Capítulo 9 Estás a salvo

64 4 16
                                    

Mayte quedó petrificada, sabía que sus compañeros de oficina estarían mirando el espectáculo y sentía que le subía un tremendo calor en sus mejillas.

-Qué… haces? -preguntó con un hilo de voz

-Vine a buscar a mi novia. Si Frida lo sabe el lunes ya todos lo sabrán.

Le dio el ramo de rosas y ella lo tomó temblorosa

-Estás…loco…

-No….sólo que lo pensé mejor y creo que es hora de blanquear la situación y así evitar cualquier mal entendido -se acercaba a ella mientras le hablaba…. Ya casi sobre su boca, le pasó una mano por la espalda y la besó suave, lento, prolongado. Para cuando la soltó Mayte estaba mareada…como ebria

-Estás loco…todos nos están mirando…

-Lo sé, ahora saben que eres mi novia. Nada que ocultar y te aseguro que nadie te molestará con preguntas. Vamos, pasaremos por tus cosas rumbo a casa.

Esperó que subiera y cerró tras ella. Mientras daba la vuelta al auto para subir, vio a un par de arquitectos de su área sonrientes, y a Carla sorprendida en la puerta del edificio. Bueno…parece que algunos no se esperaban lo que pasó.

Llegaron al apartamento de ella y la acompañó a buscar su bolso.

-Lleva bastante ropa, por si decides quedarte un poco más de lo previsto

Ella lo miró mientras tomaba el bolso

-Más de lo previsto?

-Sí….deja algunas cosas allá así siempre tienes una muda de ropa.

Lo miró seria…qué se traía? Nunca habían hablado de más que los fines de semana.

-Robert, no tengo tanta ropa para repartir…recuerda que yo viajaba liviana de equipaje, sólo lo esencial…

-Bien. No te preocupes, cualquier cosa saldremos de compras, así tienes siempre para cambiarte en casa.

Ella tomó su bolso algo confundida… tenía una sensación de vértigo, Robert parecía haber acelerado la relación y a ella la asustaba la velocidad.

Salieron de allí rumbo al departamento de él. Estaban en barrios opuestos, su poder adquisitivo y sus estilos de vida eran muy diferentes.

Cuando entraron ella traía su ramo de rosas y él le traía el bolso. Abrió la puerta y entraron a dejar sus cosas y luego fue hasta el comedor y encontró allí la mesa puesta, con veladoras de led y más rosas….. obviamente él había preparado una cena especial…

Giró sobre sí misma y lo miró interrogante

-Planeas algo?

-Una cena romántica -le dijo ya abrazándola -pero antes….nos espera un baño en el jacuzzi, te agrada?

-Sí…eso creo…

Se desvistieron uno al otro y entraron al agua. Se bañaron uno al otro recorriendo cada centímetro de su piel, el agua olía tan rico…la atrajo más hacia él, ya no podía más, lo mataban esos centímetros de distancia.

-No Robert….así no…. Los anticonceptivos no son seguros hasta el segundo mes… no estoy protegida aún…

-Sólo un poco….luego me saldré…

-No…no juegues con fuego… por favor, ya no…salte….

Él no podía apartarse, estaba loco por esta mujer, era como una droga para él. La tomó en brazos y la sacó del agua. La envolvió en una toalla y se la llevó al dormitorio…la dejó sobre la cama y fue por la molesta pero necesaria protección….la cena podría esperar un poco más.

Era cerca de medianoche cuando se sentaron a la mesa. El comedor tenía una vista espectacular, todas esas luces a lo lejos daban el marco perfecto para una cena perfecta.

-Está delicioso….gracias por esta cena tan linda. No olvidaste ni un detalle…por eso saliste antes de trabajo.

-Así es, quería todo pronto para cuando llegaras…. Pero nos entretuvimos un poco más de lo pensado para cenar-sonreía ampliamente

Ella también sonrió aunque sentía calor en las mejillas por todo lo que había pasado esa noche. Cómo podía ser tan agradable estar así con alguien?

-Tengo dos sorpresas para ti

-Sí? Cuales son?

-La primera es que ya tenemos las primeras noticias del detective privado en cuanto a la investigación que le encargué. Tu marido no ingresó a España según los registros de aduanas. En los próximos días me informará sobre su ubicación exacta. Así que no tienes que preocuparte, estás a salvo aquí en Barcelona.

Ella cerró los ojos y suspiró, sintió que un gran peso se iba de sobre sus hombros. No pudo evitar una lágrima rebelde…..

-No llores…estás bien, estás segura…

-Lo sé, me siento segura desde que estoy contigo.

-Bien, porque… ahí está mi otra sorpresa

Ella abrió grande los ojos cuando él puso un llavero en su mano.

-Qué es esto?

-Las llaves de mi casa, que será tu casa cuando tu quieras

-No crees que te apresuras mucho?

-Llevamos meses saliendo….llevo meses dándome cuenta que no puedo pensar en otra cosa que en tenerte conmigo. No un rato, no un fin de semana, quiero llegar a casa todos los días y cenar contigo, y dormir contigo, ir a trabajar contigo…

Ella bajó la vista, estaba emocionada pero tenía que ser realista.

-Sabes que soy una mujer casada…. Sabes que hay cosas que no podré ofrecerte….

-Después que confirmemos donde está él y su situación actual, veremos lo del estado civil. No hay nada que un buen abogado no pueda solucionar.

-Tú crees?

-Estoy seguro

-Aún así creo que te apresuras…. Y si en unas semanas te das cuenta que te aburres o que no somos compatibles?

-Eso no pasará porque ya sé que somos compatibles. Pero si eso te preocupa, deja tu departamento armado, por si quieres volver en algún momento. O no, tú decides. Lo dejo a tu elección, sea cuando sea que decidas mudarte, ya tienes tu llave. Mi casa es tu casa desde ahora…. Sólo quería que lo supieras….- hizo una pausa- además nuestra relación ya es oficial, la oficina entera me vio besarte -emitió una risita mientras ella recordaba el momento y sentía calor en las mejillas.

-Levantamos la mesa y miramos una peli? Quieres?

Ella asintió y comenzó a ayudarlo a recoger.

Tengo algo que contarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora