Narra Miguel
Baje las escaleras y le abrí a Dante, él estaba muy bien arreglado, pero lo único que pensé fue "¿pa' qué tanta ropa si ni la vamos a utilizar?", de igual manera le dije que estaba lindo y él me agradeció. Dante entró y al cerrar la puerta me agarró desde las nalgas y me jalo hacia él. Me empezó a besar muy fuerte, me estaba metiendo la lengua hasta la garganta y de repente se le prendió el instinto y me empezó a agarrar con fuerza las nalgas hasta lastimarlas.
Miguel: ¡EEYY!
Dante paró
Dante: ¿qué pasó?
Miguel: trátame con cariño, que me estas aporreando
Dante: oh, perdón, no era mi inte...
Miguel: cállate y sigue
Subimos a mi habitación, cuando llegamos a la cama me tiró en ella y se puso encima de mí; Dante es tan hermoso, mientras estaba encima de mí, nos miramos a los ojos, los tenía brillantes y me transmitía cierta energía de quererlo adentro de mi. Después de eso, Dante empezó a darme besos en el cuello, soy tan sensible ahí que no pude evitar soltar un gemido, al parecer eso le gusto a Dante y empezó a recorrer mi cuello con su lengua, me estaba haciendo soltar pequeños gemidos. Dante paró y me levanto de la cama, empezó a quitarme la camiseta, lo ayude y después empecé a quitarle la de él, tenía muy buen cuerpo, no era musculoso, pero tenía su abdomen marcado y unos buenos brazos. Dante me volvió a mirar a los ojos y dijo
Dante: Te amo
cuando escuche eso, sentí calor en el pecho y cosquilleos en el estómago, tuve que bajar la cara para que no me viera
Dante: ¿qué pasó?
Miguel: Nada
Dante: ¿por qué te pones así?
volví a levantar la cara, sabiendo que en ese momento ya tenía los ojos cristalizados por las lágrimas
Miguel: porque también te amo
Dante me volvió a besar, pero esta vez equilibró la delicadeza con lo salvaje. Mientras lo hacia puso su mano en mi pecho y empezó a bajar hasta meter la mano dentro de mi pantalón, empezó a masajear mi pene, se detuvo un momento y me me volvió a tirar a la cama, me agarró los pantalones y tiró de ellos hasta quitarlos, pude ver en ese momento como él se desabrochaba la correa y se volvió a poner encima de mi.
Mientras Dante seguía besándome, podía sentir como él se quitaba el pantalón, ya los dos estábamos en boxers. Sentía el pene erecto de dante rozando contra el mío, no aguante más y cogí a Dante por el cuello mientras volvía a sentarme en la cama, después le metí la mano en el boxer y él se lo empezó a quitar. El pene de Dante era grande, casi igual al mío; Dante también me empezó a masturbar debajo del boxer, entonces me lo quite y ahora si los dos estábamos completamente desnudos.
Dante volvió a darme besos, mientras lo hacia, yo volví a acostarme y Dante volvió a quedar encima mío. Mientras nos besábamos, frotamos nuestros penes en el abdomen del otro, haciendo movimientos como si estuviéramos metiendo nuestros penes en algún lugar. Dante me agarró del cuello y me empezó a besar por el cuello, hasta que empezó a bajar por mi pecho, después por mi abdomen, hasta que ya tuvo en su cara mi pene.
Los ojos de Dante miraban mi pene con deseo, esta se acercó a mi miembro, pero no lo chupó, en cambio empezó con las bolas, se las metió a la boca y jugaba con ellas, se las sacaba y las lambia con su lengua, lo cual me hacia gemir. Dante empezó a subir por el tallo de mi pene, cuando llegó a la cabeza se la metió en la boca, pero no bajo, solo se quedó chupando la cabeza de mi pene como si fuese una paleta. Se sentía tan bien, se notaba que dante tenía experiencia y ya empezaba a bajar más, cada vez se metía mi pene más en su boca, yo seguía soltando leves gemidos. Dante aumentaba el ritmo y succionaba más, tuve que pararlo
Miguel: es mi turno
Cogí a Dante por la espalda y lo tiré en la cama, empecé a darle besos en el pecho y a momentos le mordía levemente los pezones, a lo cual me respondía con pequeños gemidos. Empecé a bajar mas y mas, ya tenia el pene de Dante en frente mío, pero no quise ir por el primero, cogí las piernas de dante y las levanté, pude ver su ano, se veía limpio y apetitoso, le di un lengüetazo y Dante gimió, me hizo sonreír, quería escuchar a dante gemir más fuerte, seguí dando besos en su ano, le metí la lengua, a lo cual Dante respondía con orgasmos más fuertes; estaba enamorado de la entrada de dante, pero tenia que subir a su pene, así que le metí suavemente un dedo y baje las piernas de dante, con la otra mano agarre su miembro desde abajo y me metí el pene de Dante en mi boca.
Nunca había probado un pene en mi vida, pero sabía rico, se sentía rico y me atragantaba rico, además como deje un dedo metido en el culo de Dante, este gemía mas, ya que me estaba acostumbrando a chuparle el pene, empecé a mover el dedo dentro de él. Dante estaba agarrando las sabanas de la cama con fuerza, tenía sus músculos tensos, y pude sentir en mi boca como su pene palpitaba, ya se iba venir. Pare todo lo que estaba haciendo y deje a Dante jadeante y sudado
Dante: ¿seguro... que.. nunca habías... tenido algo con otro hombre? -dijo jadeando-
Miguel: No
Dante: lo hiciste muy bien cachorro
Miguel: jejeje, gracias
volví a tocar el ano dante, estaba húmedo y muy dilatado, creo que ya era momento de meterle mi pene. Alcé sus piernas nuevamente, me puse en posición, empecé a acariciar el ano de Dante con la cabeza de mi pene, ya estaba muy dilatado, no podía aguantar más y entre...
Esta es solo la primera parte, no quise ponerlo todo seguido ya que no quería hacer el capitulo muy largo, ojala les haya gustado UwU.
ESTÁS LEYENDO
El Chico De La Ventana
Teen FictionMiguel era un joven de barrio, hasta que de repente su padre se vuelve rico; tendrá que empezar una nueva vida, lidiar con el amor y con los secretos de la fortuna de su padre.