Setter [Oikawa Tooru x Oc]

Capítulo 8

Paso su lengua sobre sus labios para humectarlos, ya era hora de que regresaran a sus casa y en esa ocasión, por primera vez después de unos días. No acompañaría a Aizawa, se tenía que encargar de otros asuntos...pero tampoco permitiría que se fuera sola, así que se la había encargado a su mejor amigo.

-¿Estas seguro de lo que vas hacer?-pregunto el pelinegro en una postura aburrida.

Ya estaban fuera del gimnasio, la poca luz de las lamparas iluminaba la cara del setter, que mantenía una mirada gélida a un punto en el espacio, y el hecho de que su mano dominante estuviera al filo de sus labios y nariz, indicaba que estaba pensando en algo no muy bueno. 

-Asegúrate de que llegue sana y salva, si puedes incluso déjala enfrente de su casa...yo te lo compensaré después-dijo mirando a su amigo de reojo.

La seriedad de la voz del chico indicaba que no era ningún juego, y eso hacia que Iwa estuviera confundido, porque a pesar de que el tema de conversación del chico apenas hace unos días, era aquella albina. Ahora su concentración estaba totalmente enfocada en Sayuri, el por qué...no lo sabía, pero esperaba que no se metiera en problemas. 

-Esta bien, pero esto me lo cobrare-dijo el azabache comenzando a caminar. Se encontraría con la chica en la entrada de la escuela. 

Oikawa se quedo ahí un momento, debía asegurarse de que Sayuri e Iwa ya se hubieran ido...fueron tal vez unos 10 minutos, era tiempo suficiente para que ambos ya hubieran salido de la escuela. Comenzó a caminar con lentitud, su plan era sencillo y para eso, tuvo que pedir ayuda a la Vicecapitana del club de voleibol...era afortunado de que la chica fuera sensata. 

Había convocado a dos chicas, una asistía en el mismo salón que Sayuri y la otra era la que estaba en su salón...esas dos eran las cabecillas de sus "fanáticas". Ya había tenido problemas por culpa de ellas, pues incluso Konan había sido atacada con globos de agua...lo que no contaban, era que la chica no se dejaba de nadie, y las hizo pagar con mano propia, de esa forma se las quito de encima. Y eso no paso con su ex más reciente, porque la chica formaba parte de ese club, pero con el paso del tiempo comenzó a ganarse el odio de sus propias amigas. Ridículo perder a tus amigos por alguien, porque en ese momento, ellos ya no eran nada. 

Ahora Sayuri, tenía el presentimiento de que la chica no se quedaría tranquila tampoco...pero no se veía con ganas de conseguir venganza, tal vez nunca en su vida había intentado defenderse, e ignoraba a los idiotas...eso era bueno, pero en ocasiones, necesitaban una lección. Aunque para eso, ella necesitaba ser provocada más de una vez, y él no iba a permitir la existencia de una segunda vez.

Los chillidos de las chicas molestaron sus oídos, era la primera vez en que odiaba ser llamado con ese maldito tono de voz. Estaba justo al lado de los salones de primer año, ya no había nadie, o bueno, seguramente alguno profesores que se quedaban a terminar algún reporte o corregir exámenes. Pero en ese sitio, justo en ese momento los únicos que estaban era el capitán de voleibol, y ese par.

-Oikawa-kun, no sabía que tenías tantas ganas de hablar con nosotras-dijo Maki, la chica de cabello castaño.

-Podríamos ir algún lado a cenar algo ¿Qué dices?-hablo Mizuki. 

-¿Por qué quisiera salir con unas chicas tan molestas?-lo dijo en un tono tan dulce y con una leve sonrisa. 

Las chicas parpadearon, estaban confundidas. 

-Eso ha sido grosero, Toooruuuu-dijo la más baja haciendo un puchero. 

Oikawa hizo una mueca que no paso desapercibida por ambas chicas.

-No pronuncies mi nombre, no somos cercanos-cruzo los brazos-...sé que ustedes fueron las que pusieron esa araña en el locker de Sayuri.

-¡Oye! ¡NO puedes acusarnos de algo que no hicimos!-grito Maki.