No juegues con mi mente (Steve Rogers y tu)

Explicaciones

No se realmente como llegué a la torre, y menos al gimnasio, pero estaba demasiado enojada, triste y frustrada, como para no hacer nada. Había cargado a mi cuerpo con la mayor cantidad de electricidad que pude, y habiendo dejado en cero a 3 baterías, comencé a lanzar contra la pared, rayos, bolas eléctricas, lo que saliera producto de mi bronca...

Pero como toda ignición espontánea, se apaga rápidamente...

En menos de 15 minutos, me encontraba llorando en silencio, abrazada a mis piernas en una de las esquinas, bastante cubierta para que nadie me viera, ni siquiera tenía fuerzas para subir a mi cuarto.

-_______, se que estas acá, por favor, quiero hablar con vos-

Era Bruce, aún así no le respondí, quería llorar tranquila

-JARVIS me dijo que estabas acá, por favor sal... ¿Qué pasa?- me encontró- shhhh ______, no llores, por favor, shhh ¿qué pasa?- se había sentado junto a mi y ahora me estaba abrazando por los hombros

-Es... mi... mi familia... Bruce... -dije entre sollozos- sin ellos... jamás hubiera... salido adelante... aún cuando no lo sabían- no podía parar de llorar, él apenas entendía que quise decir

-A ver _____, tranquilizate y cuando puedas hablá-

Luego de varias bocanadas de aire pude al fin pronunciar de corrido -Bruce, la familia que está secuestrada, es la mía, son mis padres y mi hermana, no solo unos ex agentes y su hija-

Se quedó helado

-Oh por dios, lo lamento tanto, yo... lo de esta mañana...-

-No, quedate tranquilo, no sabías nada, yo fui la que grité como loca, no es tu culpa-

-¿Querés hablar de esto?-

-Sí, pero no acá, acompáñame a mi cuarto por favor, acá entran todos-

-Claro, vamos-

Me limpié rápidamente la cara y nos dirigimos al ascensor, agradecí profundamente que no hubiera nadie en la sala que me viera en este estado, por lo que seguí mi camino a mi cuarto.

-¿Estas segura?- dijo Bruce mientras habría la puerta

-Si, muy segura- entré y una vez que cerré la puerta proseguí- necesito hablar con alguien, si me lo guardo para mi misma, creo que voy a explotar-

-¿Sirvo café?

-Si uno pequeño- bendito seas Tony por ponerme una cafetera en mi cuarto.

Nos sentamos en el cómodo sillón y comencé a contarle todo, que descubrí mis poderes a los 7; que mis padres nunca supieron que podía hacer muchas cosas más, además de leer la mente, hasta que me fue a buscar Fury; que la única que lo supo fue mi hermana, con la cual practicaba, haciéndola levitar o leyéndole los pensamientos, de pequeña; y como con su apoyo incondicional, incluso sin saber de todas mis habilidades, yo había vivido feliz junto a ellos. Básicamente la historia de mi vida.

-¿Por qué nunca dijiste nada de tus padres?-

-Ellos son ex agentes, no quería que pensaran que estaba en el equipo por acomodo, o algo por el estilo, quería demostrar que era suficientemente buena para estar con ustedes-

-Ya lo demostraste, tranquila pequeña-

-¡Que no soy pequeña! Emm... igual, no digas nada- agregué algo nerviosa -por favor-

-Creo que te considero una hermana mejor, así que si, sos pequeña. Quedate tranquila, no voy a decir nada, y hoy a la noche los vamos a salvar-

-Bruce, gracias, en serio, muchas gracias-

-De nada... pequeña-

-Dios, ¡ya calla!-

Y comenzamos a reír, le agradecería eternamente por hacerme reír en un momento así, fue casi un milagro.

Pero de la nada PUM. 

Me di vuelta asustada, no sabía que era, y quería saber, aunque lo último que pensé ver en mi vida, fue a un Steve Rogers altamente enojado y la puerta de mi cuarto en el suelo.