Una semana pasó y ni señales de vida de Robert. Biel se presentó en el apartamento con el portero. Su amigo no respondía llamadas ni recibía a nadie, y ya estaba temiendo lo peor.
Tocó timbre y lo llamó por su nombre varias veces.
-Robert, abre! No me iré de aquí.
Miró al portero y luego al guardia de seguridad.
-Abra.
Este último tenía una llave para emergencias, por si tenía que ingresar ante una eventualidad. Biel tomó la llave de la puerta -yo me la quedaré. Sospecho que voy a necesitarla- y entró.
Encontró a Robert en la mesa del comedor, sentado frente a la laptop. La casa olía horrible y su amigo no olía mejor.
Tenía barba de una semana y por lo visto, era el tiempo que llevaba sin bañarse. Había trastes sucios en la cocina, algunas cosas tiradas, otras rotas, obviamente se había desquitado con algo.
Se sentó frente a su amigo que parecía no registrarlo, no dejaba de ver la pantalla con el ceño fruncido.
-Qué haces?
Robert apartó la vista de la laptop y lo miró brevemente.
-Busco...
-Así? Eres un asco y tu casa está igual.
-No me importa la casa
-Esta actitud no ayuda. Así no vas a encontrarla.
-Tengo tres detectives investigando, los mejores, y el abogado consiguió una orden para revisar las cámaras de la estación. Estoy esperando que me envíe algún dato...
-Bien. Por qué no te bañas mientras esperamos juntos. Si recibes un dato de su paradero, saldrás en ese estado? No creo que ni un gorila se te acerque.
Lo miró un momento, se miró a sí mismo y asintió
-Quizás tengas razón.
Se puso en pie y se dirigió al baño mientras Biel veía que podía organizar en la cocina, aquello era un desastre. Tendría que llamar un servicio de limpieza para este desastre y pedir comida hecha. No sabía desde cuándo su amigo no se alimentaba. Recogió algunos vidrios del piso y ordenó lo que pudo. Abrió un poco el ventanal para cambiar aquél aire viciado.
Un rato más tarde estaban comiendo algo juntos.
-No puedes seguir así, llevas una semana encerrado. Tienes que retomar tu vida mientras los investigadores hacen su trabajo.
Necesitas volver al trabajo, la constructora te necesita, hay varios temas demorados por tu ausencia, tuve que ir a tu oficina y solucionar yo algunas cosas para que no se detuvieran las obras.... Me escuchas?
No parecía escucharlo. Cuando al fin abrió la boca porque parecía que diría algo llegó un mensaje al celular. Era uno de los detectives privados.
"Voy para ahí, esté listo para salir, vamos a viajar."
Se levantó sin decir nada, tomó un bolso y puso algunas prendas para un viaje rápido.
-Qué sucede? -Biel ya estaba tras él.
- Es el detective privado, me dice que esté pronto para viajar. Seguro ya tiene pistas.
Mientras hablaba, ponía artículos personales en el pequeño bolso.
-Me ausentaré unos días amigo, tendrás que ocuparte de lo más importante en la oficina hasta que yo vuelva.
-Está bien....pero tráela de regreso y retoma tu vida de una vez o me volverás loco....-Suena el timbre del portero eléctrico.
ESTÁS LEYENDO
Tengo algo que contarte
RomanceUna historia como hay muchas, una mujer como cualquiera, solo que está escapando...de qué? de quién? qué la atormenta? qué pasa cuando encuentra el amor? Parte de la novela está inspirada en una historia real, con personajes ficticios y ambientada e...