Capítulo 17

2.3K 443 130
                                    

Miró la taza de café caliente frente a él, repasando lo que iba a decir.

—Me hiciste falta toda la noche, hyung —la suave pero ronca voz de TaeHyung sonó a sus espaldas, sacándolo de sus pensamientos. Casi automáticamente su cuerpo se tensó—. ¿Te quedaste dormido en el sofá?

HoSeok se quedó en silencio, recibiendo un beso en la coronilla y viendo a TaeHyung tomar asiento frente a él con una pequeña sonrisa en el rostro. Parecía completamente ajeno al suceso de la noche.

Inhaló profundamente.

Debía hacerlo de una vez.

—No.

Había sido una noche de mierda para HoSeok. Algo menor que un desvelo luego de confesarle abiertamente sus sentimientos en ese "te amo" a su mejor amigo durante un orgasmo no esperaba.

HoSeok en todas esas interminables horas en el sofá decidió que ya no existía posibilidad para que siguiera sosteniendo su situación. Ya no podía evadir la realidad o esos sentimientos incorrectos e imposibles allí, burlándose de él.

No iba a tomar el papel del chico gay babeando en secreto por su mejor amigo heterosexual.

El cliché del mejor amigo heterosexual no iba a pasarle a él, bajo ningún punto de vista era factible.

Era hora de cortar esta mierda de raíz.

TaeHyung alejó la taza de té de sus labios al instante y clavó su mirada intensamente en él.

—Está... ¿bien? —dijo extrañado TaeHyung bajando la taza con una pintura de Vincent van Gogh que HoSeok le había regalado en uno de sus cumpleaños—. ¿Podrías ponerme en contexto para saber a qué le dices "no" concretamente, HoSeokie hyung?

TaeHyung arqueó una de sus cejas, y sumándose a la atenta mirada de este, HoSeok olvidó completamente lo que iba a decir. Horas de desvelo pensando y pensando meticulosamente las palabras que quería decir se habían esfumado en un abrir y cerrar de ojos. Con tan solo una mueca.

Estúpido y atractivo TaeHyung, pensó en sus adentros. Todo sería más fácil si su belleza le siguiera pareciendo genérica y normal.

Trató de buscar las palabras correctas, pero no quiso tardar tanto porque sabía que luego no sería capaz de hablar sobre el tema. HoSeok necesitaba ser totalmente sincero con TaeHyung.

Tomando una bocanada de aire, por fin dijo—: Estoy... confundido, TaeHyung. Necesito que entiendas que no quiero echar a perder nuestra amistad por folladas.

Se felicitó por sonar totalmente estable y convincente. Casi ni parecía que estaba temblando de los nervios.

Mierda. En su maldita vida se imaginó que estaría sentado, hablándole a su mejor amigo de sentimientos no amistosos seriamente.

¿En qué momento se había ido todo al infierno? Ah, sí. Cuando JiMin iluminó a TaeHyung con ideas de mierda. Jodidamente resentía a Park JiMin. Y jodidamente se resentía a sí mismo por acceder a cumplir los caprichos de TaeHyung... Ahora estaba ahí, enmendando y lidiando con las consecuencias de malas ideas.

TaeHyung abrió la boca y a los segundos volvió a cerrarla sin decir absolutamente nada. HoSeok estudió sus expresiones faciales con detenimiento; el menor parecía sorprendido, no estaba enojado o asqueado como habría esperado, simplemente estaba sorprendido. Bastante, de hecho.

—Oh —fue lo único que dijo. Y caminó hacia el sofá y se dejó caer en él, con su expresión en blanco.

—¿“Oh”? ¿Es lo único que responderás? Me costó decirte eso.

El menor parecía estar meditando sus palabras.

—Es que no sé qué decirte, hyung —hizo una pequeña pausa, pensativo e impactado al mismo tiempo—. ¿Sientes-- ¿Me estás diciendo que... sientes algo por mí?

Oh, hombre. No fue nada normal cuánto golpeó su corazón contra su pecho cuando escuchó a TaeHyung decir esas palabras. Era demasiado para él lo que estaba pasando.

