La vida peculiar de Luna Lovegood(completa)

79: Canuto y Moony

Le habían advertido a Luna que Draco terminaría siendo un Mortífago. Quería que él pudiera tener una oportunidad, quería que él pudiera hablar por sí mismo y que no tendría nada que lo conectara permanentemente con Voldemort. Sin embargo, sabía que eventualmente terminaría teniendo que conseguir la marca oscura.

El profesor Snape terminó siendo quien le dijo a Luna e incluso a Harry que Draco había tomado la marca durante las vacaciones de invierno y que ahora era parte de los Mortífagos. Era un prospecto de algo que era más grande y más peligroso de lo que Draco podría terminar teniendo éxito.

Asustó inmensamente a Luna; no quería imaginar que Voldemort asesinaría a su primo a sangre fría. Ella habría esperado que su tío terminara siendo el asesinado a sangre fría, pero él había sobrevivido más de lo que nadie pensaba.

El profesor Snape estaba rígido y erguido como estaba en su oficina, Luna estaba encorvada hacia adelante y estaba llorando. Él miraba a cualquier parte menos a ella, ya que llorar no era algo con lo que le gustara enfrentarse. Especialmente no le gustaba cuando terminaba en un espacio contenido con dicha persona llorando.

"Le prometí a su madre que me aseguraría de mantener a Draco a salvo, es seguro decir que la promesa te ha sido extendida", explicó el profesor Snape con calma y Luna asintió con la cabeza antes de secarse las lágrimas de la cara.

-Y-lo entiendo. Sé que no te gusta que la gente llore, te deja muy incómodo y es comprensible. Sé que no crees que tienes a nadie, pero puedes estar tranquilo de que no te alejaré. Lo sé que estás pagando por tus pecados en el pasado, pero gracias por contarme de todos modos sobre mi Draco y lo que ha sucedido ", respondió Luna, lo que a su vez hizo que el profesor Snape frunciera la ceja.

"Su franca honestidad no es sólo su fuerza sino también su ruina, señorita Lovegood. Si dice algo así alrededor de alguien peor que yo, entonces estoy seguro de que se encontrará en una situación que no resultará de una manera que encontrarías adecuado ". El profesor Snape se alisó la túnica y caminó hacia donde estaba la puerta de su oficina, antes de abrirla.

Luna salió y escuchó la puerta cerrarse detrás de ella. El fuerte golpe retumbó en el aula vacía, como si fueran recibidos con una bomba que estallaba. No se inmutó cuando la puerta de la oficina se cerró de golpe; El profesor Snape era conocido por cerrar puertas detrás de él con ira.

Dejando todo el aula, Luna cerró la puerta del aula detrás de ella como para decirles a los demás que el profesor Snape no querría que ingresaran a ninguno de sus espacios educativos donde les enseñaba cómo defenderse adecuadamente a uno mismo.

Dirigiéndose hacia donde estaba la Sala Común de Gryffindor, Luna no miró a los otros estudiantes que deambulaban por los pasillos. Ella solo quería pasar un tiempo en la Sala Común donde sería recibida con sus mejores amigos, en lugar de una Sala Común donde la gente quería ser sus amigas debido a la muerte de Mandy Brocklehurst.

Cuando llegó al pasillo que formaba el lugar donde estaba la Sala Común de Gryffindor, fue recibida con Neville que se dirigía lentamente hacia ella, sosteniendo una carta en su mano con un rostro que le hacía saber que temía que fuera a estropearse. maldícelo por no ser la persona que se suponía iba a recibir dicha carta.

Él miró hacia arriba, el alivio inundó su rostro mientras se apresuraba en su dirección. "¡Oh, gracias Merlín! ¡Venía a buscarte! ¡Alguien te envió una carta!"

Luna se dio cuenta de que Neville había recibido una carta que era de Sirius y que venía a buscarla para dársela. No sabía que era Sirius; solo que sabía que había recibido suficientes cartas en el pasado en las que el remitente iba a Howler por hacer algo olvidadizo.