T.S.B.F.C. <VHope>

Capítulo 22

—¿Por qué está tu chico malo de cliché revoloteando alrededor de mi mejor amigo otra vez, JiMin-ah? —inquirió TaeHyung con una ceja alzada y brazos cruzados, queriendo que sonara como una broma. Claramente falló porque el sarcasmo y la irritación goteaban en su voz.

TaeHyung y JiMin se encontraban a unos cuantos metros de JungKook y HoSeok observándolos. Ellos parecían estar en su propio mundo, hablando animadamente (casi de manera coqueta, si le preguntaban a TaeHyung su opinión).

—Mira quién habla de clichés. Noticias para ti, mi amigo: tú estás enamorado de tu mejor amigo y no lo quieres admitir aunque estás aquí a mi lado hirviendo de celos mientras lo ves con JungKook —habló JiMin con sus dientes apretados, a la defensiva.

Auch. Eso fue un golpe bajo.

—Eso fue muy bajo, JiMin-ah —respondió al instante—. No estoy enamorado de Hobi hyung, sólo me preocupo por él y lo estoy cuidando —carraspeó con sus hombros tensandose.

—Pues tú también te pasaste. JungKook no es mi chico malo, sólo es historia pasada y quiero que ahí se quede: en el pasado —argumentó de la misma manera JiMin—. Excepto que está siendo más difícil de lo que esperaba... —murmuró para sí mismo.

TaeHyung alzó las cejas, sin estar convencido con sus palabras y volvió a mirar a los dos chicos: ahora JungKook estaba abrazando a HoSeok por los hombros mientras al mismo tiempo que reían por alguna razón desconocida.

Rodó los ojos y con un resoplido, deslizó su mirada hacia cualquier otro lado del patio. No quería seguir viéndolos, lo irritaba demasiado. Lo hacía hervir en envidia, para ser más concretos, porque él ni siquiera podía rozar su brazo con el de HoSeok sin que se tensara o se estremeciera por el contacto, para que luego se alejara de él como si tuviera alguna enfermedad mortal contagiosa. A este punto, TaeHyung ya había perdido la cuenta de hacía cuánto perdió el privilegio de tocar a su mejor amigo como antes.

Se clavó en la mente como un chip el recuerdo de que esto era parte del proceso para volver a tener una amistad normal; esto era para que HoSeok dejara de tener esa mirada triste en su bonito rostro.

Tomó una profunda respiración y reprimió toda su mierda irracional.

Ya había pasado un mes y unos días desde la llegada de Jeon JungKook a sus vidas y... TaeHyung no lo soportaba más. No lo malinterpreten, se había tomado el tiempo de conocer al pelinegro como le prometió a HoSeok (su mejor amigo sólo tuvo que batirle unas cuantas veces las pestañas y terminó por acceder) y rápidamente se dió cuenta que, de hecho, le agradaba JungKook. Siempre y cuando no estuviera alrededor de HoSeok tocándolo y dándole esas miradas y sonrisas hechizantes de rompecorazones que poseía, TaeHyung había llegado a la conclusión de que era un buen chico gracioso, interesante y muy gentil. Sin duda, podrían haber sido grandes amigos, si no fuera porque sus extraños sentimientos negativos superaban los buenos. JungKook no era ni remotamente parecido a la imágen ruda que sugerían sus tatuajes, cabello negro y ojos intimidantes, y tampoco era el descorazonado chico que JiMin le había hecho creer.

Se disculpó con JungKook una semana después de verlo en la casa de HoSeok. Las circunstancias lo indujeron a pasar una tarde después de clases juntos, TaeHyung ofreciendo clases de apoyo y JungKook limpiando como parte de su castigo por meterse en problemas al defender a HoSeok. La pasaron bastante bien una vez que bajó su guardia con el menor.

—Fui muy grosero contigo la primera vez que nos vimos, lo siento mucho por eso, no suelo ser así. Quiero decir, por algo soy el presidente del consejo estudiantil, pero me dijeron cosas de ti y como tonto me dejé lle--

—Está bien —cortó JungKook, haciendo un gesto con su mano—. No tiene importancia ya, pero es un buen detalle de tu parte, así que acepto la disculpas —respondió educadamente, dándole una media sonrisa y mostrando un hoyuelo—. Entiendo que JiMin haya podido decir cosas no tan geniales sobre mí, teniendo en cuenta que entre nosotros hay una historia muy complicada.