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Ni-ki y Sunoo no se veían todos los días, porque lo fines de semana, el mayor debía asistir a una de sus actividades con sus amigos

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Ni-ki y Sunoo no se veían todos los días, porque lo fines de semana, el mayor debía asistir a una de sus actividades con sus amigos.

Ni-ki asistía a un pequeño club de basketball con Heeseung y Jake.

Entrenaban los Sábados y jugaban todos los Domingos.

Se sentía muy a gusto allí, pero no había experimentado tal emoción como cuando Sunoo apareció mágicamente en uno de sus juegos.

Había llegado con sus padres justo antes de que él juego comenzara y buscó al mayor con la mirada por toda la cancha hasta que lo encontró.

Ni-ki anotó una canasta casi enseguida.

Sunoo aplaudió contento y gritó ánimos para el mayor.

-¡Vamos, Ni-ki!

El mayor se volteó y vio la sonrisa del pequeño Sunoo. Esa sonrisa hermosa, sólo para él. Su mejor amigo había llegado allí sólo para apoyarlo.

Y desde ese momento, jugó con más ganas que cualquier otro partido. Y anotó muchas veces más.

Estaba demasiado feliz.

El equipo de Ni-ki ganó y clasificó al campeonato de la ciudad.

Los padres de ambos jóvenes los llevaron a comer helado, a la tienda que tenía un pingüino gigante afuera.

Definitivamente, Sunoo era la luz de los días de Ni-ki. 



 

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Si hay algún error, por favor avísenme. puede que me equivoque y no cambie los nombres de los personajes originales.



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𝙋𝙖𝙨𝙞𝙩𝙤𝙨 𝙙𝙚 𝙥𝙞𝙣𝙜𝙪̈𝙞𝙣𝙤 - 𝙎𝙪𝙣𝙠𝙞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora