No soy el Típico Profesor ~ Stephen James (TERMINADA)

Capítulo 6

No podía dormir. Simplemente con pestañear veía como esa muñeca diabólica se acercaba hacia mi. Me levanté y fui a por un vaso con agua,necesitaba despejarme. ¡Maldito Stephen! Sólo a él se le ocurre ver esas películas.

Volví hacia mi nueva habitación e intenté conciliar el sueño, y fue bastante bien.

Había amanecido y yo me dirigía a la cocina, me rugían las tripas del hambre que tenía. Tan pronto como llegué me encontré la cocina hecha un caos. Con... sangre por todos lados.

-Hola Jade, ¿quieres jugar conmigo y con mi amigo?- giré la cabeza lentamente encontrándome con la estúpida muñeca, pero con los dientes más afilados y en sus manos contenía la cabeza de alguien, y ese alguien era Stephen.

-¡AHHHHH!- me levanté de golpe, sintiendo gotas de sudor resbalar por mi frente. Había sido un sueño, bueno en tal caso una pesadilla.

-¿Jade estás bien, que sucede?-preguntó un Stephen alarmado y adormilado. Con el torso al descubierto. Únicamente en calzoncillo. Dejando al descubierto muchos tatuajes más. Pobre de mi salud mental.

-He tenido una pesadilla con la dichosa muñequilla -respondí tapándome la cara.

Stephen se empezó a reír. Maldito desgraciado, ojalá se le apareciese la muñeca delante con mi cabeza colgando y usara esta para atizarle.

Sentí un hundimiento de colchón a mi lado y unos brazos recorrer toda mi espalda.

-Tranquilízate, solo fue una pesadilla. Todo irá bien. -dijo susurrando en mi oído por lo que me estremecí. Luego empezó a dejar un camino de besos desde mi oreja hasta el fondo de cuello por lo cual temblé de la cabeza a los pies.

-Stephen...- susurré y me miró a los ojos. Sus ojos brillaban a la luz de la lamparilla de noche. Mi respiración estaba atrofiada al sentir su mirada en mis labios y luego en mis ojos.

-Jade yo...-dijo y bajó la cabeza- buenas noches.- finalizó la "conversación" y salió fuera de la habitación. Yo seguí ahí pasmada, mirando a la puerta. ¿Que acababa de pasar?. Me acosté y me dormí pensando en él.

***

Un tremendo olor a bacon se colaba por la puerta de la que ahora sería mi habitación haciéndome levantar. Olía delicioso, para una amante del bacon levantarse así es como levantarse en el paraíso.

Cogí el uniforme con la ropa interior y unas toallas que me encontré en el armario y me duché. Allí recapacité en como le iba a mirar, o siquiera hablarle. Estaba nerviosa.

Me arreglé bien, bueno, todo lo bien que yo puedo estar y bajé las escaleras yendo a la cocina.Ahí estaba él, comiendo un trozo de bacon , en traje y leyendo el periódico.

-Buenos días- le dije en un susurro lo bastante alto como para que lo oyese, pero no me contestó.

¿Enserio? Cogí una manzana y volví a mi cuarto. Allí cogí la mochila con todo lo necesario para el instituto. Luego de acabar de desayunar bajé encontrándolo mirando las noticias matutinas. No le di importancia, al igual que él y salí de su casa dando un portazo.

-Hola chicas- dije de buen humor, con lo preguntonas y metiches que son mejor me callo y actúo como si nada hubiese pasado.

-Y chicos, nosotros también estamos aquí- respondió Marcos.

-Bueno, vale. Hola chicas y chicos- dije esta vez remarcando la última palabra.

-Hola Jade, ¿que te toca a primera?- dijo Peni.

-Mates, ¿y tú?

-Sociales-respondió haciendo una mueca.

-¿Y tú Vea?- le pregunté.

-Educación Física.

-Pues fíjate que suerte que a mí también- respondió la farola.

-¿Alguien tiene mates?- decidí preguntar.

-Yo- dijo Ana- no. Tengo con el tío bueno- terminó la frase y puso los ojos en blanco.

-Vas a tener suerte que nosotros dos si que tenemos.- dijo Marcos señalándose a si mismo y a Ginger.

-Nosotras forever alone Peni- contestó Ana y sonó el timbre indicando el comienzo de clases y nos dirigimos a las correspondientes.

Matemánticas fue de lo peor, el viejo me echó la bronca por quedarme dormida. ¿Y quién no se pone a roncar si empieza a dar el área de las figuras el primer día? Hay que estar chiflados.

Cuando acabó la clase y salimos vi lo peor que mis ojos pudieron haber visto nunca. Stephen y Amanda besándose y dirigiéndose al cuarto del conserje. Debería haberme dado igual, pero sentía que algo en mi se despertaba. Un dolor en el pecho que no me dejaba respirar, y sabía perfectamente lo que era. Celos.

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Holaaa

Siento subir a esta hora pero estaba estudiando jeje

Que os pareció?

Hasta la semana!

Besos