La vida peculiar de Luna Lovegood(completa)

52: reunión de medianoche

Se encontraron a la medianoche frente a la estatua de la bruja de un solo ojo que Harry había usado años antes para ir a Hogsmeade; iba directamente a los dulces Honeyduke, pero Luna y Harry sabían que Dora o Sirius harían que una de las ventanas se rajara para que podría escabullirse y encontrarlos en uno de los callejones que estaban alrededor de la pequeña ciudad que prosperaba con el dinero de los estudiantes de Hogwarts.

La capa de invisibilidad estaba sobre la pareja mientras atravesaban el túnel y mantenían las manos juntas, asegurándose de que no hubiera forma posible de que pudieran separarse el uno del otro. Pronto entraron en el sótano de la tienda de golosinas antes de subir las escaleras hacia la tienda real. Recorrieron la tienda y encontraron la ventana que estaba un poco entreabierta.

Al llegar a la ventana, Harry la abrió más y ambos se deslizaron por la ventana antes de aterrizar con un ruido sordo en el suelo. La capa de invisibilidad crujió y casi se les quitó, pero Harry rápidamente arregló su capa cuando escucharon el sonido de pasos bajando la escalera que conducía al piso que estaba encima de la tienda.

Escucharon atentamente mientras el dueño de la tienda, el esposo, bajaba las escaleras y miraba alrededor, diciendo que pensaba que la ventana había sido cerrada, pero después de verificar y asegurarse de que todos sus dulces todavía estaban en sus lugares originales y ninguno de ellos había estado cerrado. tomado, se acercó a la ventana y la cerró antes de encantarla mágicamente para que no se abriera hasta que la encantó para que se abriera con su propia varita.

Harry se levantó del lugar donde habían caído y ambos caminaron por las diferentes áreas de Hogsmeade, preguntándose dónde verían las caras de los primos de Luna. Harry se dirigió sin decir palabra hacia donde estaba la Choza de los Chillidos, porque allí era donde Remus se transformaba en su forma bestial una vez al mes para mantenerse alejado de los estudiantes.

La choza estaba apenas a su vista cuando escucharon el sonido de huellas de patas golpeando la nieve en golpes. Un gran perro negro saltó hacia ellos y saltó sobre ellos cuando Harry se quitó la capa de invisibilidad. Luna se rió cuando su primo la lamió en la cara, como para hacerle saber que estaba feliz de que ella hubiera salido bien y que Umbridge no tuviera cicatrices.

Dora apareció al salir de la Choza de los Gritos, con la felicidad burbujeando en su rostro mientras bajaba corriendo. Luna miró embelesada al ver a su prima corriendo hacia ella y su cabello volviéndose de todos los tonos de colores. Sabía que su prima podía cambiar su apariencia; después de todo, era una Metamorphamagus.

Al llegar a ellos, frunció el ceño a Sirius y trató de alejarlo, "vamos, Sirius. Déjame verla". Sirius saltó de ella y Dora la rodeó con sus brazos antes de alejarse y agarrar sus mangas de la camisa para poder ver sus muñecas. Ella suspiró aliviada.

"Quería asesinar a esa perra cuando escuché lo que había planeado hacer contigo. Estoy tan orgullosa de ti, Luna, de que hayas destruido esa cosa", le dijo y Luna sonrió más ampliamente mientras le devolvía el abrazo.

"No podía permitir que mi Harry u otros experimentaran lo que ella había planeado para nosotros. Sabía que tenía que destruirlo. El sombrero seleccionador casi me pone en Gryffindor; dijo que tenía valentía. Estoy seguro de que mi valentía salió a la luz. luego."

"Creo que tenemos que ir a la Cabaña de los Gritos, solo para asegurarnos de que no nos vean", comentó Harry de repente y los cuatro se dirigieron hacia la Cabaña de los Gritos antes de entrar y Harry cerró la puerta detrás de él. Luna se volvió y descubrió que Sirius ya había vuelto a su forma humana.

"Estoy orgulloso de ti, Luna. Estoy seguro de que tu madre también estaría orgullosa de ti", dijo finalmente Sirius y Luna le dio una pequeña sonrisa, "Yo también lo creo".