Capítulo 17.

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Sintió algo de frío al despertar, se levantó con pereza y no tuvo que caminar mucho para encontrar la camiseta gris de mangas largas de Hyun Jin en el piso. Se la puso rápidamente antes de regresar a la agradable calidez de la cama que compartía con su novio, ahora complementada con la prenda de vestir ajena, misma que le quedaba tan bien como si fuera propia.

El rubio pronto lo atrajo hacia su cuerpo y Seung Min respondió a ello apoyando su cabeza encima del pecho del más alto. Después de un par de minutos en silencio, una suave risa escapó de los labios del menor.

—¿De qué te ríes? —Preguntó Hyun Jin aún con voz somnolienta mientras acariciaba el brazo de su novio—. No te estoy haciendo cosquillas, ¿o sí?

—No, no. Sólo estaba recordando la cara que puso mi papá ayer cuando te besé en la sala.

Hyun Jin entonces rio también, repitiendo en su cabeza ese momento de la noche anterior y reconociendo que, a pesar de lo repentino, había sido agradable. Lo único que esperaba era no haber perdido puntos a favor con el papá de su pareja, si es que aún le quedaban algunos.

—¿Le notaste las ganas que tenía de decir "No hagan eso en mi casa"? —Volteó a ver a Seung Min.

—Sí —asintió el pelinegro—, pero no pudo hacer nada más que quedarse con ellas porque esta casa es nuestra, no suya —sonrió con cierta satisfacción.

El mayor terminó por sonreír de la misma manera y luego le dio un besito al más bajo en la cabeza.

—¿Qué quieres hacer hoy, amor? Es nuestro día libre.

—Deberíamos tener una cita —contestó seguro, acariciando un poco el pecho del contrario por debajo de las sábanas.

—Deberíamos —estuvo de acuerdo.

Seung Min prestaba más atención a su apariencia cuando tenía citas con Hyun Jin y éste siempre le decía que se veía precioso con cualquier cosa que se pusiera o con cualquier peinado que intentara, haciéndolo sonreír. El pelinegro adoraba aquello. Cuando el contrario lo abrazaba por la espalda sorpresivamente y le llenaba el rostro o el cuello de besitos era lo mejor.

El rubio terminó de ponerse su sudadera para poder salir y, una vez cerrada la puerta de su casa, sujetó la mano de su novio, entrelazando sus dedos. La sonrisa tan hermosa de Seung Min sin duda iluminaba su mundo, todo a su alrededor adoptaba un brillo magnífico gracias a ese chico. Estaba cada día más enamorado.

—Minnie...

—¿Sí?

—E-estaba pensando... —Nervioso, se rascó la nuca con la mano que le quedaba libre—. Quiero decir, ¿tú has pensado en...?

—¿En qué cosa?

—Y-yo... no quiero empezar a decir cosas extrañas, es muy temprano para eso, pero siento que no te agradezco lo suficiente por todo lo que haces por mí —habló con una pizca de timidez asomándose en su voz—. Si no fuera por ti, yo no tendría ni la más mínima idea de cómo se siente ser feliz... ¡Pero feliz de verdad! No como en los cuentos que escuchaba cuando era un niño pequeño.

—Eres tan tierno. Me da gusto poder regalarte esa sensación que mencionas, Jinnie, no me parece que estés diciendo algo extraño —respondió con honestidad.

—Tengo miedo —continuó tras dejar salir un suspiro—. No puedo imaginar qué sería de mi vida si tú no estuvieras en ella, no puedo imaginar qué pasaría conmigo si un día tú decidieras irte... —Admitió—. ¡Ah! Lo siento. No, no. Sé que eso suena muy mal, depender de otra persona para estar bien no es nada sano, no quería ponerlo de esa manera, yo sólo...

Felicidad de verdad [HyunMin] [ChanLix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora