Felicidad de verdad [HyunMin] [ChanLix]

Capítulo 18.

Chan abrió una de las bolsas de frituras que el menor había llevado y comenzó a comer en medio de la transmisión en vivo.

—"Están en la casa de CB97, ¿cierto? ¿Van a grabar algo juntos?" —Felix leyó un comentario en voz alta—. No vamos a grabar nada además de esta sesión de preguntas y respuestas, pero sí, ahora mismo estamos en la sala de nadie más y nadie menos que Chan. Si nunca les ha dado un recorrido por su apartamento, deberían empezar a exigirlo —contestó en tono medio bromista.

—Lix sólo está de visita —explicó el mayor tras comer un par de frituras—. Parece que le agrada venir a dejarme comida chatarra y recordarme que les debo un recorrido. Lo grabaré pronto, ¿de acuerdo?

—Bueno, ya lo escucharon —sonrió y le pasó el teléfono al otro australiano—. Ahora te toca a ti leer un comentario.

—Veamos... "¿Son sólo amigos? ¿O están saliendo?" —Rio un poco al terminar de leer—. Oh, si vuelven a decir algo así, Felix se sentirá tan incómodo que tendremos que interrumpir la transmisión. ¿En verdad quieren eso?

El rubio soltó una risa suave y negó un par de veces. Extendieron la sesión, aunque sólo unos cuantos minutos más de lo que habían planeado, y se despidieron alegremente con la promesa de grabar otro vídeo juntos en un futuro no muy lejano.

Felix se quedó un rato más con el castaño antes de regresar a la casa de Lee Know. Vieron una película para –según Chan– aprovechar los bocadillos que el más joven ya había comprado, y sin duda el tiempo que compartieron fue muy agradable.

Los días pasaban y Hyun Jin no sabía cómo decirle a Seung Min que deseaba casarse con él. Vivir juntos y decirse lo mucho que significaban el uno para el otro casi a diario era hermoso, pero sentía un gran deseo de sellar su amor de otra manera.

Mientras sus días libres se iban en visitar varias joyerías de la ciudad para buscar anillos y planear una sorpresa romántica para el pelinegro, éste ni siquiera sospechaba que su novio quería dar el siguiente paso en su relación. La idea de casarse era preciosa, pero ni siquiera habían conversado al respecto, así que Seung Min pensaba que sucedería varios años después.

Sin embargo, eso no quería decir que no notaba el comportamiento un tanto extraño de su pareja. Lo único que podía esperar era que el rubio se encontrara bien.

—Minnie...

—¿Sí? —La voz de su novio buscándolo había logrado sacarlo de sus pensamientos.

—¿Qué te parece si salimos a cenar, cielo? —Preguntó el rubio, dando pasos que se escuchaban cada vez más cerca—. Abrieron un nuevo lugar de comida china por la zona y estaba pensando que sería genial ir a ver qué tal está.

—Mi amor —rio un poco—, me lo hubieras dicho antes. Ya estoy preparando la cena.

Hyun Jin finalmente entró a la cocina y sonrió de lado. Seung Min estaba vigilando algo en la estufa, usando su simpático delantal celeste con la cara de un cachorrito café al centro, como cada vez que cocinaba.

—Así que llegué tarde —suspiró el más alto.

—¡No te desanimes! La cena será una delicia —prometió—. Ni siquiera podrás pensar en un buen restaurante cuando pruebes esto... —Agregó con cierto orgullo.

Hyun Jin se acercó al más bajo y lo abrazó por la espalda, dejando sus manos unidas delante del cuerpo ajeno y recargando su barbilla encima del hombro izquierdo de Seung Min.

—No lo dudo —dijo por fin, besando la mejilla del contrario con un cariño inmenso.

—Oye, Jinnie... ¿Cómo te has sentido últimamente? —Se animó a preguntar—. ¿Está todo bien?