Reencarnación

Parte 9

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:D

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El ajetreo del lugar comenzó a despertarla, el dolor en el cuerpo apenas era soportable, pero el olor a su alrededor era terriblemente familiar, poco a poco fue abriendo los ojos la tenue luz d ese lugar no ayudaba mucho a que se orientara, pero el calor del agarre en su mano...

-¿Quién...?

-Farah está bien, estas bien.

-¿Aarón? Dios, como duele.

-Puedo imaginarlo, pero ahora estas bien, dime ¿Puedes recordar un poco de lo que ha pasado? - la morena poco a poco se fue incorporando con ayuda del pelirrojo, permaneció en silencio un par de segundos antes de contestar.

-Estaba con la manada, resolviendo algunos asuntos cuando...Uriel apareció. – pauso, Farah conocía demasiado bien a ese lobo a su lado que pudo notar fácilmente como su cuerpo se tensaba de solo mencionar a Uriel. - no estaba solo, y lo que todos pensamos fue que él regresaría a la manada con otros miembros, pero en algún momento... fuimos atacados.

-¿Qué paso con el resto de la manada? – si Uriel había atacado eso significaba que tal vez pronto iría a buscar a Lira.

-Nos separamos, nos superaron en número en algún momento de la batalla era más fácil dispersarnos y salvarnos que quedarnos juntos y morir. Tu olor me trajo a este lugar aquí está más concentrado, al inicio me costó un poco ubicarme ya que a pesar de que eres tu esta cambiado ligeramente y camuflado con el aroma de los...vampiros. ¿Qué haces tú con vampiros Aarón? ¿Qué fue lo que te ocurrió?

-Una historia demasiado complicada, extrañamente sigo siendo parte de los lobos, aunque no pertenezco a una manada y por otro lado soy parte de los vampiros, soy parte de las dos criaturas ahora, soy uno de ellos, así como uno de los tuyos, lo único que me diferencia es que puedo resistir un poco la luz del sol, aunque esta eventualmente me terminara matando. - explico, nuevamente ambos guardaron silencio.

-No parece que actúen como unos desalmados chupa sangre. - dijo con ligera gracia. - más bien parecen humanos, una familia.

-Lo somos de cierta forma, siempre habrá algo nuevo por enfrentar. - fuera de la habitación se podía escuchar el alboroto Vladimir parecía estar regañando a alguien, pero ciertamente no estaba prestando atención. - yo no estaba aquí cuando llegaste herida, de hecho, fueron ellos los que te encontraron y uno fue quien curo tus heridas.

-Tendré que agradecerles en cuanto pueda, pero y tu ¿Dónde estabas?

-Con Lira. - dijo directo, los ojos de la loba se abrieron de par en par, ahora que prestaba mayor atención a su presencia su aroma que siempre asocio a los pinos estaba mezclado un con perfume de lirios.

-¡¿Lira?! La has encontrado ¿Cómo está? ¿Le has dicho todo que es tu mate?

-No hemos hablado del todo, pero parece creerme de cierto modo, aun así, me pide pruebas para que pueda terminar de convencerse. Me reuniré nuevamente con ella esta mañana y darle todas las pruebas que me pida, pero si lo que me has contado de Uriel, lo mejor para ella es que la traiga conmigo, sé que aquí estará...

Ni bien pudo terminar de hablar cuando la puerta de la habitación se abrió de golpe, un viento frio entro junto a una hermosa mujer de cabellera oscuro y ojos verdes, Leandra paso su mirada entre el gran lobo y la "invitada" que estaba ahora en su cama.

-Querido. - hablo la súcubo. - disculpa cariño, no sabía que estabas ocupado, apenas me dijeron que regresaste queríamos venir a saludarte.

-¿Queríamos?- Farah enarco una ceja, su instinto se puso en alerta ante cualquier ataque, los regaños de la plata baja ahora eran más sonoros, y ahora que prestaba más atención a la mujer esta sostenía algo en los brazos.- eso es... Aarón ustedes han tenido...