Capitulo 28♕

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Odio Que Me Hagas Amarte|Capítulo 28

Estuve todo el día acarreando cosas por todas partes, aparte de las cosas que Justin me hacía hacer contra mi voluntad, agregado con los por lo menos cinco besos en los labios que me obligó a darle, y la semana solo acababa de empezar.

Intentaba olvidarlo, pero pareciera como que el lo supiera y no me dejara desprenderme de este sentimiento, me lo ponía a cada minuto mas difícil.

-No entiendo como soportabas vivir en un lugar tan pequeño-Dijo mientras se acostaba perezosamente en el sillón-

-No entiendo como soportabas vivir en un lugar tan pequeño-Repetí en forma de burla-¡No entiendo como soporto estar aquí contigo!

-Si me sigues gritando juro que terminaras en la piscina-Yo solo apreté los dientes, intentando contener las malas palabras-

-Aquí no hay piscina-Dije a regañadientes-

-Que novedad-Dijo en tono sarcástico mientras prendía la tele-Y linda, si no te molesta me traes un vaso de agua

-Si me molesta-Dije otra vez, con los dientes aun apretados-

-Si, que bien por ti, ahora tráemelo-Apreté mis puños y me dirigí a la cocina antes de que explotara-Al menos espero que esta vez llegues a los vasos-Dijo riendo-

-Aquí tienes-Derramé el baso de agua sobre su cabello, las gotas recorrieron solo hasta su torso debido a su posición horizontal-¡Santo dios!-Dije imitando una cara de arrepentida-¡Lo siento tanto! ¡No ha sido a propósito!-Pero el tono cínico y sarcástico no podía ocultarlo con el-

-_______ Elizabeth Parker-Dijo mi nombre enfurecido, ¿Cómo las pagaría por haber sido una niña mala esta vez?-¿Te has dado cuenta que acabas de hacer?, Supongo que tomaste en cuentas las consecuencias, ¿No?

-Si-Dije con simpleza-¿Qué? ¿Me vas a pegar?

-Ojalas pudiera-Dijo mirándome con cara de pocos amigos-Ya pensaré en algo-Se levantó del sillón y estaba subiendo las escaleras-Ah, lo olvidaba-Se detuvo en seco y giró para mirarme-Hoy no necesitaras el pijama, nena-Y siguió su camino hacia arriba-

La noche había llegado, eran las 11 PM, subí a mi habitación, hora de enfrentar a Justin y sus estupideces.

-Yo supongo que lo que dijiste en la sala era una broma-Dije sonriendo tiernamente-

-No-Respondió el imitando una sonrisa parecida a la mía, sonriendo dulcemente-

-No creo que a tu novia le guste esto-Dije como si fuera una niñita de cinco años que amenaza a su padre con contarle a su madre lo que vio si no le compra la Rosalba que vio en la tienda de juguetes-

-No me digas-Respondió imitando mi voz-Te quitas la polera y el short, y dormirás con lo que sea que traigas abajo

-Pero…-Le reclamé pero fui interrumpida-

-Nada de peros-Dijo el sonriendo abiertamente-Tu me dijiste que habías pensado en las consecuencias, y esta es solo una-De mala gana bajé mi short y luego saqué mi polera-

|*|

Dios, definitivamente ella tenía el mejor cuerpo que había visto alguna vez en mi vida, y si que había visto muchas chicas en mi vida, tenía unas piernas encantadoras, una cinturita pequeña y perfectamente delineada, y para que hablar de sus pechos-reí estúpidamente por estar pensando insanamente así en mi “hermanita”-.

Además de tener cuerpo perfecto, tenía una sonrisa encantadora, sus dientes perfectamente en su lugar correcto y brillantemente blancos, su cabello largo, negro y con una que otra onda, sus ojos verdes miel y sus pestañas crespas de nacimiento, no solo era bonita, era natural, como amaba eso de las chicas.

Pero siempre tenían algún defecto, siempre, y en el caso de _________ era su forma de ser, desagradable desde mil kilómetros de distancia, orgullosa, algo egocéntrica y caprichosa a veces.

Mirarla, contemplarla, admirarla, y adjetivos de esa naturaleza, con ella los usaba perfectamente, pero si metíamos su boca en el asunto, su horrible personalidad y su tonto orgullo, bien, adiós a todo lo bueno.

-Podría quedarme mirándote…

Y teniendo pensamientos pervertidos contigo.

-…Toda la noche, pero tengo sueño, apaga la luz y acuéstate

Ella pagó la luz, y debido al silencio de la noche pude escuchar perfectamente su gruñido, yo me reí levemente, de seguro me estaba mirando feo.

Ella se acostó y yo no tarde mucho en pasar mi brazo por su estómago desnudo.

-Me sueltas AHORA-Dijo como tono de orden, yo solo me reí-

-¿Por qué debería de hacerlo?-Susurré en su oído mientras mi mano descendía hasta su pierna-

-Ahora-Solo que su tono autoritario desapareció, siendo reemplazado por uno de notorio nerviosismo-

-¿Estás nerviosa, nena?-Le pregunté susurrando a su oído, y casi podía sentir que tiritaba-

-¡No! ¡Deja de tocarme!-Empezó a forcejear, pero mas que nadie sabía que era un esfuerzo inútil, era tan delicada como una muñeca de porcelana, no logró ni siquiera hacerme pestañear-

-Déjame ver…No-Solté una sonora risa-

-¡Bieber!-Gritó ella entre dientes, pero antes de que yo pudiera decir algo sonó su celular, yo la solté y ella respondió-¿Hola?-Me acerqué a ella para escuchar su conversación (ooee loco sapo okno ._. xd’)-

-Hola mi niña, ¿Cómo están?-Era Adelia-

-Bien mami-Pero podía notar que estaba algo molesta-

-¿Todo en orden?-Preguntó ella-

-Si mamá, está todo en-Se frenó en seco cuando de sintió mis besos recorriendo su cuello-

-¿Hija estás bien?-Le preguntó ella con tono preocupado-

-Si, si, una mosca, una muy molesta mosca que mataré si no deja de molestarme-Dijo ella “Empujándome” yo le llamaría mas como rozarme-

-Que bien hija-Soltó una pequeña risita-¿Te desperté?

-No, mamá…¡Ah!-Gritó cuando mii mano se posó en su pierna y comenzó a proporcionarle pequeñas caricias-

-¿La mosca?-Preguntó su madre riendo-

-Si-Contesto ella también riendo, pero fingidamente-

-Entonces te llamo después para que acabes con esa mosca, te amo hija

-Te amo, mamá-Luego solo escuché el tiic del teléfono-Suéltame ahora

-Bien como digas-La solté no sin antes robarle un pequeño beso en los labios y que escuchara sus quejas largo rato, mi venganza apenas empezaba-

Odio que me hagas amarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora