Setter [Oikawa Tooru x Oc]

Final

La llegada de los Miya al hogar de los Oikawa era bastante agradable, y a pesar de que Tooru y Atsumu no eran tan buenos amigos, ambos se entretenían presumiendo sus logros, y a sus actuales equipos. 

-Mmmm jugué al lado de Shoyo hace un tiempo-dijo Tooru recordando aquel partido en la playa-...entonces, el enano regreso a Japón. 

-Te acabo de decir que somos parte del mismo equipo, es obvio que regreso a Japón-dijo Atsumu. Tooru puso los ojos en blanco-... jugamos contra Kageyama y Ushijima, los conoces ¿No?

-Aggg sí, por desgracia, sí-contesto de mala gana el castaño.

-Ja pues les ganamos-dijo con orgullo el chico. 

Una sonrisa ladina apareció en el rostro del moreno. 

-Felicidades. 

Ambos setter chocaron los puños. Por otro lado, en el cuarto principal, estaba Yei al lado de Sayuri, ambas viendo al pequeño niño que estaba recostado en medio de la cama. Su madre le había dado de comer y ahora, estaba durmiendo profundamente. 

-Es muy lindo-reconoció Sayuri-, se parece mucho a ti. 

Era verdad, el bebé tenía su cabello naranja al igual que su madre, su piel era clara, aunque sus ojos, esos eran los mismos que los de Atsumu. 

-¿Tú cómo vas? ¿Qué se siente saber que tendrás gemelos?-pregunto Yei mirando el enorme bulto que tenía su amiga en la barriga. 

La chica soltó un suspiro pesado. 

-De las dos, tu tenías más posibilidad de tener gemelos, pero no, el mundo quiero que yo sea la de los gemelos. 

-Anda, no pareces tan contenta-dijo algo abrumada la pelinaranja.

-Estoy contenta-se escuchaba con resignación-, pero solo de pensar de que tengo que dar a luz dos bebé, no es cómo para gritar de alegría. 

Una mueca apareció en el rostro de la pelinaranja, era verdad, al recordar su parto, le dio un escalofrió, había sido horrible. Pero al ver a ese pequeño, valía la pena.

-Ya verás cuando los tengas en brazos, por cierto ¿Ya sabes que son?

-Sí, no pudimos aguantar las ganas de saber, así que le pedimos al doctor que nos dijera. 

Yei se quedo mirando a su amiga, esperando a que le dijera. 

-Es un niño, y una niña.

La chica aplaudió con emoción. 

-Tendrás la parejita de una sola, que envidia. 

-¿Tu buscas la parejita?

-No sé, porque sigo en riesgo de tener gemelos, así que...primero debo asegurarme de que este pequeñín, este listo para poder compartirme. 

-Debió ser duro viajar hasta acá. 

-Un poco, pero tengo fortuna de que este pequeño, es muy bueno, y no lloro en todo el trayecto.

Ambas amigas sonrieron, ver al bebé Miya dormir era relajante. 

-¿Piensas regresar al mundo del voleibol?-pregunto Hinata a su amiga. 

Sayuri sonrió de lado, era más que obvia su respuesta. 

-Sí, es lo único que sé hacer...y pienso seguir jugando hasta que ya no pueda hacerlo, ya después considerare abrir una pastelería. 

Ambas mujeres continuaron su platica, tenían varias cosas de la que hablar, porque no era lo mismo una llamada, a tenerse de frente y desahogarse totalmente. Eso hasta que escucharon un fuerte ruido en la parte de abajo, más específicamente era algo de vidrio o cerámica. Soltaron un suspiro, sabían o tenían imaginado lo que estaba pasando.