MAYORDOMO / Frerard

Capítulo 9.

-¡Déjenlo! –Esa voz… Esa voz me era muy familiar.

-Oh vamos, les daremos parte de la ganancia si nos dejan al chico.

-No queremos dinero sucio –Dijo otra voz, esta no la conocía.

-Vámonos Cris –Dijo la voz ronca de uno de los que me había golpeado. –Pero ¿Saben chicos? Un niño burgués como este no les va a agradecer que lo salven, quizás hasta los denuncie con la guardia por quien sabe que estupidez que ni siquiera cometieron… A los ricos como este –Sentí que escupió muy cerca de mi, aun no abría los ojos, seguía aterrado –No les importan los pobres como nosotros, no saben lo que es el hambre, ni el trabajo, para sobrevivir en esta maldita sociedad hay que aprovechar todo tipo de oportunidades y el vender a esta escoria era una.

Y sentí pasos, supuse que se había ido. Aunque de pronto me sentí culpable… Era verdad, yo no sabía lo que era el trabajo duro, ni el hambre, pero Gerard si… Talvez por eso era que querían matarme y después de las palabras de ese tipo hasta podía justificarlo. Las lagrimas comenzaron a correr.

-Vamos, levántate, estas a salvo. –Me dijo uno de los chicos, tomándome de un brazo y el otro del otro brazo. Abrí los ojos lentamente.

-Soy Bob, dijo el que me había tomado primero. –Asentí.

-Yo soy Mikey –Mikey… Mikey…

GERARD. El hermanito de Gerard, por eso su voz se me hacía familiar.

-Yo… Eh, soy Frank… Iero. –Miré hacia el chico. Estaba con el ceño fruncido. Tuve el impulso de salir corriendo pero me acababa de salvar la vida, además anoche se veía como que el no era muy participe de la conversación.

No quería ser como el tipo describió, debía agradecer.

-Vamos, ya no estés nervioso amigo –Bob me sonrió y que él estuviera ahí me tranquilizó un poco.

-Muchísimas gracias por haberme ayudado, de verdad, hubiera muerto... o peor –Me levanté del suelo –Bueno, es mejor que regrese –Les dedique una pequeña sonrisa.

-Te acompaño, no es seguro que vayas solo por ahí –Dijo Mikey.

-Oh no... Yo… -Se me acabaron las palabras. Mikey se despidió de Bob con la mano y caminó hacia mi.

-Vamos –Pasó por mi lado y me sonrió.

Ahora si era muy incómodo.

Llegamos al cruce de calles en completo silencio. Agradecía que no me dijera nada, no sabría que responder, ya de por si me ponía nervioso estar con un miembro de la familia que quería acabar con mi vida.

-Y bien ¿Ahora por dónde? –Buscó mis ojos.

-Bueno, yo… La verdad estoy perdido –Escuché una risita  de su parte. Lo miré un poco molesto.

-Disculpa… Bueno, creo que se por dónde ir, sígueme.

-Muchas gracias Mikey –Ya me estaba cansando el deberle tanto a este chico.

-Frank… ¿Por qué echaste a mi hermano? –Dijo de pronto y abrí los ojos de la impresión.

-Bueno… -No sabía si debía decirle lo que escuché o mentir… Me decidí por la verdad -¿Por qué quieren matarme? –Volteé la cara hacia un lado.

-¿Cómo sabes eso?

-No llegaremos a ningún lado si seguimos respondiéndonos con preguntas –Lo miré, el iba viendo hacia el frente, ahora que me fijaba bien en sus facciones, era algo parecido a Gerard, tenía esa misma mirada que transmitía paz.