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Cuando lo vi irse me quedé sin aire, no podía creer lo que estaba pasando, todo este tiempo esperaba que fuera una broma de mal gusto y ahora que lo veo irse no soy capaz de procesar la realidad

Silas: Migue, ¿me escuchas?

Miguel: eeeh... si, dime

Silas: es que te quedaste paralizado

Miguel: solamente no asimilo bien todo esto

Cuando dije eso mi mamá se acercó a abrazarme

Alejandra: mi niño... no te preocupes, el amor que ustedes tienen la distancia no lo dañara

Miguel: no lo sé, por mi parte lo seguiré queriendo, pero no sé si él vaya a seguir sintiendo lo mismo

Alejandra: no te preocupes por eso, tu haz lo que te haga sentir mejor y si en algún momento él ya no quiere estar contigo, aquí estaré yo para apoyarte

Silas: yo también estaré migue, así que no estás solo en esto

Miguel: esta bien

Silas: y... doña Alejandra

Alejandra: no me digas doña, aun no soy abuela y creo que ni lo seré  -dijo con una sonrisa-

Miguel: a veces no pareces una mamá

Alejandra: jajajajaja, que me querías decir silas

Silas: quería saber si dejaría a miguel estar afuera un rato hoy, para que se distraiga

Alejandra: Me parece bien, pero sabes que deben estar temprano en casa, no quiero que les pase algo

Silas: Claro que sí, entonces migue, ¿te animas?

Miguel: La verdad si, quiero distraerme un rato

Alejandra: Entonces está bien, por favor escríbanme si algo pasa

Silas: está bien, migue y yo nos iremos en mi carro

Con eso me despedí de mi mamá y me dirigí con Silas a su carro. Silas puso música que sabía que me gustaba todo el camino, pero no podía dejar de sentir un vacío en el pecho, tenía ganas de llorar, pero llorar ahora no servía de nada, mis lágrimas no harían que las cosas cambiaran.

Silas intentó alegrarme toda la tarde y en cierto punto lo logró, me llevó a comer helado y después a un parque natural donde podíamos ver el atardecer, además me dijo que tenía hierba de la que me gustaba y obviamente no se la rechace.

Silas: Bueno, entonces quieres que fumemos aquí o donde?

Miguel: jmmmm, ¿quieres ir a amanecer a mi casa?

Silas: ¿allá podemos fumar?

Miguel: si, no te preocupes por eso y la cosa es que hoy no quiero estar solo para nada

Silas: dale, déjame llamar a mi mamá para avisarle

Silas se alejó un momento para llamar a su mamá y después volteo a verme con una sonrisa, parecer un tigre no es nada agresivo, parece un niño en muchas ocasiones

Silas: si me dejo, entonces vamos ya o que?

Miguel: hágale de una

Nos fuimos del parque directo a mi casa, subimos a mi habitación y prendimos el porro, pusimos música que nos gustaba a los dos, nos tiramos en mi cama y empezamos a divagar, hablábamos cosas sin sentido hasta que me acorde la vez que casi hacemos un trío con el

Miguel: oye, ¿por qué huiste del trío la otra vez?

Silas: naaah, no quiero hablar de eso

Miguel: dimeeeeeeeeeeeee, por favor, mira que estoy muy triste

Silas: ni con esos ojos de perrito tierno lograras manipularme

Miguel: pero ¿por qué?, acaso no lo estabas disfrutando o te hicimos sentir incomo...

Silas: era por ti

Miguel: c..cómo que por mi?

Silas: es que, yo tengo un prototipo tanto de hembras como de machos

Miguel: ajam, cuéntame mas

Silas: y tú cumples con lo que me gustaría que un macho tuviera, entonces debo admitir que a veces me daba un poco de envidia de Dante, pero pues... no hay nada que yo pueda hacer al respecto, entonces ese día me sentí un tanto incomodo porque estaba teniendo mi fantasía contigo, pero también estaba mi mejor amigo de toda la vida chupándome el pene

Miguel: wow.... ya veo

Silas: jajajaja, perdona si eso te incomoda

Miguel: no, para nada, yo sé que estoy delicioso

Silas: en eso tienes razón, y oye migue, ahora que estamos

Miguel: dime

Silas: ¿Cómo fue que tu padre consiguió tanto dinero?, nunca lo he sabido bien

Miguel: el entro en un empresa como un simple asesor, pero de ahí empezó a ganar puestos y ya el resto es historia

Silas: ooh ya veo, y como se llama la empresa?

Miguel: Se llama TerraCafe

Silas: oooh... eeemh

Miguel: qué pasa?

Silas: un tío mío trabajo para esa empresa hace unos años, pero se salió porque la empresa traficaba droga en los camiones, jejejeje nadie puede saber esto, lo amenazaron de muerte si llegaba a decir algo, pero un día borracho nos contó a mi padre y a mi

Miguel: no creo que mi padre haga algo de eso ahí

Silas: no lo sé, pero solo te lo digo, tal vez tu padre ni sepa eso, aunque seria muy raro ya que me dices que ascendió muchos puestos y para haber comprado un apartamento como este, tiene que ser uno de los jefes

Mientras Silas me estaba contando eso, todo mi cuerpo se puso frio, no sabia si creerle porque estaba drogado, pero si lo que dice es verdad muchas cosas que pasaron tendrían sentido y a mi padre ya lo han investigado antes, si él no tuviera nada que ver no lo llevarían a audiencias e interrogatorios... no puedo con tanto en mi mente

Miguel: oye silas, que tal si seguimos hablando de esto mañana y nos vamos a dormir

Silas: claro que si

Silas se paró un momento para quitarse la camisa y los pantalones, quedo en boxer, yo solo me quite la camisa y volví a recostarme; él se acostó a mi lado dándome la espalda

Miguel: ¿Silas?

Silas: Dime, migue

Miguel: ¿me abrazarías hasta que me duerma?

Silas: ehm... claro

con eso Silas se volteo y mi cara quedo en su pecho, el me agarro con sus manos y me abrazo, su pelaje era muy suave y abundante; solo en ese momento, se me olvido todo lo malo, lo último que resonaba en mi mente antes de irme a dormir, eran varias preguntas que le quería hacer a mi papá





Nota: Para las pocas personas que siguen leyendo esta historia les pido disculpas por actualizar tan poco, pero desde ahora tratare de subir uno o dos capítulos por semana.

El Chico De La VentanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora