CAPITULO 1

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Ya he perdido la cuenta de los días que llevo asi , cada día estoy peor, hoy a mis padres les ha dado por apuntarme a una academia nueva que han abierto a dos calles de mi casa, ¿Una academia para que? Yo me conformo con no bajar del cinco, son unos pesados . ¿Que será mañana?

Esa noche me quede pensando hasta dormirme, y tuve un sueño, bueno, mas bien creo que era una pesadilla, soñé que entraba en aquella academia por primera vez, yo no me sentia bien allí ya que, además de no ser un sitio muy luminoso ni muy acogedor, tampoco parecía que fuera bienvenida allí, notaba como los demas niños no me miraban con buena cara, hasta me tiraban bolitas de papel y trocitos de goma mientras la profesora me llevaba a la mesa, para mi no era nada nuevo ya que en el instituto me trataban igual. Me sente en aquella mesa verde, tenia un montón de nombres, fechas y dibujos de algo poco agradable, saque el libro de matemáticas, que era lo que peor se me daba, la libreta, la agenda y finalmente el estuche. Abrí la agenda para rebisar las actividades que tenía que hacer. Empecé a hacerlas y como es normal no entendía nada de nada, no quería llamar a la profesora porque ya sabia que los chicos de atrás se traían algo entre manos y no quería mover ni un dedo, así que me lo invente todo.

Cuando salí de aquella academia, creia que había ido demasiado bien para ser mi primer día no me hicieron nada malo, sólo un par de bolas de papel, lo normal. Pero en la puerta me pusieron algo de aceite en el suelo. Al pisarlo me resbale, mire hacia arriba y había un par de chicos riéndose de mi. Me desperté de repente, odio que la gente se ría de mi. ¿Es que siempre iba a ser así?, tengo que recuperar fuerzas pensé, bien empezaban mis esperanzas de la primera clase en aquella academia.

Extraña maldiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora