┊🦋 Venti

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–¿Que hay del Mayor y...la General?

–Él no está aquí. Ya que...esta ocupado con la victoria de la posguerra y Tn fue con él. No es una situación en la que tengan oportunidad de venir.

–Entonces...entonces...ellos están vivos ¿Verdad?

–Es verdad.

Mientras Violet seguía preguntando sobre Gilbert y Tn. Hodgins le respondía como podía, incluso le dijo que ellos estaban en una mejor condición que ella, por lo que debería preocuparse más por si misma. Pero Violet sospecho por un momento en que si la información era cierta.

En una parte del hospital, solamente podía divagar en su mente una susurrante voz masculina. Miraba sus extremidades artificiales, del mismo color azul claro, frías.

"Si Violet piensa que estoy con Gilbert, puede que...se necesite algo más consiso para creerlo...Pequeña Violet, mi pequeña niña...lo siento..."

......

–Mi broche...mi broche esmeralda-aguamarina...es un obsequio del Mayor y la General. Si se ha perdido, debo buscarlo ¡Me lo dieron a mi!– Violet movió su cuello en un energético intento de levantarse.

Hodgins se movió frenéticamente para detenerla. Sin embargo no hubo problemas, incluso sin que él la frenara. Violet no podía levantarse en absoluto.

–¿Por qué? ¿Por qué?

–¿Esta bien siempre y cuando sea de ese color? Comprare otro para reemplazarla ¿De acuerdo?

Violet negó con la cabeza ligeramente.

–No hay...reemplazo.

–Entiendo. Lo compraré de nuevo, tenlo por seguro, pequeña Violet.

–¿Puede hacerlo?

Hodgins sonrió jactancioso y asintió.

–Probablemente. Creo que fue al mercado negro. Trataré de contactar a un comerciante que conozco, por favor, no pienses en salir de aquí hasta entonces ¿No podrías soportarlo? Los broches son...cosas completamente diferentes pero...¿no son lindos? Este es exactamente como uno que solía tener en el pasado. Pequeña Violet ¿hubieras preferido los conejos de peluche u osos?

–No lo sé.

–¿Cuál de ellos es el más lindo? Si no tuvieras más opción que elegir uno, dime cuál sería.

Ciertamente nunca le habían hecho tal pregunta. Violet miró silenciosamente los peluches de derecha a izquierda.

–¿Qué pasa si la condición es que el mundo termina si no respondes? De acuerdo ¡Tres, dos, uno! ¡Responde!

–Imposible...el perro...¿tal vez?

–Mickey ¿verdad? Ah, Mickey era el nombre del perro que solía tener. Entonces, lo dejaré a tu lado ¿No es genial, Mickey? Has sido elegido.

Hodgins colocó el perro de peluche que había escogido Violet. Él masajeó su propio pecho mientras la veía finalmente calmarse. Sudor frío le recorría la espalda.

Al principio, Violet parecía no tener ningún interés, pero finalmente arrastró su cabeza hacia el muñeco de peluche y tocó con su cara.

Después de mirarla por casualidad por un momento, Hodgins dijo:

–Pequeña Violet, hay demasiada gente por aquí, así que si una habitación privada queda vacante ¿Debería transferirte? Se han hecho los trámites. Han pasado muchos meses desde la última batalla.

Hablaba, sobre lo que había pasado en la enfermería, sobre que habían muchos heridos y pocas camas, pero finalmente se habia disminuido su número pero era a causa de que muchos de los soldados habían muerto y tal vez ya hayan habitaciones privadas disponibles.

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El hospital del ejército de Leidenschaftlich estaba rodeado por un bosque con una exuberante vegetación. El camino arreglado para las sillas de ruedas empujadas por soldados voluntarios había comenzado a convertirse en un lugar de descanso para los pacientes. Las mesas y sillas de madera estaban dispersas a lo largo de su curso, y no era raro ver al personal del hospital distribuyendo comida a su alrededor a la hora del almuerzo. En ese ambiente, habían un hombre y una chica:

–Pequeña Violet, ¿No estás cansada?

–Presidente Hodgins, no hay problema ¿Qué hay de diez caminatas más?

–Eso no funcionará. El doctor dijo que solo fuera una vez y regresarás ¿no? También me pongo ansioso cuando te veo así. Te empujare en el camino de regreso.

–Pero...

–No

–Pero...

–No puedes. Sabre de inmediato si te estás forzando.

–Bien...

–Ahora, limpiemos ese sudor, o de lo contrario, te resfriaras– dijo Hodgins sacando un pañuelo.

Violet lo agarro, impidiendo limpiarle adecuadamente la frente.

–¿No puedo ser yo quien lo limpie?

–Puedo hacerlo. De lo contrario, no podré practicar

–Pero, oye, te arruinaras el cabello.

Desde que la joven soldado Violet había despertado, el número de visitas que le habían hecho se habían acumulado en dos meses. Cada vez que se veían, siempre le preguntaba sobre el Mayor Gilbert o la General Tn la visitarian. Ellos no habían ido a verla hasta ahora.

Perfect Blue 🦋 Gilbert Bougainvillea Donde viven las historias. Descúbrelo ahora