La vida peculiar de Luna Lovegood(completa)

11: Navidad

Antes de que pudieran ser recibidos con otro ataque, Luna se encontró sentada en el Expreso de Hogwarts emocionada de ver a su papá. Sabía que Ginny se había quedado con sus hermanos en Hogwarts y, aunque una parte de ella estaba triste al pensar en dejar a su mejor amiga atrás, sabía que no estaría sola, tendría a Percy y George y Fred y Ron e incluso Harry Potter, quien sabía que ya era parte del clan Weasley. Molly y Arthur Weasley ya lo habían proclamado como otro de sus hijos.

Llevaba un jersey de algodón amarillo, falda azul marino, mallas de rayas naranjas y rosas y un par de botas negras, el único color mundano y pieza del conjunto. Su cabello estaba recogido en un moño rizado y usaba sus aretes característicos, su gastado collar de gorra de cerveza de mantequilla descansaba sobre su jersey y golpeaba con los dedos su falda mientras esperaba impaciente a que la saludaran con su papá nuevamente, ella lo había echado mucho de menos.

Abrió su maleta de la constelación y sacó su colcha antes de tirarla sobre ella y apoyarse contra la pared fría del tren que tenía la ventana puesta. Tenía su varita escondida detrás de su oreja y se veía extraña tirada en su banco como si fuera a estar en casa en el compartimiento.

Neville Longbottom estaba tendido en el otro banco dentro del compartimento. Estaba desmayado, Trevor se sentó boca abajo y la miró con sus ojos negros, estudiándola y descubriendo que seguía siendo esa linda chica rubia que le gustaba a su dueña.

Luna cerró los ojos y se quedó ahí, escuchando el sonido del tren en las vías y las conversaciones que se derramaban por los pasillos del tren. La puerta de su compartimiento estaba ligeramente agrietada, por lo que no estaba completamente cerrada. No tenía a nadie con quien hablar realmente y no esperaba la necesidad de cerrar la puerta del compartimiento para poder conversar con Neville.

También podría tener que ver con el hecho de que Draco Malfoy se estaba quedando en Hogwarts durante las vacaciones y el resto de los Slytherins que estaban en su año o lo seguían como los pequeños seguidores fieles que eran no lo tenían con ellos. Así que la mayoría de ellos no sintió la necesidad de caminar por los pasillos y abrir puertas y burlarse de los que los rodeaban, lo que hizo que la autoestima de quienes los rodeaban se deteriorara.

El resto del viaje a King's Cross se pasó con Luna tomando una pequeña siesta mientras Neville estaba completamente desmayado. Luna no tenía ninguna duda en su mente de que todo lo que había sucedido durante los tres meses de su segundo año lo había cansado por completo. Su abuela probablemente no lo dejaría salir de la casa ni siquiera para caminar por la propiedad o tomar aire fresco de una ventana que pudiera abrir.

Cuando llegaron a la estación de tren, Luna recogió sus cosas y despertó a Neville. El niño gimió y casi se cae del banco antes de levantarse y mantener a Trevor en sus manos a pesar del hecho de que al sapo no le agradaba que lo levantaran y lo abrazaran con tanta fuerza. Aparentemente, Neville no se había dado cuenta hasta que Trevor soltó un sonido de protesta, que a cambio hizo que Neville se disculpara profusamente con su sapo.

"Que tengas una buena Navidad y mantente alejado del muérdago, Neville. A los nargles les gusta colonizar en ellos". Luna se despidió de ellos antes de dirigirse por el pasillo hacia una de las salidas.

Luna vio a su papá en la distancia. Llevaba una túnica de color fucsia y su propio collar de gorra de cerveza de mantequilla que Luna le había hecho. Ella estaba feliz de que él fuera inteligente y que lo estuviera usando, no quería lidiar con ningún Nargles que intentara seguirlos a casa pero terminaran en La Madriguera debido al hecho de que Lovegoods no tenía muérdago en su casa o en su propiedad.

Mientras los estudiantes se reunían con sus padres y familiares, Luna se acercó a su papá y lo abrazó antes de alejarse de él, "¡Hola, papá! ¡Estoy feliz de verte! También estoy feliz de que no haya Nargles a tu alrededor. ya sea."