-Flashback-
Tenían 9 años ya y para Camila era edad suficiente para abandonar las muñecas. O las casas de las mismas que con tanta insistencia su madre le había exigido a su padre regalarle para alguno de sus cumpleaños pero que ella claramente no usaba.
Pero para Lauren aún eran divertidas y realmente a la pelinegra parecían entretenerla como a los juegos de plaza a Camila.
Lauren tenía una muñeca en especial que llevaba con ella desde la navidad en que la recibió y, hasta el momento, pocas veces la soltaba. Beth era aquel pequeño juguete con dos trenzas de cabello negro que Vero le dejó bajo el árbol unos años atrás y el motivo por cual ya no abría con tanto entusiasmo los regalos siguientes.
La pelinegra solía entrar a su bañera para su ducha diaria con espuma y llevaba su tan adorada muñeca con ella. A veces le desarmaba sus coletas y la sumergía con ella. Y otras veces simplemente la dejaba sobre un pequeño banco de madera y hablaba con ella a la distancia. Le encantaba contarle a Beth las cosas que hacía con Camila durante las tardes; como cuando subían a la casita del árbol o se tiraban en la arena de la plaza. Y a Beth parecía gustarle las historias.
Pero esa tarde no la encontraba. Había buscado hasta en el rincón más recóndito de su casa y la muñeca no aparecía. Sus ojos se aguaron. Iba a pasar el día con los Cabello en la playa pero no saldría sin Beth. Cuando Camila corriera sola con su cometa ella se aburriría pero con la muñeca pasaría mejor ese momento.
Por lo tanto se arrojó contra el sillón de su living y pataleó frustrada por no dar con su paradero y más al recordar que la noche anterior la había dejado en su mesa de luz. Pero obviamente allí ahora no estaba.
- ¿Qué te pasa?- apareció Camila y acomodó sus codos sobre el confortable sofá pero ella se tapó el rostro. Estaban acostumbradas a dejar la puerta del patio trasero sin llave para la entrada de la otra cuando quisiera- ¿Clara no te dio permiso para ir con nosotros?-
- No- susurró Lauren con un adorable puchero y cruzándose de brazos-
- ¿No te lo dio?- preguntó Camila confundida- ¡Pero si tienes allí tu bolso ya preparado!-
- No es eso, tonta. No me dejas terminar-
- ¿Y entonces?-
- No encuentro a Beth- murmuró Lauren y Camila juntó las cejas algo frustrada-
- Es solo una muñeca-
- ¡No es solo una muñeca! No voy a ir a ningún lado sin ella- terminó la pelinegra volteando y dándole la espalda a su amiga. La morena se impulsó con ayuda de sus brazos hacia arriba y se puso de pie. La tal Beth no podría estar muy lejos-
- La iré a buscar ¿Dónde la dejaste?-
- ¿Crees que estaría llorando si supiera?- volteó Lauren a verla enojada y luego regresó su espalda a la vista de Camila. La morena giró los ojos y caminó a la escalera. Que ella supiese, la muñeca no funcionaba a batería ni a pilas, por lo tanto lejos no podría haberse ido-
- Enseguida regreso- dijo Camila tomándose del barandal y perdiéndose escalones arriba. Lauren esperó que el sonido de sus zapatillas desapareciera y giró lentamente hasta abandonar el sillón. Y sonrió con adoración hacia las escaleras mientras se quitaba las lágrimas.
"Disfruten el viaje" fue el saludo efusivo de Claea casi media hora después y moviendo su mano alegremente sobre su vereda. Lauren se había montado al auto con una gran sonrisa y llevaba a Beth contra su pecho.
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La Causa Perfecta (Adaptación Camren G!p)
FanfictionCamila g!p Cuando el primer amor no se olvida