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La fiesta estaba muy buena, estaban poniendo reggaetón viejito, tal cual como me gustaba, todos en la fiesta estaban perreando y yo no me quedaba atrás; Dante estaba detrás de mi apoyado en una pared, mientras yo movía mis caderas en su entrepierna y de vez en cuando todos gritábamos una parte de la canción. A Dante ya se le estaba notando una erección, entonces paré, y me di la vuelta para poder mirarlo fijamente mientras seguíamos moviéndonos al ritmo de la canción, cada vez nos acercábamos mas, hasta que ya estábamos frotándonos los miembros en la pierna del otro y justo en ese momento cambió la canción, una más suave y romántica

Miguel: estas muy caliente

Dante: un poco

Miguel: ven, yo te ayudo

Agarre a Dante de la mano y nos dirigimos a un baño, Cerramos la puerta con seguro y yo me senté en el inodoro y Dante se sacó la verga del pantalón, dando luz verde para seguir.

Narra Silas

Puse una canción más tranquila, porque quería ver a Dante y a Miguel bailando mas pegaditos, pero me termino yendo mejor, Miguel agarró de la mano a Dante y se lo llevó a un baño, ya me imagino lo que estarán haciendo. En cambio yo estaba solo, por más hembras que tuviera detrás, yo quería algo como lo de ellos dos, no me importa quien fuera, si un macho o una hembra, quería alguien como Miguel, que parecía tan dócil, pero tenía una fiera sedienta de carne por dentro, pero bueno, no podía desear al novio de mi amigo.

20 minutos después

la fiesta siguió con tranquilidad, todo el mundo bailaba, cantaba, tomaban y algunos vomitaban; yo estaba bailando con una gata, hasta que vi a Miguel salir del baño y él se percató que lo estaba mirando, le hice una cara de desaprobación en broma y el se empezó a reír, después miro para abajo y se sacó algo del bolsillo, me lo mostro y pude reconocer que era, su pipa, me hizo señas para fuera con él, así que me separe de la gata y me fui, al parecer ella ni se dio cuenta que me había ido porque siguió bailando como si nada. Cuando llegué donde él, me entregó la pipa y me dijo

Miguel: ¿vamos a tu balcón?

Silas: claro, pero ¿Dónde está Dante?

Miguel: él ya sube, se está limpiando

Cuando dijo eso último, se vio reflejado en sus ojos lo que tanto me gusta de él, esa mirada que parece que te va a matar con una mordida en el cuello.

Miguel: ¿vamos?

Silas: vamos

nos dirigimos hacia mi habitación, la cual tenía un balcón y unas sillas donde nos podíamos sentar y fumar tranquilos

Miguel: ¿Cómo la estás pasando? -dijo mientras sacaba una bolsa con hierba del bolsillo y me la pasaba para que la pusiera en la pipa-

Silas: bien bien y ahora estaré mejor, ¿esta si es de la que me gusta?

Miguel: claro, tranquilo, esta no es de la que duerme, esta te pondrá más activo

Silas: está bien y... tu... ¿Cómo la estas pasando?

Miguel: jejeje, pues la verdad muy bien, pero necesito despejar mi mente un rato, a pesar de todo esto, dante ya se va mañana

Silas: verdad, no tenia eso presente, pero oye, no pienses en eso, él te ama y volverá, podrán seguir su vida juntos

Miguel: eso lo sé, pero también sé que él se quedara un año allá, en un año pueden pasar muchas cosas, él me puede dejar de amar ó yo a él y no quiero eso, pero es algo inevitable, él y yo estamos acostumbrados a estar juntos, la distancia nos va separar

El Chico De La VentanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora