Capítulo 16

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Se despertó en aquella habitación totalmente blanca, aún le molestaba la luz que penetraba en sus ojos al abrirlos. Miró hacia los lados, pero estaba completamente sola, sólo había un pequeño aparato que medía sus latidos. Le dolía mucho la muñeca derecha, estaba completamente vendada.

De repente Juliet apareció por la puerta y con alegría se acercó hacia su amiga.

- ¡Por fin despiertas!

- ¿Cuántas horas estuve dormida?

- ¿Horas? - Juliet se ríe. - Querrás decir días... Estuviste 3 días... y menos mal que despiertas... tu no sabes el susto que nos has dado Hayley, ¿cómo se te ocurre?

- Es que yo...- Juliet interrumpe.

- No hay excusas que valgan... si no llega a ser por aquel joven chico... estarías muerta.

- ¿Qué chico?

- La verdad es que no lo sé... te trajo al hospital y le envió un mensaje a tus padres...

- ¿Puede que sea Matt?

- No creo... Matt se ha ido.

- Estoy cansada Juliet, ¿puedes dejarme descansar?

- Has dormido 3 días... ¿En verdad estás cansada?

Hayley asiente y sonríe. Juliet sale por la puerta después de lanzarle un beso en el aire a esta.

- Bueno, esta será tu habitación. ¿Te gusta?

- Me gustaba más la de antes...

- Tendrás todo el verano para decorarla a tu gusto.

Matt se tumba en la cama y mira hacia el techo.

- ¿Cómo estará Hayley? ¿Ya se habrá enterado? - piensa.

- Bueno Matt, me voy a ver mi nueva oficina, vuelvo a la hora de la cena.

Matt asiente, sigue tumbado mientras oye cerrar la puerta principal. Se levanta y observa por la ventana, ve como su tía entra en el coche y se va.

Corre hacia la cocina y le escribe una nota a su tía en un post-it.

'' Me has separado de lo que más quería, y eso no lo puedo permitir, lo siento, pero me voy de este sitio; necesito ver a Hayley. No me busques, estaré bien, no te preocupes, te quiero.''

 Lo pega en la nevera y se va, necesita ver a Hayley.

Hayley se despierta un poco mejor, a su lado se encuentra su fiel amiga sonriendo hacia la pantalla de su smartphone.

- ¿Con quién hablas?

- Vaya... ¡ya has despertado! Pues hablo con Eric..

- ¿Te gusta verdad?

- Si... bueno, nos gustamos, estamos juntos.

Hayley se incorpora en su cama sorprendida.

- ¿Enserio? ¡No sabes cuanto me alegro! - Hayley abraza a su amiga con una gran sonrisa en la cara.

- Gracias Hayley, siempre has sido tan buena conmigo... no sé como agradecertelo, enserio.

- Pues necesito que me saques de aquí.

- ¿Cómo? ¿Tu estás loca?

- Necesito ver a Matt..

- ¿Pero que piensas hacer?

- Pues lo primero salir de aquí.

- Aún no estás recuperada... no puedes.

- Juliet, estoy bien, te lo juro.

- Pero tendré que hablar con tus padres...

- Tranquila... ellos no me dirán nada.

- Está bien. Iré  a tu casa a por ropa, te la traeré y  te llevaré a casa.

- Vale, no tardes.

Juliet sale por la puerta de la habitación corriendo. Hayley se levanta y mira por la ventana, le gustaría ver a Matt aunque fuera por última vez.

Caminando por una calle, se encontró con un par de chicos, que se acercaron a él amenazantes.

- Danos todo lo que tengas.

- Lo siento, pero este dinero es para comprar un billete de avión.

- ¿Y a nosotros que nos importa? Danos el dinero y el móvil, venga.

- No.

El atracador le metió una patada en la barriga, sus amigos lo siguieron y eso se acabó convirtiendo en una paliza.

Al dejarlo casi inconsciente y sin nada para llegar a su antigua decidió seguir, pero sin dinero para el billete de avión ni móvil.

Hayley oye a Juliet entrar, corre hacia ella.

- Venga, dame la ropa.

Juliet se la da y vigila para que nadie entre.

- ¡Ya está! ¡Vamos!

Las dos corren por los pasillos del hospital cogidas de la mano, se pierden entre la multitud de la gente.

Agitadas, entran en casa de Hayley, su madre la mira sorprendida.

- ¿Pero qué haces aquí?

- Mamá, no podía estar más allí, lo siento.

- Pero el médico...

- Mamá tranquila, estoy bien.

Las dos chicas suben a la habitación de Hayley, Juliet, que fue la última en entrar, cierra la puerta.

Hayley coge el móvil y marca el teléfono de Matt.

- … No responde.

Hayley se sienta en la cama apoyando sus codos sobre sus piernas.

- Oye Hayley...

- Dime.

- Prométeme que nunca más lo vas hacer, por favor.

- Te lo prometo.

- Prometemelo de verdad, promesa de hermanas.

- Promesa de hermanas.

Las dos amigas sonríen y aprietan sus manos, quizás esa promesa no sea la única que se cumpla, quizás los ''para siempre'' realmente se conviertan en un ''para siempre'' de verdad, y no en un ''jamás''. 

ButterflyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora