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Preferí entrar por la puerta trasera, sin embargo, en cuanto entre note dos cosas: la primera es que el teléfono de la sala sonaba, creando un horrible sonido por toda la casa, la segunda es que probablemente alguien este aquí.
—¿Hola? —Conteste, terminando con el infernal sonido.
—Buen día señora Baker, solo llamo para informarle que Scott no se ha presentado en los últimos entrenamientos y que esta expulsado del equipo —Aparentemente el entrenador de Will, creyó que era Cristina quién respondió, cosa que no voy a discutir, ya que, en el futuro nos puede servir para algo.
—Esta bien entrenador, yo hablo con él —Dejé el teléfono en su lugar y subo las escaleras rápidamente hacía el cuarto de él, Dios, parezco su madre.
—¡William ¿Se puede saber que mierda te pasa?! —Irrumpí en su habitación, la cual estaba completamente a oscuras.
Por un momento creí que no había nadie en la habitación, sin embargo, las luces se prendieron, iluminando todo el lugar, fije mi vista en la cama, donde esta mi hermano sentado sin camisa y con un control en las manos, su cabello esta alborotado y parece que no duerme hace días.
Los mismos que lleva ausente, tal vez.
—¿Me preguntas a mí, eso? —Extrañamente estaba tranquilo, su voz sonaba tan pacífica que no parecía él.
—¿Will? ¿Qué pasa? —Pregunté confundida.
—Pasa... pasa que me he enamorado —Lo miro confundida. Hace una seña para que me siente a su lado.
Cerré la puerta, camine hacia él y me senté a su izquierda.
—No lo puedo creer, ¡¿Quién es la afortunada?! —Pregunto emocionada no todos los días se escuchan este tipo de confesiones.
—No sé como decírtelo, es... no es fácil para mí —Esta nervioso y aterrado.
¿A caso está mal enamorarse? ¿De quien se enamoró?
—Dilo como sea no importa —Lo medite unos segundos y agregué alarmada —Por favor dime que no es Brook.
Esa chica en verdad es odiosa, hace unos días se presento en casa sin la invitación de nadie y comenzó a tomarse ciertas confianzas que nadie le dio.
—¡¿Qué?! No, no no es ella —Me miro incrédulo y solo me encogí de hombros.
—¿Entonces? ¿Quién es ella? —Insisto.
—Es él. Me enamoré de un chico —Me mira esperando una respuesta de mi parte.
Por un momento, todo es silencio medito sus palabras y agradezco ser yo, a quien se lo cuente.
Sonrió y lo abrazo con fuerza, es mi hermano, no cambia absolutamente nada.
—Espera, espera, sí lo conoces y es el hombre más hermoso que halla pisado este planeta... pero no sé si estamos juntos —Su semblante varía conforme habla. Y yo solo pienso en quién puede ser.
—¡¿Quién es?!
—Samuel —Susurra tan bajo que creo que no escuche bien.
—¿El chico que casi se muda a nuestra casa?
Hace unos días, recibí a un chico rubio que dijo ser amigo de Will, sin embargo, estuvo casi una semana entera en nuestra casa, que en serio creí que se mudaría con nosotros; usaba la ropa de Will, nos preparaba el desayuno, e incluso lavaba los trastes, fue bueno tenerlo por aquí.
La casa se sentía más cálida y él es un encanto de persona.
Y para que yo, Bárbara Baker, diga algo así de una persona, enserio tiene que serlo.
—Sí —Afirma y una castaña se me viene a la mente.
—¡Oh por dios, Fanny tenia razón!
—Espera ¿No tienes problema con eso? —Pregunta desconcertado.
—Joder Will, eres mi hermano, sangre de mi sangre y eso nunca va a cambiar —Aseguro, con una sonrisa.
—Tenia miedo de como reaccionarias, siempre vas por ahí con la pinta de la chica mala que no sabia que hacer, creí que no lo entenderías —Su mirada baja y yo en cierto modo me siento culpable.
—¿En qué época vives? Eres mi hermano y te voy a aceptar como seas; así te guste un chico, una chica o un extraterrestre ¿Sabes cuantos libros he leído sobre la comunidad? Estoy mas familiarizada con el tema de lo que parece —Finalizo con una sonrisa.
—Gracias Bar...
—No pasa nada, ahora dime ¿cómo está eso de que no sabes si están juntos?
—Bueno... eres la primer persona en saber que... me gusta un chico; él no quería esconderse y yo no sabía que hacer y... no lo sé —Suspira sonoramente.
—Vamos a buscarlo —Digo poniéndome de pie.
—¿Qué? ¿Ahora? —Sus ojos vuelven a mirarme, ahora con un brillo que no sé como interpretar.
—Sí, ahora ¡vamos! —Salgo de su cuarto y voy al mío por las llaves del auto.
Salimos rápidamente de la casa, rumbo al centro de la ciudad que es más o menos por donde dijo que vive.
Conduzco, al rededor de diez minutos más, hasta que Will, me pide que me detenga mientras señala una casa blanca de dos pisos, con un jardín en la entrada.
—Aquí vive.
—¿Quieres que te acompañe? —Preguntó, mientras veo como su pierna derecha, se mueve frenéticamente de arriba a bajo, desesperándome.
—No y por favor vete antes de que me arrepienta —Dice antes de abrir la puerta.
—Esta bien, suerte.
Se baja del coche y mira a ambos lados de la calle para después cruzar, lentamente.
Acelere a todo y volví a casa, tal vez pida pizza para cenar, ya que, de nuevo estoy sola.
Cuando llegue a Villa Dorada note que un BMW negro estaba estacionado fuera del lugar, mi corazón dio brinco.
La puerta del auto se abrió y por ella salio Logan, camino en dirección a mí y encendí un cigarro para relajarme, extrañamente me encontraba ansiosa.
—Hey... —No dije nada más, su cabeza se adentro en el auto por la ventana y sus labios se estamparon contra los míos.
Correspondí a su beso, obviamente que lo hiba a hacer.
Saboreó su boca lenta y deliciosamente, mi legua recorre su boca y sus dientes capturan mi labio inferior para tirar de el suavemente.
—Me gustas, de acuerdo —Dijo en cuanto nos separamos.
—Seamos novios —Propuse.
—Esta bien —Aceptó.
“un día de sol, antes de la tormenta”
[...]
¡Hola!
Esperen los siguientes capítulos.
Esto cada vez se pone mejor :-)
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