—Vamos, Tae, no me hagas repetirlo, escuchaste a la perfección lo que acabo de decir y eres bastante inteligente como para leer entre líneas —dijo él avergonzado y negándose a decirlo nuevamente en voz alta. Probablemente sus mejillas habían alcanzado un color rojo inhumano.

HoSeok vio a TaeHyung juntar sus manos, dejando descansar su cabeza en ellas.

—¿Por eso me dijiste hace una semana que querías parar? ¿Ya tenías... dudas en ese momento? —indagó TaeHyung en voz baja, seguidamente suspiró—. Carajo. Soy horrible y un completo idiota, hyung. Yo que te seguí presionando e insistiendo para que continuaramos —se lamentó. HoSeok fue a sentarse a su lado y apoyó una de sus manos en el hombro desnudo del menor, queriendo desplazar de su campo visual las marcas que había dejado en él la noche anterior.

—Oye, tranquilo. Yo también lo quise, ¿recuerdas? Para follar se necesitan dos personas —trató de animar a TaeHyung—. Solo... que parece que no eres el único que desarrolló sentimientos extraños... —dijo con una risita que sonó horriblemente incómoda y estrangulada—. Efectos secundarios de las buenas folladas, ¿supongo? Te felicito, al final no fuiste ni un poco mediocre —bromeó otra vez, pero cada vez que lo hacía parecía más forzado e incómodo. 

—Soy el peor, hyung, puse mi placer por encima de tu bienestar, y no trates de excusarme esta vez —TaeHyung quitó las manos de su cara y se giró para mirarlo—. ¿Qué quieres que hagamos? Haré lo que me pidas, HoSeokie hyung. Juro que respetaré lo que quieras y haré todo al pie de la letra —dijo solemnemente.

—No mucho, en realidad, solo quiero que volvamos a ser los de antes, TaeHyungie —replicó él, sin pensarlo mucho—. Vuelve a ser el promiscuo, pervertido y heterosexual mejor amigo que tuve hace meses —dijo juguetón, empujándolo.

Ojalá su corazón hubiera entendido la broma porque el malestar en su estómago ante la idea indicaba lo contrario.

—Oh, hyung —TaeHyung lo atrapó ente sus brazos y apoyó el mentón en su coronilla, en un cariñoso y apretado abrazo—. Prometo que haré lo mejor que pueda para que todo vuelva a ser como antes. Realmente siento que hayamos llegado hasta aquí cuando dijiste que no querías hacerlo.

—Está bien, TaeHyungie, lo superaré —dijo correspondiendo el abrazo—. Superaremos esto juntos como siempre lo hemos hecho, sé que me ayudarás con eso.

Estuvieron en silencio unos cuantos minutos, ambos siendo un desastre de pensamientos.

—Espera. ¿Quieres seguir con la farsa del noviazgo? Entendería si no quieres... —comentó preocupado su mejor amigo, separándose y mirándolo.

—Solo quedan unos días, mientras no haya nada de besos estaré bien —y no jodas más mi cabeza con tus cambios de actitud pero eso decidió guardarselo para él.

—Nada de besos. Bien. Lo tengo —asintó repetidas veces el menor.

Ver a TaeHyung tan dispuesto le hizo sentir que le quitaban un peso de encima. No debería ser difícil olvidarse de sus sentimientos de esa manera, ¿verdad? El panorama de la situación se veía bueno.

Luego de aquella conversación, HoSeok y TaeHyung se prepararon para ir a la escuela con total normalidad.

Realmente todo parecía que marcharía a la perfección pero entonces, ¿por qué HoSeok sentía una latente decepción en su pecho? ¿En serio había pensado que TaeHyung iba a confesarle amor eterno? ¿Y entonces qué, iban a vivir felices para siempre? Se tuvo que recordar que esto era la realidad. TaeHyung únicamente había querido experimentar su sexualidad; él seguía siendo el heterosexual que solo mantendría una relación amorosa con mujeres.

Y ahora él era un chico gay babeando por su mejor amigo.

Maldición.

Tuvo que ignorar el amargo sabor de su boca con una sonrisa en el rostro y pretender que todo estaba bien lo que restó de día.

Arreglar este desastre no iba a ser tarea fácil, HoSeok era dolorosamente consciente de ello.

T.S.B.F.C. <VHope>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora