Lauren ya había tomado una decisión. Una nueva decisión. Y Camila la apoyó creyendo que era la mejor de entre dos distintas. Camila pensó que era, como muchas veces, la cabeza que asentía frente a las necesidades de Lauren.
Porque se había pasado toda la noche anterior hablando con la pelinegra en aquella plaza; habían compartido más que una par de caricias y besos que ella los notó sincero como tiempo atrás. Ese era su otro problema con Lauren; parecía que con ella nada cambiaba y todo volvía a la normalidad en cuestiones de segundo y no podía decirle que no a nada.
Sonrió mientras se acercaba a la ventana de su habitación y se apoyó contra ella observando la casa de al lado: Lauren estaba en su cuarto, sentada en su escritorio y realizaba gestos de molestia como cuando hace sus ejercicios de matemática o a veces se cruzaba con ella en el pasillo y no tenía otra alternativa que lanzarle un granizado.
Camila movió sus ojos en lo que la ventana al cuarto de Lauren le permitía y observó todo igual a como años atrás. La pelinegra exteriorizaba cambios que en el interior aún no llegaban. Y eso le agradaba.
Bajó su mirada al patio de la casa y analizó cada rincón como si nunca lo hubiese hecho: las flores que Clara tanto cuidaba adornaban una pequeña porción del lugar y las masetas en las paredes le daba un toque único que a ella siempre le gustó. Y la piscina. Clavó su vista en ella y le fue imposible no recordar los momentos que compartió con Lauren allí. Donde posiblemente empezó todo. Donde posiblemente ella comenzó a notar todo.
-Flashback-
- Hola, Camz - la saludó Lauren feliz como siempre lo hacía mientras se colgaba de la tapia que separaba sus patios. La morena dio un pequeño salto del susto y cerró con rapidez una revista que había elegido para ese día y trató de no mostrarse alterada. Algo que aprecia imposible cada vez que estaba con la pelinegra -
- Ah...Hola, Lauren - llegó a saludarla antes de que la pelinegra largara una carcajada- ¿Qué...de qué te...
- ¡Te asustaste, tonta!
- ¡No es cierto!- se defendió Camila poniéndose de pie de aquel techo seguro y caminando hacia la pelinegra-
- Si- continuó Lauren mientras reía y se tomaba el abdomen en señal de burla- sí, te asustaste....Hola- volvió a saludarla con un ligero beso en la mejilla cuando la tuvo frente a ella. Camila se sostuvo de pie en una antigua silla abandonada en su patio y apoyó ambos brazos en la tapia. Al lado de los de Lauren - le pedí permiso a mamá para invitarte a la piscina... ¿quieres venir?
- Em... ¿ahora?- preguntó ligeramente sonrojada y observando el ceño fruncido de Lauren. Para ella, cada año que pasaba era un cambio más en su cuerpo y no le agradaba exponerse frente a los demás con eso-
- Si, Camz. Ahora.... ¿qué? ¿no quieres?
- No...no es eso, Lo...es...está bien- murmuró la morena al ver el enojo en la cara de su mejor amiga y la sonrisa que formó al instante cuando cambió de opinión-
- Mamá preparó limonada y está horneando las galletas que te gustan... ¿quieres que hable con tu mamá?
- No, no...voy por mi toalla y yo le digo...enseguida voy- aseguró Camila y no cumplió sus palabras hasta casi 45 minutos después; donde llegó a la casa de la pelinegra con una toalla cubriendo parte de su cuerpo con nervios y una gorra su cabello pero que en realidad ella tapaba su sonrojado rostro. Tocó el timbre y una alegre Clara la atendió, la dejó pasar y, en el patio, una molesta Lauren jugaba con el agua que cubría su cuerpo y formaba pequeñas olas.
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La Causa Perfecta (Adaptación Camren G!p)
FanfictionCamila g!p Cuando el primer amor no se olvida