Extraña maldición

capítulo 12

— A mi hermano le pasa algo —le dije a Indira preocupada cuando entre al salón, nunca había visto a mi hermano así y tampoco es que estuviera dispuesto a contarme mucho.

— ¿Quieres qué yo hable con él?

— No, yo confío en que me lo cuente.

Eran las nueve de la noche y mi madre ya había llegado, comenzó a poner la mesa para cenar. Nunca he estado más incomoda cenando con mi familia. Estábamos todos callados y mi hermano se notaba que estaba enfadado con migo, ¿Sera por intentar que me contara eso que lo tiene tan preocupado? También notaba a mi madre rara, es normal, ella tiene cosas más importantes en la cabeza, ahora con el traslado de mi padre a la empresa de Panamá no esta como antes, lo entiendo, Panamá esta lejísimos y solo podremos hablar con él por skype. Terminamos de cenar y cada uno recogió su plato y el resto de la mesa, no tenia ganas de quedarme allí. Me fui a mi habitación y me hundí en la música. El sonido de Auryn es el único que  consigue que me aleje de la realidad y que me suba en una nube, aparte de esa melodía que hace horas escuché en la calle.

El sonido de un whatsapp interrumpió el sonido del Tic Tac de Auryn. Era el grupo, hablan de quedar mañana pero al parecer solo pueden Indira y Carlos, seguro que Indira me insiste si digo que no, así que tendré que aceptar.

Voy a llegar tarde, siempre me pasa lo mismo, llego tarde a todo siempre aunque me empiece a arreglar dos horas antes. Llegue a la plaza del pino donde estaban Indira y Carlos hablando en las escaleras para entrar al súper.

—hola —salude a Carlos con dos besos y a Indira con un abrazo

Fuimos a un McDonald y nos pedimos un McFlurry cada uno.

—¿He dicho alguna vez que me encanta el McFlurry? —dijo haciendo entrar una gran cucharada de helado en la boca

— Sí Carlos, muchas veces

—¿Por qué pones esa cara indira? —reí

—¡hombre! ¡Es que cada vez que se toma uno de esos dice lo mismo! —exclamó haciéndose escuchar por todo el McDonald. Carlos se ha manchado la comisura derecha de helado, me sonroje al pensar que yo podría quitárselo con un beso y mi gran amiga se dio cuenta.

—Le quitarías el helado a besos, eh —susurró a mi oído para que Carlos no pudiera escucharla y me puse aun más roja, espero que él no lo note, Joder. Intento seguir comiendo mi helado y dejar de pensar. Carlos ya se va terminado el McFlurry y se ha limpiado el helado de la boca, a mi y a Indira nos queda más de la mitad.

—¿Por qué no le das un poco? Ya se lo ha acabado —volvió a susurrarme Indira, ¡Que se calle ya! Cerré los puños con fuerza y me levanté bruscamente de la mesa que causó un ruido muy fuerte de la silla arrastrándose hacia atrás

—Voy al baño —anuncié y sin dar más explicaciones me dirigí a los servicios. Me miré en el espejo y estaba muy roja, como si hubiera estados un par de horas metida en una sauna, ¡maldita Indira! Respiré hondo, Gracia tranquilizate, solo es un tio... Sí, un tío del que me he enamorado como una idiota. Solo estamos tomando helado en un McDonald, y estoy con Indira. Si estoy con ella ya no estamos solos... ¡Pero si dejara de hacer esos comentarios! Volví a llenarme el pecho de aire y lo solté lentamente, cerré los puños con fuerza y salí del baño dirigiéndome hacia la mesa.

Me senté y seguí comiéndome el helado, ya estaba casi derretido pero me da igual, me lo acabe, me eche para atrás y me crucé de brazos. ¿Estoy enfadada? ¿Con Indira? ¡Sí! Que deje de hacer comentarios para ponerme más nerviosa aún. —¿Vamos? Sugirió Indira levantándose

Se levantó Carlos y inmediatamente me levanté yo.

—¿Donde queréis ir? —preguntó Carlos

joder a mi casa.

—Me da igual —contesté

Carlos sugirió ir a dar una vuelta por el centro para ver si había tiendas abiertas, aceptamos y pusimos rumbo al centro.

Íbamos andando por un callejón muy estrecho, la verdad es que no de como hemos llegado aquí, Indira sugirió pasar por una calle que se suponía que era un atajo para llegar a una supuesta tienda de ropa pero la verdad es que ni ella sabe donde estamos exactamente, ¿Enserio nos hemos perdido? Caminábamos mirando al alrededor buscando algún edificio que nos sonará. Afirmado, nos hemos perdido. Indira y Carlos iban discutiendo por que calle debíamos ir y yo miraba hacia arriba mirando las casas, había un edificio de pisos en obra y había piedras y montones de arena en la calle, también el suelo estaba levantado y un andamio pegado a la pared, me fije un poco mejor y me di cuenta de que faltaba pared en una zona, valla pues si que esta en mal estado y...

Mierda, ¡mierda! ¿Que es esto? ¿Donde estoy? Sentí algo frío tocándome la mano y estoy tumbada en algún sitio, ¿Pero que cojo....? Abrí los ojos y vi una ventana con barrotes tipo cárcel, paredes blancas y...¿Tengo un suero en el brazo? ¿Pero que ha pasado? Intento moverme y me duele mucho el tronco y la cabeza, hago una mueca de dolor y intento incorporarme. Oigo la puerta abrirse, me restrego los ojos y achino un poco para fijar la vista.

—Tu madre viene de camino —anunció indira — ¿Cómo estas? ¿Te duele?

La miré y luego mire a Carlos, estaba pálido y muy serio, con la cara muy tensa y el cuerpo rígido.

—¿Qué ha pasado? —dije mientras me tocaba la cabeza en la que tenia una venda

—ibas andando mirando la obra —comenzó a explicar— y al parecer no viste el agujero del suelo, en el que estaban haciendo obra y te pegaste con el canto de un ladrillo, te quedaste inconsciente, sangrabas mucho y...— Carlos tenia la voz ronca y muy grabe.

—lo siento —conseguí decir después de unos segundos en silencio.

—¡tia! —gritó Indira abrazandome y hice una mueca de dolor, me dolía mucho — ¡Creía que te perdía!... Sangrabas tanto...—termimo con un susurro lleno de angustia

Entró una enfermera un poco gordita, morena y con pecas

— Tenéis que iros un cuarto de hora o media, depende de cuanto tardemos —dijo la enfermera.

Ellos salieron de la habitación. ¿Pero que había pasado? ¿Me tenían que hacer pruebas?