Mamá me enamore de un criminal / Arvin Russell y Tú

Tu querido A - Cap 13

No fui cuidadosa con la información que poseía, le dije a mi amiga el negocio de mis papás, le dije a Arvin. No se necesitaban muchas personas para que todos en el pueblo se enteraran pronto

Llegue a mi casa, Arvin me dejo un poco antes ya que nos daba miedo a los que nos vieran. Llegue a la casa y no había nadie en la sala o comedor, así que fui directamente a mi cuarto.

Mi mamá estaba sentada en la orilla de mi cama como si me estuviera esperando

–Tu sola te has encargado de echarte a la calle, solo te digo una cosa, nunca te traicionaré pero la lealtad de tu padre te puedo asegurar que es muy pequeña– dijo mi mamá dejando el cuarto

Mi papá era capaz de hacer más por su negocio que por mi. Me sentía rechazada incluso por mi propia familia

–¿Como todo puede estar tranquilo si acaban de descubrir el secreto de los famosos ramos?– dije en voz alta hablado sola

–Vi una nota en un periódico ¿Ya se sacó a la luz la verdad?– dije abriendo la puerta, sin salir del cuarto

–¿Tu porque crees que tu papá no está aquí? Fue a darles su buen dinero– dijo mi mamá que me daba la espalda ya que estaba en la sala viendo tele

–¿A quien les dio dinero?– pregunté

–Fue a pagar para que nuestro apellido no fuera manchado, este es el segundo pago que le obligan a dar– dijo mi mamá sin algún sentimiento

–¿Te fijas cómo todo está bien hasta que abres la boca?– dijo mi mamá girando su cabeza hacia mi

No pude evitar encerrarme en mi cuarto y llorar. Lo que mi mamá me dijo fue cruel pero también era la verdad. Me daba tanto miedo el regreso de mi papá, lo podían matar en cualquier momento o incluso me podía señalar con el dedo y dejar caer el peso sobre mi.

Mi papá regreso alrededor de media hora, la media hora que duraron siglos para mi, afortunadamente no todo empeoró. Sentí como el supo de mi presencia cuando entro a la casa, aunque tenía la puerta cerrada y no lo podía ver

Abrió la puerta y fue directo al grano

–Tus manos también están manchadas, así que no preguntes donde fue el dinero de tu querido A– dijo con la mano en la puerta y señalando abajo de mi cama

Se refería al dinero que me había dado Arvin. En la caja de madera puso un "Gracias -A". Mi papá no le paso por la cabeza que "mi querido A" era Arvin

Cerró la puerta de golpe y agradecí que solo hizo eso. No me importaba tanto el dinero, incluso en mi mochila llevaba más que me dio Arvin. Las cosas que más duelen son las de carga emocional no las que eran pasajeras como el dinero

Más tarde, un poco más calmada, estaba en la ventana de mi cuarto, la toalla enrollada abajo de mi puerta para impedir el paso del olor del cigarro y la luna. Me puse a fumar, esperando que quizás llenar un vacío que ni siquiera sabía de qué tamaño era. No entendía muchas cosas y me preguntaba porque me pasaban a mi. ¿Donde están todas esas personas que prometí mantener cerca siempre? ¿Donde estaba mi persona especial en este momento? Sentía que mi presencia no cambiaba nada aquí, incluso que todos estarían mejor sin ella. Me sentía tan sola y vulnerable ya nada parecía mejorar. No me quedaba en un punto muy malo, las cosas siempre se calmaban, pero me estaba quedando en un punto medio, no estaba ni bien ni mal. No se cual era peor verme morir lentamente o morir instantáneamente.

No me quiero despertar de esto esta noche