El ascenso de los magos de las sombras

Capitulo 43 Mundo de la memoria: Coronacion

En lo profundo de una cámara subterránea debajo del palacio, se esta llevando a cabo una ceremonia sagrada. La cámara no era de ninguna manera grandiosa ni ceremonial en absoluto. De hecho, era bastante pequeño, aunque ciertamente era lo suficientemente grande como para mantener a las trece personas al tanto de este evento.

Yami se arrodilló frente a su padre, no, sus sacerdotes. Sus compañeros magos se arrodillaron detrás de él, a pesar de los argumentos que los sacerdotes presentaron acerca de que se trataba de una ceremonia privada y secreta. Ellos habían sido parte de su vida mucho más tiempo que cualquiera de los sacerdotes, y merecían ser testigos de este evento. No lo quisiera de otra manera. En el pasillo, Shimon, Mana, así como varios otros consejeros y eruditos empleados en el palacio, esperaban con anticipación.

Con reverencia aceptó el Rompecabezas del Milenio de Akhenadén, su tío. El había aprendido desde entonces en los últimos setenta días a través de Bakura, tratando de ocultar su deseo de arrebatarle el Rompecabezas de las manos. Esta fue la parte más peligrosa de la ceremonia de coronación privada según los otros Portadores de los Artículos; si el Rompecabezas no lo aceptaba, las Sombras destrozarían su alma.

Mientras que la Corte frente a él esperaba con ansiedad, pero Yami y su Corte Secreta lo sabían mejor. No había forma de que las Sombras repudiasen al que reconocen como su verdadero Faraón. Esperaron con un tipo diferente de anticipación: estan esperando a ver qué sucedía cuando Yami recuperó su poder.

Todos los magos habían llegado a un acuerdo con la oscura historia de los Artículos durante los últimos setenta días, prometiendo no permitir que otro evento como ese volviera a suceder. Eso explicaba por qué las Sombras parecen tan interesadas en la justicia y la equidad. Las 99 almas de esos condenados, que de hecho fortalecen los Articulos, también parece impartir sus últimos deseos a las Sombras en su deseo de justicia contra aquellos que les hicieron daño.

En el momento en que el Rompecabezas descansó completamente contra su pecho, Yami sintió el poder de las Sombras surgir cuando le dieron la bienvenida. Se regocijaron y estallaron con entusiasmo, provocando la alarma de los otros Portadores. Yami sonrió cuando las Sombras se envolvieron a su alrededor; fue como un abrazo de un viejo amigo, asegurándole que no le guardaban rencor por los crímenes cometidos por el consejero de su padre. No tenía ninguna duda de que sus amigos detrás de él lucían sonrisas tan amplias como la suya.

Los Sacerdotes retrocedieron tanto como la habitación les permitió, no tanto por miedo, sino con una saludable dosis de precaución mientras las Sombras bailaban salvajemente. Los magos, por otro lado, se sentaron tranquilamente en medio de todo, bebiendo del poder de las Sombras con las que habían perdido el contacto desde que entraron en este mundo.

-¿Faraón?- La voz insegura de Isis lo sacó de su euforia por la reunión.

Se puso de pie y rápidamente despidió a las Sombras con un gesto de la mano para aliviar las preocupaciones de los sacerdotes. Si sus caras eran algo por lo que pasar, estaban teniendo recuerdos del incidente justo antes de su decimotercer cumpleaños.

-Estoy bien- aseguró, sin dejar de sonreír. Las Sombras todavía bailaban alrededor de sus pies, pero no se encendieron notablemente -Las Sombras estaban ansiosas por darme la bienvenida-

-¿Esperabas que sucediera esto, faraón?- Mahaddo preguntó con cautela -Te estás tomando esto bastante bien. Pensé que podrías estar más... aprensivo... considerando tus experiencias pasadas-

Escuchó las burlas ahogadas de los magos detrás de él. Décadas de experiencia con las Sombras difícilmente lo harían adverso a ellos, sin embargo, Yami sabía los incidentes a los que se refería Mahaddo y entendía su preocupación.