el mayor – Yo… no suelo relacionarme con personas como… tú. O bueno, eso creí hasta saber que Willy…

- Ya, ya, entendí tu punto – Rio ante el titubeo del moreno, lo colorado de las mejillas de este sólo se intensificó.

El azabache desvió la mirada hacia cualquier otro punto dentro de la cocina. Después de la cena ambos habían decidido limpiar un poco en espera a que sus compañeros regresaran, sin embargo ya pasaba de la media noche y aun no tenían noticia alguna de estos.
No lo decían pero, estaban comenzando a preocuparse.

𝕊𝕖𝕥𝕥𝕝𝕖𝕕 𝕕𝕖𝕓𝕥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora