#18

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Dante y Miguel estaban entretenidos con mi miembro, nunca había sentido dos bocas en ese lugar, a pesar del placer que estaba sintiendo, también me sentía muy incómodo, ya desde arriba se notaba el amor que se tenían el uno al otro. Por un momento pararon y se sonrieron mutuamente, después de eso se besaron incluso sabiendo que yo estaba ahí, no aguante mas y los pare

Silas: oigan, es mejor que paremos ya -dije mientras me subía el pantalón-

Miguel: por qué, qué pasó?

Dantes: estas bien Silas?

Silas: no, si quieren sigan ustedes, yo me voy

Terminé de arreglarme el pantalón y salí de la habitación. Quise regresar a la fiesta, pero ya no me sentía bien para seguir ahí, así que fui a otra habitación de la casa y me quedé ahí hasta quedar dormido.

De repente empecé a sentir como los rayos del sol entraban por la ventana y caían directamente en mis ojos, sentía que había pasado muy poco tiempo desde que me dormí, me levante y aun sentía la música en mi casa, pero ya estaba a bajo nivel y habían unos cuantos cantando, cuando llegue al living vi un completo desastre, muchos animales tirados en el suelo durmiendo, basura y botellas por todos lados, pero Dante y Miguel estaban despiertos con unos cuantos más, mientras cantaban canciones de despecho a todo pulmón. Miguel me vio desde donde estaba y le dijo algo a Dante, pidió permiso a los demás para poder pasar y se dirigió hacia donde estaba

Miguel: oe

Silas: oe

Miguel: estás bien?

Silas: si, con un poco de dolor de cabeza y estresado por todo lo que tendré que limpiar

Miguel: También tengo dolor de cabeza, pero no te estreses por la limpieza Dante se va en la tarde y los dos te podemos ayudar a limpiar, si quieres empecemos ya y después empezamos a sacar a la gente de tu casa

Silas: Me parece bien

Miguel: seguro estas bien?

Silas: si -dije mientras le pase por un lado para ir a la cocina-

yendo a la cocina me estaba estresando más, veía aún más basura y más cosas tiradas, cuando por fin llegué a la cocina me alegré un poco, solo había vasos plásticos, ya solo era recogerlos y tirarlos, al menos.  Abrí varios cajones buscando una pastilla para el dolor de cabeza, mientras estaba buscando sentí que alguien me abrazo por detrás

Miguel: Hey grandulón, perdón por lo de ayer, ya sabemos porque te fuiste, no era nuestra intención ponernos así

Silas: Lo sé, no hay problema, quédate tranquilo -dije mientras seguía buscando-

Miguel: oye, qué buscas? -dijo mientras me seguía abrazando-

Silas: una pastilla para el dolor de cabeza, ¿quieres una?

Miguel: Si, por favor

Miguel me dejo de abrazar y me ayudo a buscar la cajita de pastillas

Miguel: creo que las encontré, ¿son estas? -dijo mientras sacudía un paquete de pastillas en la mano-

Silas: déjame ver -me acerque- si son estas

Miguel: a ver, dame

Silas: ya va

Después de tomarnos las pastillas, salimos a recoger todo el desastre, dante también se disculpó conmigo por lo de anoche, pero ya no importaba.

Dos Horas después

Narra Miguel

Terminamos de arreglar toda la casa de Silas y sacamos a toda la gente que estaba, lo cual fue lo más demorado ya que algunos habían venido en carro y no había nadie que lo manejara por ellos, nos tocó llamar a varios taxis y que después ellos vinieran por sus carros cuando estuvieran bien.

Silas: Dante y Miguel, vengan

Miguel y Dante: Ya vamos

Silas: Gracias por quedarse a ayudarme con todo este desastre

Miguel: no hay problema

Dante: si amigo, con todo el gusto

Miguel: y Silas, ¿te puedo pedir un favor?

Silas: claro que si

Miguel: ¿me puedes acompañar a llevar a Dante al aeropuerto?

Silas: claro no hay ningún problema

Miguel: ok, nos vemos a las 2 en mi casa para irnos

Silas: ahí estaré

Dante: Gracias, de verdad, no quiero dejar a Miguel en malas manos

Silas: jejejeje tranquilo, lo cuidare

Dante: gracias nuevamente, nosotros ya nos vamos, tengo que ir a terminar de empacar

Silas: dale, hasta luego

Miguel: Hasta luego

Dante: nos vemos ahora

Dante y yo nos dirigimos al carro, cuando ya estábamos adentro hubo silencio total, nos miramos fijamente y él tenía los ojos aguados

Miguel: ¿Qué pasa amor?

Dante: no te quiero dejar aquí, ahora la ciudad está muy peligrosa y no quiero que te pase nada

Miguel: Amor, estaré bien, sé cuidarme y además te llamare todos los días, te contaré todo y espero que tu hagas lo mismo conmigo

Dante: lo haré, créeme

Miguel: esta bien, dale, arranca el carro hay que ir a empacar y dormir un poco

Cuando por fin llegamos a la casa de Dante, le ayude a empacar lo poco que le faltaba y nos acostamos en su cama un rato, antes de quedarme dormido me sentí muy triste, ahora veía toda su habitación vacía, sin nada, así estaré yo cuando él se vaya, solo y vacío 

El Chico De La VentanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora