Hacía mucho frio esa mañana tanto que me costo la misma vida despertarme.
Normal que a las siete y media de la mañana haga frio. Me levante todo lo rápido que pude, cogí la ropa que me iba a poner esa mañana, la cual estaba encima de la silla amarilla, donde todos los días pongo la ropa que me voy a poner. Me fui corriendo al baño, cerré la puerta y puse el calefactor a toda prisa con la esperanza de que el baño se calentara pronto, y así fue. Me quite el pijama y me puse los vaqueros claros, un jersey marrón ancho que tenía una cruz en medio, las boras marrones de militar. Me peine un poco el pelo y me pinte la raya del ojo y un poco de rímel después me puse un gorrito de lana beige. Apague el calefactor y me dirigí a la cocina-comedor donde en la mesa estaba mi madre y mi hermano.
—Buenos días –dije con voz de dormida
—Buenos días –dijo mi madre mirando a mi hermano para que por lo menos me saludara
La verdad es que mi hermano Ángel y yo estamos peleados, el quería la televisión para jugar a su querida Xbox , y yo quería ver mi serie favorita, empezó como una pelea cualquiera de hermanos, pero las cosas se pusieron un poco feas, el empezó a insultarme, cosa que hace también un grupito bastante grande del insti, supongo que a nadie le gusta que le insulten pero a mi me hace más daño, y eso él lo sabe, desde hay yo me defendía como podía, y se creó una cadena de insultos continuos que, al final mi madre escucho y se llevó un cable de la tele, “para ninguno” dijo en ese momento mi madre mirándonos con cara de asesina.
—Buenos días Gracia –dijo en un tono poco amable y muy seco.
No me senté ni nada, simplemente cogí una mini magdalena de chocolate y un batido, me fui al salón y desayune allí . Cuando terminé me levanté y me dirigí a la puerta y me puse un pañuelo del mismo color que la cruz de mi jersey y un abrigo, me colgué la mochila y abrí la puerta.
—¿ya te vas? –dijo mi madre que había escuchado la puerta y se apresuro para despedirme antes de que me marchara.
—Si
—Bueno, ten cuidado
—Tranquila, lo tendré. Adiós
—Hasta luego –dijo agachando la cabeza y volviéndose para la cocina
Atravesé el lumbral de la puerta y comencé a caminar. Iba de camino al insti pero la verdad es que no me apetecía mucho ir, hasta se me paso por la cabeza hacer pellas y no asistir a clase, al final me arrepentí, no pude atreverme, quizás no sea demasiado valiente o alomejor algo cobarde.
Caminaba pensando en los que seguramente iba a pasar cuando llegara, seguro que ese indeseable grupo de niñas, que quieren hacerme la vida imposible, empezaran a fastidiarme. Como siempre. ¿Por qué no me dejan vivir? La verdad es que, a pesar de todo lo que me hacen, intento pasar todo lo que puedo de ellas. El camino se ha hecho corto. Ya he llegado.
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Extraña maldición
RomanceQueridos lectores: Muchas gracias por empezar a leer mi novela, espero que os guste, y si no es mucha molestia, recomendarla, me haría mucha ilusión . Dejo mi twitter y mi facebook por si queréis opinar, corregirme algo... Lo que sea, os lo agradece...