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A Ni-ki le gustaba asistir a la escuela, pero ahora no podía dejar de pensar en que el pobre Sunoo debía estar sólo en casa todo el día

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A Ni-ki le gustaba asistir a la escuela, pero ahora no podía dejar de pensar en que el pobre Sunoo debía estar sólo en casa todo el día.

Nunca había sentido la emoción de ir a recreo.

O jugar con sus amigos.

O ir a almorzar en grupo.

¡Que feo sería eso para Ni-ki!

Ahora se encontraba en medio de la clase de Artes, dibujando una tarjeta con un pingüino para su nuevo amigo.

Y nunca se había preocupado tanto de pintar sin salirse de la línea.

-Ni-kiiiiiiii, vamos a jugar.- Un despeinado Jake de cabellos castaños apareció. Se veía mucho más pequeño que Ni-ki, pero asistían al mismo grado.

-Jake, no puedo jugar. Debo terminar mi tarjeta para Sunoo.

-¡Qué bonitoooo! Pero ¿Quién es Sunoo?

-Es mi nuevo amigo.

-¿Dónde está? ¿Es imaginario?

-Que malo eres. Sunoo no viene a esta escuela y si existe.

Ni-ki le sacó la lengua y siguió pintando su dibujo. Aunque también pensaba en cómo podría ayudar alniño de cabellos negros a que pudiera asistir con él a la escuela.

¡Que ganas tenía de que Sunoo le esperara afuera del salón para poder ir a recreo juntos! Pero para ello, tendría que trabajar mucho. Y así le podría presentar más amigos al menor.

Sonrió y miró por última vez su dibujo antes de guardarlo en su mochila.

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Si hay algún error, por favor avísenme. puede que me equivoque y no cambie los nombres de los personajes originales.


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𝙋𝙖𝙨𝙞𝙩𝙤𝙨 𝙙𝙚 𝙥𝙞𝙣𝙜𝙪̈𝙞𝙣𝙤 - 𝙎𝙪𝙣𝙠𝙞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora