-¿Dónde están las paletas? que no las veo- dijo Arvin señalando con una mano mi paleta y la otra en el volante-Confórmate que te di tus cigarros- dije con la paleta en mi boca
-Aun así no sabe rica la combinación de cigarro y paleta- dijo Arvin
-¿Ya llegamos verdad ¿Qué hora es?- dije incorporándome
-Este callejón feo es la entrada y son las 12:30 am- dijo Arvin viendo el reloj
-Bueno espero y la fiesta dure- dije bajándome en cuanto paró el carro
Llegamos y deje que él pasara primero a la fiesta ya que me daba pena. Él me llevó a una parte medio oculta del lugar que tenían cortinas rojas en la entrada. No estaba casi aluzado el lugar, era misterioso y un poco tenebroso. Arvin me tomó de sorpresa de la cintura mientras yo veía el lugar
-No digas nada de lo que sabes y podrás seguir comiendo paletas en el carro- dijo viéndome fijamente a los ojos y terminando de hablar me soltó
Llegaron los mismos hombres de la primera vez que llegue al lugar y empezaron a jugar sus apuestas, me resultaba curioso como Arvin podía ser más interesante que las apuestas que hacían. Se enojaba, se reían, daban y quitaban dinero , a eso le llamaban diversión. Nunca vi esta vez a mujeres al lado de los hombres, yo por mi lado me quede viendo desde un sofá de terciopelo que había ahí
-¿Disculpa tendrás un encendedor?- dijo una chica quizás 2 años mayor que yo
-No, perdóname- dije
-Maldita sea, mi novio solo pierde dinero en estas noches, ojala fuera tan inteligente como el tuyo- dijo sentándose al lado mío
-No es mi novio- aclare
-Sabes los hombres de aquí son muchos pecados, incluso te dirán que has caído en desgracia si te ven con ellos aunque harías todo por ellos - dijo ignorando mi respuesta
-¿Por qué dices eso?- le pregunté
-Porque dicen que todos los chicos buenos van al cielo pero los malos traen el cielo hacia ti- dijo levantándose para irse
Fije mi mirada en ella hasta que desapareció de mi vista. No sabía de qué hablaba pero por alguna razón quería saber lo que sentía. Siento que nada ni nadie me prepararía para eso, no sabia cual era el precio a pagar pero parecía importarme poco. Qué mejor manera de comprobar eso que dijo con la persona más cercana que tenía en ese lugar, Arvin
Después de haber terminado de jugar a las apuestas, se formaron grupos pequeños donde se formaba la platica sin intentar. Estaba sentada al lado de Arvin, me metí fácilmente a la plática ya que no fue muy difícil. Terminamos de hablar alrededor de 3 horas, en las películas no mencionan el sentido de humor que tienen los criminales ya que recuerdo habernos reído la mayoría del tiempo. Se fue muy rápido el tiempo, solo sabía que era de madrugada y tenía todavía energía.
-Vamos a bailar a donde está toda la gente- dije acercándome al oído de Arvin ya que había mucho ruido
-Son las 4 de la mañana ¿No tienes que regresar a tu casa?- dijo acercándose a mi oído
-Quiero ir allá antes de que acabe- dije hablando en voz alta para que me escuchara
Los dos tratamos de adentrarnos a pesar de la gente empujando inconscientemente y logramos quedar casi en el centro. Cada vez que veía a Arvin parecía que las luces de colores lo hacían más atractivo. La tensión en nosotros cada vez aumentaba más y quería romperla lo antes posible
-¿Me puedo dar de tu cigarro?- le pregunté queriendo quitárselo de la boca
Me impidió quitárselo y me apretó abajo de los cachetes para que abriera la boca. Dirigió su boca con la mía haciendo que sus labios rozaran un poco con los míos mientras dejaba el cigarro en mi boca y después yo acomodarlo bien con mi lengua. Me reí por su creatividad y empecé a fumar mientras bailábamos, estaba segura que hace mucho no me sentía así, parecía que estábamos solos aunque había montones de gente alrededor nuestro.
Nos fuimos del lugar y ya había salido el sol, eran alrededor de las 5:39 am. Pasamos un poco antes de llegar a mi casa y Arvin estaciono el carro. Saque con otra paleta de mi bolsa y me la comí enseñándole que si tenía más para hacerlo enojar
-Pensé que no tenías más paletas- dijo
-No comparto mis paletas- dije sentándome en sus piernas
Me quito la paleta de la boca y el la llevo a su boca, no se lo impedí ya que por alguna razón quería verlo con mi paleta en su boca. Él se la comía mientras yo seguía arriba de sus piernas, hablábamos sin parecer que le diera asco aunque estaba cubierta de mis babas. Me gustaba verlo, cada movimiento que hacía, como se expresaba, dios sabe que me podría quedar viendo horas sin pedir descanso.
Llegamos a mi casa alrededor de las 6:20 am. Estaba tan cansada que parecía imposible bajarme del carro. Arvin se bajó y me abrió la puerta esperando que saliera pero no lo hice. Me tomo en brazos y me llevó en brazos como a un bebe hacia la ventana de mi cuarto. Arvin me bajo llegando a mi ventana y antes de despedirme de él, le quite mi paleta de su boca, lo bese suavemente y me metí a mi cuarto cortando el beso.
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Mamá me enamore de un criminal / Arvin Russell y Tú
Hayran KurguAmarte es una historia de supervivencia y perdón