Capitulo : 14

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—Oye Fa, ¿sabes quien es la rubia del Audi negro? —Pregunto observando como varios chicos se acercan a ella.

—No, ni idea.

—Se llama América Parks, tiene 17 años, viene de una familia grande y algo reconocida en esta ciudad —Intervine Chad y lo miro con incredulidad.

—¿Como sabes tanto sobre ella?

—Digamos que...salí por un tiempo con ella. Además me gusta investigar a las chicas con las que salgo, ¡no quiero más locas detrás de mí! —Dramatiza.

—¡Hey guapas! —Saluda Andrew mientras coloca un brazo sobre mi hombro y el otro sobre el de Fanny, sonrió y lo miró, Chad se aclara la garganta llamando la atención de todos.

—¿Qué hay amigo? —Pregunta Andrew a modo de saludo, Chad lo mira mal negando con cabeza y se va. Frunzo el ceño confundida.

—¿No piensan correr esta noche? —Dice Andrew recargándose en el BMW frente a nosotras.

—Según no —Comenta Fanny.

—No traigo coche.

—¿Entonces como llegaste? —Preguntan al unísono Fanny y Andrew.

—Traigo la moto —Digo como si fuera la mayor explicación del mundo.

—¡Chicas! Vamos a ir a dar una vuelta ¿vienen? —Chad aparece detrás del auto, mientras despeina su cabello.

—¿No van a correr? —Pregunta Fanny.

—Falta para eso ¿vamos? —Eleva las cejas con emoción.

Fanny y yo intercambiamos miradas y asiento con la cabeza.

—Vamos.

—Nos vemos luego —Susurro en el oído de Andrew y deposito un beso en su mejilla. Caminamos hacia el inicio del fin de la  ciudad, donde hay un pequeño estacionamiento para los autos de los corredores.

—¿Por qué haces eso? —Fanny rompe el silencio con semejante pregunta.

—Porque es divertido —Me encojó de hombros restándole importancia.

—¿Sabes que a eso se le llama jugar con los sentimientos, no?

—No pasa nada.

Llegamos con los demás, que nos dicen que no van a ir a ningún lado; estaban discutiendo sobre cual es el mejor de los autos, obviamente están entre dos Audis, uno blanco con una franja roja que atraviesa desde el capo hasta el techo del auto, que es de Evan, y uno completamente negro con luces les azules y rines cromados, que pertenece a una rubia, ex algo de Chad.

Al final se deciden por el negro, y deciden volver a la carrera, donde hay tremendo alboroto a saber porqué.

—Eh chico, ¿Qué pasa?

—Se están peleando, la rubia tetona del auto negro, contra la castaña del mercedes rojo —Dice con una sonrisa coqueta, lo miro con fastidio.

—Adiós —Hago un gesto con la mano para que se aleje.

Fanny y los demás van a observar la pelea, mientras yo decido volver al capo del auto de hace rato.

—¿Quién ganó? —Pregunto cuando regresan.

—Nadie, las separaron —Dice Fanny con decepción.

—Evan, ¿me prestarías tu auto?

—Si...pero ¿para que lo quieres? —Obtengo la respuesta que quería y hago caso omiso a su pregunta.

Camino en dirección a la rubia quien se encuentra de espaldas a mí, mientras un chico mira directamente su rostro.

—¡Eh rubia! —Grito llamando su atención y la de los que la rodean.

—Te reto a una carrera a auto, ahora ¿Qué dices? —Sonrió con desdén, mientras la miro de arriba a bajo.

La rubia mira a sus costados, mientras otra chica se acerca a ella y susurra algo en su oído. Me mira fijamente para después decir:

—Acepto, pero hagamos esto mucho más interesante, la ganadora se queda con el auto de la perdedora —Sonrie con indiferencia.

—Esta bien, ¡que gane la mejor! —Estrecho su mano mientras la miro fijamente.

Camino hacia el estacionamiento, con los chicos siguiendome el paso.

—¡¿Que demonios crees que estas haciendo?! —Grita Fanny a mis espaldas.

—Nada —Me encojó de hombros.

Miro a Evan, quien tiene una sonrisa en los labios y avienta las llaves del Audi, las cuales atrapo en el aire.

—Bárbara como pierdas ese auto... —Comienza a decir Fanny pero la interrumpo.

—¡Como pierda nada! Voy a ganar.

Sin más entro al auto y lo enciendo, suena muy bien el motor, bajo la ventanilla y miro a los chicos, pregunto a Evan la velocidad máxima de su auto y asiento con la cabeza al escucharlo, 270 voy a ganar.

—Cuidaré de tu auto —Digo con sinceridad.

—Lo sé.

Salgo del estacionamiento y me coloco al inicio de la carretera, la rubia llega con el tan aclamado Audi negro y mira el auto en el que voy, sonríe con seguridad.

—¡Bonito auto! ¡Se vera muy bien en mi colección!

Hago caso omiso a sus palabras y acelero el motor sin avanzar aún.

—¡ATENCIÓN! ¡POR ÚNICA OCASIÓN, SE SUSPENDE LA CARRERA DE HOMBRES, PARA DAR PASO A DOS GRANDES CORREDORAS, BÁRBARA BAKER Y AMÉRICA PARKS, HAGAN SUS APUESTAS Y QUE GANE LA MEJOR!

Una chica con poca ropa se sitúa en medio de la carretera y mira a sus costados, lleva una bandera a cuadros la cual baja dando inicio a la carrera.

Salgo segundos después sin acelerar todo, mantengo una distancia prudente, haciéndole creer que ganará solo que no sera así.

La primera vuelta finaliza y con ello aseguro mi victoria. Acelero lo máximo posible y rebasó a la rubia dejándola muy atrás, observo por el retrovisor como se va quedando, de un momento a otro me olvido de la carrera y me concentró solo en conducir, manteniendo una velocidad constante.

Al final gano y espero fuera del coche a que llegue la rubia con mi nueva adquisición. Llega después de unos segundos y no se ve nada contenta, sonrió y me acercó a ella.

—No te voy a dar mi auto.

—Apostaste ese auto, corrí por él y gané, lo quiero —Digo con hipocresía.

—Te puedo dar otro si quieres, pero este no —Niega con la cabeza.

—Tu apostaste ese, no otro.

Me mira con odio puro y me entrega las llaves de mala gana, sonrió con arrogancia y me alejó de ella. Entrego las llaves del Audi blanco a Evan y musitó un gracias.

—Si me disculpan, voy a dar una vuelta en mi nuevo auto.

....

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La chica mala. En Edición Donde viven las historias. Descúbrelo ahora