Reencarnación

Parte 11

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:D

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Tiempo atrás.

Corría por el bosque, hacer aquello no era la novedad, pero esa vez no disfrutaba de su carrera, al contrario, esta vez corría para salvar su vida.

"Aarón...Aarón"

Llamaba a su lobo, aun no tenía una marca para que él la sintiera en peligro, su corazón latía con tanta fuerza y sus pulmones ardían jalando aire con desespero. Sus ojos se llenaban de lágrimas, y, aun así, no paraba de correr.

Un fuerte gruñido hizo que tropezara un poco, tropiezo que le costó el ser capturada por aquel lobo que la perseguía.

¡AARÓN!

Un último grito hizo eco por todo el bosque asustando a las aves que hasta hace poco se encontraban quietos entre los árboles. Uriel por su parte disfrutaba del hecho de que su víctima perfecta se retorciera intentando liberarse de su agarre, la carrera por huir la había dejado un poco agotada por lo que sostenerla era realmente fácil y su fuerza sobre humana por ser un hombre lobo ayudaba aún más.

- ¡Suéltame! Uriel... ¿Por qué?

- ¿Por qué? Realmente es necesario hacer esa pregunta. - el lobo soltó una carcajada por aquello. - Preferiste ser mate de un convertido que de alguien puro Lira, tu y yo somos destinados.

- ¡No es verdad! - exclamo, retorciéndose con más violencia entre sus brazos. - NO te pertenezco no soy tuya yo no te elegí por que no eres a quien esperaba ¡SUELTAME!

-No intentes negarlo, teníamos todas las señales de que serias mía, te soñé, nuestras miradas se cruzaban, nuestros corazones laten al mismo ritmo, no lo niegues más lira, tú serás mi mate.

-¡Prefiero morir!- Aquella exclamación hizo que Uriel la soltara, la conocía demasiado bien como para saber que decía la verdad, la furia comenzaba a carcomerlo demasiado y no pudo controlarse al momento de abofetear a la azabache.

Lira termino en el suelo con una mano en su mejilla, mano que tenía un anillo que Aarón le había hecho, algo que lo enfureció aún más.

-Bien... no serás mía, tampoco serás de él...-Lira comenzó a retroceder, Uriel la sostuvo de uno de sus tobillos comenzando a arrastrarla entre gritos y patadas, pero el agarre del lobo no cedía.

Uriel la había arrastrado un par de metros lejos donde comenzó a rasgar el vestido de la joven, por segundos que le parecieron eternos ella pensaba que Uriel le haría algo peor que solo golpearla, más lobos comenzaban a llegar, era todos aquellos que se unían a los nuevos ideales de ese sujeto y que no moverían ni un musculo para detenerlo sobre lo que le haría a ella. Con los trozos de tela el lobo atado las muñecas de la chica en una rama alta del árbol y sus tobillos en la parte baja del tronco.

-Si no serás mía, no serás de nadie.

El calor de una antorcha le hizo girar a su lado izquierdo... una loba de su manada le entregaba una antorcha con la cual comenzó a quemar lo que restaba de su vestido, Lira grito, gritaba por Aarón por que la rescatara, en ninguno de sus gritos suplicaba a Uriel, en ninguno se retractaba y decía que sería su mate.

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La noche por fin había llegado y nuevamente se encontraría con Aarón, exactamente no sabía si sería buena idea, no quería encontrarse nuevamente con aquel lobo que la puso nerviosa el día anterior, su cabeza desde entonces no pensaba con claridad, el pelirrojo lo dijo, ella era una reencarnación. Soltando el aire por última vez se hizo para atrás para recargarse contra el tranco de un árbol y mirar al cielo nocturno.