No juegues con mi mente (Steve Rogers y tu)

Presentaciones

Odio levantarme temprano, un domingo, para hacer las tareas del hogar... Bueno, odio levantarme temprano... y los domingos, como los odio, pero sobre todo odio cualquier cosa que empiece con "tareas".

Okay, seguro están pensando "esta chica odia muchas cosas" pero no, en realidad no, hay muchas otras que me gustan, leer, escuchar música y nadar... ¡amo las clases de natación! pero eso es cosa de los viernes y los sábados; y aunque suene extraño, considerando que tengo casi 18 años, me gustaba ir a la escuela, lo pasaba bastante bien, excepto como ya dije, por las tareas.

No, tampoco era "súper popular" ni nada, era más bien solitaria, pero es algo que yo misma elegí. Podría haber sido popular, digo, soy atlética y me gusta la danza, no me habría sido muy complicado ser porrista, pero por el bien de los demás preferí ser la rarita del grupo.

Ahora se preguntaran "¿Por qué eso de por el bien de los demás?" o quizá no se lo estén preguntando, y solo quieren que me calle, pero como sea, se los voy a contar. Resulta que soy mutante, si, lo que escucharon. Digo, leyeron, soy mutante. No es algo que se note a simple vista, ¡tan rara no soy!, es mas bien una mutación en mi cerebro, tengo desarrolladas partes que otros seres humanos no. Con esto no quiero decir que sea mas o menos inteligente que nadie, ¡por supuesto que no!, hay miles de personas que pensarían que soy una tonta, pero esto si hace que tenga "habilidades" por así decirles, especiales, de las cuales se enteraran mas tarde.

La cosa, es que ni bien me levante ese domingo, supe que algo andaba mal, o que por lo menos algo extraño iba a pasar, pero teniendo en cuenta, que tengo presentimientos de ese tipo cada dos por tres, solo lo ignoré y empecé a hacer todo lo que debía hacer.

Primero que nada hice mi -odiosa- tarea escolar, sé que es un mal sistema, pero suelo acumular todo para el domingo y hacer todo junto, es algo masoquista de mi parte, pero lo prefiero así, me da tiempo para relajarme en la semana, además era de las últimas que tenía antes de graduarme.

Luego casi llegando al mediodía, comencé a ayudar a mi mamá con los deberes hogareños, lavar la ropa, barrer las habitaciones, tender las camas, etcétera, ya que mi papá y mi hermana no estaba, las únicas para hacer las cosas éramos nosotras dos.

No somos la familia perfecta, es más, me peleo con mis padres o mi hermana, al menos, una vez al día, pero nos amamos, que es lo más importante. Mi padre, un hombre alto y algo panzón de 52 años, se llama John Kelly; mi madre, Rachel, delgada y de escasa estatura, es muy bonita, y aparenta ser mucho mas joven que sus 48 años; y por último, mi hermana menor April, de apenas 10 años, es una joven altamente deportista y competitiva, ama los caballos y prefiere el color violeta antes que el rosa.

Bueno, continúo, recién a las dos de la tarde habíamos terminado todo, por lo que decidimos almorzar algo, una ensalada rápida, para ser más exactos.

Mi padre y mi hermana, no habían llegado todavía, estaban en un partido de fútbol de April, por lo que seguro, llegarían rondando las cinco de la tarde.

Una vez que terminamos de almorzar, mi mamá se fue a leer un libro a su cuarto, y yo me quedé viendo televisión en el comedor. Creo que me estaba por quedar dormida, cuando vi una camioneta negra, estacionarse en la entrada de la casa, de nuevo ese presentimiento, volví a ignorarlo y me dirigí a la puerta a ver de quien se trataba. No voy a mentir, me asusté bastante, es decir, cuatro hombres, tres de ellos que simulan ser guarda espaldas, con sus trajes impolutos y lentes oscuros, se encontraban en la puerta de mi casa, sumado al cuarto, el jefe, un afroamericano vestido como un integrante de la película Matrix, pero con un parche en el ojo.

Al abrir la puerta, y el supuesto jefe comenzó a hablar, incluso antes de que pueda decir algo:

-Señorita Kelly, nos gustaría a mi y a mis agentes hablar con usted y su madre- dijo tratando de entrar a mi casa.

-Woah woah woah- puse una mano en su pecho para frenarlo y lo empuje un poquito, deforma que todavía se encontrara del otro lado del portal de la puerta- Primero que nada, buenas tardes- lévate una ceja y esperé que respondiera.

-Buenas tardes- dijo de mala gana el personaje de Matrix, y los demás solo asintieron, al parecer les cortaron las lenguas como los Avox, o no les gustaba hablar, supuse que era la segunda opción por lo tanto continué

-Segundo, me encantaría saber con quien hablo, es decir, su nombre, y tercero y principal, para qué quieren hablar con noso- antes de que terminara, una voz femenina a mis espaldas respondió

-Nick Fury, quien es jefe de S.H.I.E.L.D, y quiere hablar con nosotras, por vos- la voz, quien resulta ser mi madre, concluyó

-¿Se conocen?

-Si- dijeron ambos

-Okay... entonces pasen- algo extrañada, y aún desconfiando de los desconocidos, los dejé entrar, creo que mi presentimiento tenía razón...

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Cuando llegamos a la sala, cada uno tomó asiento, y por cada uno, me refiero solo a mi madre, este tal Fury, y yo, ya que sus tres perros guardianes, o "agentes" como los llamó, se quedaron detrás del sillón en el que su jefe se sentaba, como custodiándolo, aunque no se de que, ni que lo fuera a atacar o algo.

Dejé que mi madre hablara con él, y fui a preparar café para los dos, y un vaso de agua para mi.

-Así que, señor Fury...- comencé repartiendo lo que traía- dígame que necesita de mi-

-______ estuvimos esperando todos estos años, hasta que fueras lo suficientemente mayor para ayudarnos-

-Si se refiere a S.H.I.E.L.D, discúlpeme, pero yo no tengo ninguna habilidad especial que su organización necesite, es más, soy lo mas normal que una adolescente puede ser- dije rápido, si, estaba mintiendo, pero desde que supe de mis poderes, tuve miedo de convertirme en una especie de rata de laboratorio, y no iba a permitir que eso pase.

-_____ si, se refiere a S.H.I.E.L.D, y sabemos todos que no es así- dijo mi madre como si fuera algo obvio

-¿Qué?- traté de hacerme la desentendida

-Que sabemos de tus dones, _____-