T.S.B.F.C. <VHope>

Capítulo 7

Usualmente, a esa hora, un sábado y casi invierno, TaeHyung estaría durmiendo como oso abrazado a HoSeok —o viceversa— luego de una larga madrugada de juegos con sus amigos virtuales en la casa del mayor para hacerle compañía. Pero hoy no era esa clase de sábados tranquilos. No. Hoy era uno de los sábados en los que la dinámica era diferente y su fan interior salía a flote.

Aquel día era la semifinal, y el equipo Dangguk (el quipo que representaba su instituto y que lideraba su mejor amigo) definiría si llegaba a la final o no.

—¡Vamos, Hobi hyung! ¡Eres el mejor! —gritó tan fuerte como sus pulmones le permitían desde las gradas,  poniendo sus manos alrededor de sus labios para que suene más alto.

El partido aún no iniciaba, pero ya estaban todos los jugadores en el campo calentando.

La preocupación floreció desde lo más profundo de su pecho al notar que HoSeok se moría de frío con sus piernas expuestas por los pantalones cortos, y sus brazos apenas cubiertos por una fina campera deportiva.

—Oye, bájate o golpearán tu cara de modelo, TaeHyung —le advirtió JiMin tirando de su campera hacia el asiento.

—Pueden comerme el culo los del otro equipo —contestó, quitando delicadamente la mano de JiMin de su abrigo—. Hyungie va a lucirse y este partido será inolvidable, lo presiento.

Y lo iba a ser. Solo que no de la forma que esperaban.

Vio a HoSeok acercarse a su entrenador y decirle algo, a lo que este rodó los ojos y asintió de mala gana. Su mejor amigo conectó su mirada con la suya y le hizo una señal con la cabeza para que se arrimara al borde de la cancha. TaeHyung no dudó y caminó esos cortos metros rápidamente, llagando a donde HoSeok estaba con una leve sonrisa.

—¿Estás listo para lucirte, capitán? —preguntó un alentador TaeHyung, sacando unos pequeños paquetes calentadores de sus bolsillos y colocándolos sobre las rojas y frías orejas de HoSeok.

—Ah~ —canturreó feliz HoSeok por el calor—. El juego ya está por empezar, TaeHyungie.

—Déjame adivinar: ¿quieres que te tenga la campera?

—Sí —HoSeok afirmó sonriente y se quitó la prenda, dándosela—, con ella eres mi amuleto de la suerte.

—Yo invito la comida si ganas, hyungie.

—Prepara la cartera porque ganaremos, y la victoria me da hambre —dijo altanero el mayor, comenzando a alejarse.

—Claro que lo harán —respondió cariñoso él—. Suerte, HoSeokie hyung. Te amo~ —dijo tiernamente.

—Gracias y te amo también, TaeHyungie~.

HoSeok se fue a la cancha haciéndole un corazón con sus dedos y él volvió a su asiento, donde JiMin lo esperaba con una expresión que no podía leer.

—¿Cómo lo hacen? —preguntó JiMin de repente.

—¿Uh? ¿Hacer qué, exactamente? —replicó en pregunta él.

—Hacer como si nada hubiera pasado entre ustedes y seguir tratándose igual de melosos que siempre —explicó, haciendo notar su extrañeza—. YoonGi hyung y yo hace años nos hicimos pajas mutuamente y no pudimos vernos a la cara por un mes. Y hasta el día de hoy, lo único que queremos es olvidar que alguna vez pasó.

—Así que fue por eso... —respondió pensativo TaeHyung, recordando aquel momento— Pues... No lo sé —se encogió de hombros—. HoSeokie hyung y yo pasamos por toda situación posible; una mamada y una paja con dedos no es la gran cosa. Supongo que además ambos lo necesitábamos para soltar algo de tensión. Fue solo un poco de diversión mutua entre amigos.