Eran las cuatro de la tarde y habían quedado a las cinco en un bar de la plaza, Hayley salía por la puerta de su casa, cuando su madre salió de su cuarto.
- Hayley, tu padre ha tenido un accidente de tráfico, está muy grave en el hospital. -dijo llorando.
- Tranquila mamá, ve cogiendo el coche, voy a avisar a Matt de que no puedo quedar...
….
- ¿Si?
-Matt, yo no puedo ir mi padre tuvo un accidente y está muy grave.
- Joder... lo siento... no pasa nada... cuando esté con Wendy si quieres le digo que me voy al hospital...
- No, tu quédate con la chica, habla con ella y eso...
- Bueno, espero que se recupere... a la noche hablamos, te quiero.
- Yo también te quiero.
Hayley cuelga y se sube al coche; se va con su madre hacia el hospital.
Su madre conduce nerviosa, sus manos tiemblan mucho y casi es imposible de manejar su coche.
- Pero mamá... ¿que ha ocurrido?
- Un coche que iba bastante rápido resbaló en una placa de hielo en la carretera y se fué hacia el coche de tu padre.
Las dos empiezan a llorar desconsoladamente durante todo el trayecto.
Wendy entra por la puerta, se había puesto muy mona para irse a tomar algo con sus amigos, se puso un vestido rojo corto, muy ajustado y en la parte de abajo con vuelo. Al ver al chico una sonrisa se dibuja en su cara. Sus dientes blancos y perfectos hicieron que el camarero de aquella cafetería se quedara mirando embobado para aquella preciosa chica.
- Hola Wendy. - le dice dándole dos besos.
- ¡Hola Matt!, ¿Y Hayley?
- No puede venir... su padre ha tenido un accidente y está en el hospital.
- Ay pobre... ¿quieres que vayamos al cine a ver alguna película o algo?
- Está bien, vamos que aquí los dos solos nos vamos a aburrir un poco...
- No creo que me aburra contigo...
Matt sonríe. Juntos, se van de camino al cine.
Tenía que confesar de que aquella chica le caía bastante bien, también tenía que admitir que era una de las chicas mas guapas que había visto.
Llegan al hospital y preguntan en recepción por su padre, le avisan que está en quirófano.
- Hayley vete para casa.
- Yo no me muevo de aquí mamá.
- Quiero que te vayas.
- No me voy a ir.
Su madre se sienta en una silla del pasillo, Hayley se sienta en la de al lado. Enfrente está un joven chico durmiendo. Tendría más o menos su edad, tenía el pelo liso y era bastante guapo, llevaba un gorro negro que le cubría toda la cabeza menos el flequillo.
Hayley miró su muñeca y vió que la mariposa se estaba borrando, por lo que cogió un boli de recepción y la volvió a dibujar.
- Hayley vuelvo ahora, tengo ir a casa a buscar unas cosas.
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Butterfly
Teen FictionHayley, una adolescente de 15 años, detiene su dolor autolesionandose, pero Matt, un chico nuevo del instituto, la quiere ayudar, ya que sus sentimientos son más que una buena amistad. La curiosidad no mató al gato, pero si le rompió el corazón.