Capítulo 2

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Aquí estaba, no se como, pero estaba frente a la casa que me ordenaba en el mensaje, antes de venir me llegó un último correo y decía:
"Lleva una máscara"

Estaba aquí con una máscara blanca con detalles azules, siempre asustaba con esta máscara, y sin ella.

Me acerqué a la puerta y toque tres veces la puerta, no había nadie, eso parecía, pero era la hora acordada.

Toc

Toc

Toque dos veces de nuevo, y pegue mi oído a la puerta para ver si podía escuchar algo.

Silencio.

Luego unos pasos dirigiéndose a la puerta.

Abrieron al fin, frente a mi había un tipo de cabello negro y ojos azules, con un antifaz verde. Me invito a pasar, era algo raro, había muchas personas que no conocía, y quizá no lo haría, todas traían máscaras. Se acercó alguien con una bandeja y una variedad de bebidas, tome una, y camine hacia una puerta de cristal que daba hacia un un bosque, era muy lindo, intente abrir la puerta, pero estaba cerrada, decidí pasear por toda la casa.

Era muy espaciosa y había personas por todos lados, al principio creí ver al tipo de la cafetería, pero supongo que sólo fue una alucinación, debieron ponerle algo a mi bebida, abrí la puerta de un baño me metí dentro y tire la bebida por un desagüe.

-Ya te diste cuenta que le ponen droga eh?.- me asusto una voz, me dijo vuelta rápidamente y descubrí al chico de los tatuajes.

-Quizá sólo estoy alucinando, que estás aquí.- dije caminando hacia el.lavabo, para lavarme las manos.- O no?

-No, realmente estoy aquí.

Me gire y al mismo tiempo se escuchó salir de una bocina una voz, quizá la del tipo que me abrió la puerta cuando entre.

-Por favor, todos bajen a la sala de música, hay un nuevo miembro.

Y supongo que se refiere a mi.

Me di vuelta para pedirle a John que me acompañará, pero me di cuenta de que ya no estaba.

Baje las escaleras para encontrar a varias personas en al parecer era la sala de música que indicaron, tiene que ser, tiene instrumentos dentro así que bueno.

-Bienvenida.- era el chico que me abrió la puerta, y a un lado de el estaba John.- Tienes que subir ahi.- señaló un pequeño escenario.- Y presentarte, sólo tu nombre y edad, De acuerdo?

Asenti con la cabeza y camine hacia el pequeño escenario, sentía miradas sobre mi, pero no quería mirar, me pondría más nerviosa.

-Hola, me llamo Sydney.- susurre.

-Más fuerte!.- grito el tipo de la puerta.

-Hola, me llamo Sydney.- subí el volumen de mi voz.

Como si fueran robots todos respondieron hola al mismo tiempo.

-Fuera máscaras.- dijo el chico de la puerta.

Justo cuando todos se quitaron las máscaras, logre ver la cara de John y de el chico de la puerta, luego todo se volvió negro.

Desperté conectada a un montón de máquinas. Entre en pánico. Comenze a gritar. Entró una enfermera y detrás de ella John, me inyectó algo, y caí en un profundo sueño.

Cuando desperté lo primero que vi fue al John a un lado mio sentado en una silla.

Odiaba los hospitales. Y estaba en uno. ¿como llegue aquí?

-Te desmayaste.- respondió John rápidamente al ver la duda en mis ojos.- Al parecer la droga en el bebida te hizo efecto retardado.- había algo en sus ojos, curiosidad, decepción, no lo se.

-En cuanto podré salir?

-En unas horas creo.

-Oh, de acuerdo.

-Por que te cortas?.- podría ser más directo?.- y no digas que no lo haces por que estoy viéndolo.

-No asustó tuyo.

-Vamos, puedes confiar en mi, se que nos conocemos hace poco, pero te quiero.

-Nos conocemos hace unas horas, y ya dices que me quieres?

-Si, ese es mi defecto, me cariño muy rápido.

-Luego te diré si?

El sólo asintió. En realidad le preocupaba, que raro.

Se abrió la puerta y entraron dos personas y estaba claro que no era ni el doctor ni una enfermera.

-Se despertó la princesita!.- dijo la chica, creo que también estaba en la casa antes de que me desmayara.

-No seas tan ruda.- dijo el de los ojos azules.

Ambos se sentaron en un sillón, blanco frente a la cama, el color blanco me hacia perder la paciencia. El doctor entró y me dijo que ya me podría ir, al parecer John tiene una pésima memoria por que se olvidó de presentarme a su amigos.

-Que te parece si nos reunimos hoy John?.- dijo el chico de los ojos azules, estaba dentro de un baño sintiéndome, y los escuchaba.

-No lo se, tengo que cuidar a Sydney.

-Ell también puede venir!

-O, nos podemos reunir en la casa de ella.- esta vez hablo la chica, cabello castaño, ojos grises.

Salí del baño y al parecer ya se dio cuenta de que no nos había presentado.

-Sydney, siento mo haberte presentado a mi amigos, ella es Sky.- señaló a la chica.- Y el es david.- señaló al de ojos azules.- Ahora los conoces! Nos reuniremos en tu casa.

-De acuerdo, no es casa, es un departamento.

-Perfecto.- dijo david.- Sólo estaremos nosotros cuatro.

Nos fuimos en el auto de david, todo el camino fue raro por que sky no dejaba de mirarme. Raro. Creo que me quedé dormida, por que cuando desperté escuche música y gritos, entre a la sala y encontré a varias personas.

Dijeron que sólo seriamos cuatro!

El club de los suicidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora