Sakura se encontraba al borde de las lágrimas, Sasuke no sabía que hacer, estaba preocupado y frustrado, por una parte quería gritarle que no la quería y que busque a alguien que le corresponda, pero no quería alejarla, tampoco perder su duradera amistad, pero no sabía que hacer, por más que intentara explicarle ella no entendía, o lo que sería más obvio, que se hiciera la ciega, porque es clarísimo que Sasuke no se sentía atraído hacia ella de ninguna manera, y no quería tener que fingir que la quería.
—Sakura por favor, entiende que no puedo corresponderte, no quiero tener que fingir que siento algo por ti y acabarte hiriendo -insistía el chico
—Pero Sasuke, solo dame una oportunidad! Solo... deja que intente, solo deja que intente enamorarte... -decía entre ya lagrimas la peli rosa
—Saku... eres como una hermana para mí, por favor no cometas este error, no te enamores de mi, no te conviene -intentaba hacerla entrar en razón
—Que... no me enamoré de ti? Ja! Crees que lo hice a propósito!? Crees que no he intentado evadir estos sentimientos!? Crees que no he pasado noches sin dormir teniendo pensamientos estúpidos del tipo
Seré correspondida!? Soy suficiente para él!?, horas imaginando escenarios en los que vivía en una realidad feliz contigo. No puedo controlarlo! Sólo... de un momento a otro algo creció en mi... algo que nunca espere que creciera tanto... algo que cada vez que intentaba sacarlo de mi cabeza... se hacia el triple de doloroso... solo pensar el que estarás tan feliz con alguien más, alguien que te dará todo lo que no pude dar, y yo estaré ahí, charlando y riendo por el día, pero queriendo romperme la cabeza por la noche... y es así, pasa el tiempo como segundos cuando estoy contigo, pero sin ti siento que moriré. Nunca te has enamorado, no sabes lo que se siente, pero... si solo... me das una pequeña oportunidad de demostrarte que puedo hacerte feliz, eso... eso me haría la persona más bendecida... -dijo la joven con los ojos hinchados de tanto llorar pero con una suplicante sonrisa en el rostroA Sasuke se le estremecía el corazón al escuchar esas palabras, pero si esto no paraba aquí, eso... eso si que sería doloroso
—Sakura... tal vez no puedo entender como te sientes, pero por favor, piensa un poco más en mí, si me amas tanto como dices, me dejarías ser feliz. No quiero, no, no puedo perder tu amistad, eres una de las personas más importantes en mi vida, pero... en este momento solo estás pensando por ti, solo estás pensando en qué te haría mejor a ti, esto me duele demasiado también, verte de esta forma, no poder hacer nada, me siento incapaz... incapaz de remediar un inmenso daño en tu corazón, pero ese... no es mi deber, la única persona que puede hacerte entrar en razón y devolverte la paz, eres tú misma.
Lo siento... en verdad lo siento, no tenia idea que te sentías de esta forma, pero lo mejor para ti será reparar ese daño lo antes posible, y... yo no puedo corresponderte, no puedo entregarte mi corazón, no es correcto, solo te engañaré y está sensación me carcomerá por dentro, busca a alguien más... -dijo Sasuke como si lo hubiera practicado y agachando la cabezaEl ambiente era sombrío, era como si todos los malos sentimientos se hubieran juntado y hubieran creado un agujero negro que se alimenta de cada pizca de luz, Sakura estaba tiesa, las lagrimas recorrían sus mejillas sin parar, Sasuke se sentía vacío, todo lo que dijo fue completamente real, pero sabía que Sakura sentía un inmenso dolor, la sonriente niña con la que jugaba cada tarde, estaba sumida en tristeza.
Y es así, cuando te enamoras, es un tema serio, los sentimientos no son algo con lo que se puede jugar, para nada, un enamoramiento puede ser hermoso, como una flor que espera florecer, crecer y dar más frutos, o puede ser como la hierba mala, crece y crece, destruye lo que esté en su camino, y solo espera a ser arrancada y sellada para siempre. Las personas que se enamoran de verdad lo sabrán, pero aunque puede ser una sensación exquisita y sublime, puede ser venenosa y ahogadora. Por eso el amor debe ser cuidado y protegido, y por sobretodo correctamente seleccionado.—Yo... creo que me distanciaré un tiempo, creo que es lo mejor, para ambos, gracias... y perdón por las complicaciones -dijo Sakura combatiendo por dentro, se secó las lagrimas y salió rápidamente de la habitación
Sasuke estaba ahí, sentando en su cama mirando a la nada, con la mente en un vacío, los minutos y las horas pasaban, y cada vez sentía la cabeza más pesada, estuvo recostado en su cama un buen tiempo.
El sonido del timbre lo distrajo del blanco puro que tenia en mente, se levantó sin pensar en nada y bajo desganado. Al abrir la puerta se encontró con él, ese rayito de luz que lo hizo volver al mundo, que lo recibió con una pacífica sonrisa.—Hola! -dijo Naruto alegremente
—Hola... -respondió Sasuke con una lastimosa sonrisa en el rostro, que hizo que la expresión del rubio cambiara por completo
—Sasuke? Estás bien? Pasó algo? -preguntó apoyando su mano en el hombro del mayor y expresando una preocupación más grande de lo que se esperaría de un par de conocidos
Lo sintió, Sasuke sintió ese roce de calidez que le hacía falta, eso era lo que necesitaba, a él.
—Naruto, puedo abrazarte? -dijo mirando al rubio fijamente y este lo miraba perdido —solo... lo necesito, tan solo un rato.. y -Sasuke se vió interrumpido por los brazos
morenos que rodeaban su cintura con fuerzaEl azabache correspondió directamente el abrazo, inmensamente agradecido por que Naruto le haya dado ese gesto, el intuyó que Sasuke se sentía mal con tan solo verlo, ni siquiera precisaba pedírselo, el rubio lo hubiera hecho de todas formas.
Se quedaron así, abrazados, Naruto con la cabeza en el pecho del mayor, escuchando el latir relajado de su corazón, era tan cómodo, tan cálido, tan reconfortante, tan cariñoso, simplemente un momento perfecto, mejor dicho, con la compañía perfecta. Ambos lo necesitaban, con el calor entre sus cuerpos era suficiente para sentirse completos, y nuevamente felices.

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Ese doncel es mi vecino
Fiksi PenggemarNaruto y Sasuke son vecinos desde que tienen memoria, sus familias son bastante cercanas pero entre ellos nunca hubo más que un "somos conocidos". Hasta que un día, el rubio olvida cerrar su ventana y le regala unas cautivadores vistas después de t...