Capitulo : 19

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A pasado casi un mes desde aquella carrera, no ha sido mucho tiempo, pero han pasado muchas cosas.

En estos últimos días Fanny se ha vuelto muy cercana a los chicos, en especial a Evan. Las constantes peleas con Logan me han llevado a pasar de ellos en algunos descansos, donde la biblioteca de la escuela se ha convertido en mi refugio.

Vamos camino a casa de Fanny, ya que, ella ofreció su casa como desde los últimos días, para pasar el tiempo después de clases. Hoy es viernes lo que significa fiesta o carrera o lo que se ofrezca.

—Oye Bar, ¿como conociste al chico de la pelea? —Dijo Chad a mi lado, refiriéndose al acontecimiento del fin de semana pasado, acudimos a una fiesta y Logan se peleó contra un conocido, terminé separándolos y con unos cuantos comentarios de mal gusto por parte de Logan.

—¿Tenías que preguntar? —Dije incrédula —Acababa de llegar a la ciudad, un amigo me dijo que fuéramos a ver las peleas ilegales y esa noche él peleaba —Me encogí de hombros.

—¿Ya no organizan peleas? —Volvió a preguntar.

—No, desde que murió uno de los organizadores se dejaron de hacer...

—¿Cómo qué acababas de llegar a la ciudad? ¿En dónde habías estado? —Pregunto Evan mirándome por el retrovisor.

—Larga historia...

Llegamos luego de unos minutos, esto de que Evan sea el conductor no ha sido buena idea. Venir cinco personas en un solo auto no es algo muy inteligente, y mucho menos si Logan está presente.

Entramos a la casa de Fanny, dejo mis cosas en el suelo junto a la puerta, y me voy directamente al sillón en forma de L color chocolate.

La tarde transcurría con normalidad, después de una película, las cervezas no se hicieron esperar y pusieron un ambiente más cómodo. La mayoría del tiempo reíamos por comentarios de parte de Chad, al interrumpir a Evan y sus historias.

Después de un rato, las indirectas no tardaron en hacer su aparición. Es mi turno de joder.

—No me sorprende su comportamiento, en absoluto  —Comente desinteresada, mirando la botella en mi mano derecha.

—¿Por qué? —Pregunto Evan con cierto interés.

—Bueno, la mayoría de los hombres suele reaccionar así, a la defensiva; saben cuando están frente a una mujer fuerte y segura de si misma, saben que no le van a llegar ni a los talones. Tú machismo no te permite ver más allá de tus fronteras —Dije mirando fijamente a Logan, en lo último.

—¡Eso no es cierto! —Exclamo enfurecido.

—¿Cuál es tu pobre excusa?

—¡Decidimos irnos por que no toleramos el hecho de que una mujer se crea superior, cuando no lo...! —Lo interrumpí.

Para este punto, ambos estábamos de pie frente a frente, dispuestos a dejar callado al otro.

—¡La mujer es superior en todos los sentidos, ella es dadora de vida!

—¡¿Y eso qué?! ¡Sin el hombre la mujer no se podría embarazar!

Con todo el sarcasmo del mundo fluyendo por mis venas, dije:

—Para tu información, mi querido Logan, ya hay embarazos por inseminación artificial —Finalice con una sonrisa victoriosa.

Antes de que alguien pudiera decir algo mi celular comenzó a sonar, llamando la atención de todos, contesté.

—¿Hola?

—¿Dónde estás, Bárbara? —Sonaba agitado, camine hacia la cocina y dije:

—En casa de Fanny, ¿qué necesitas?

—¡Papá y mamá llamaron, llegan mañana!

—¿Qué te hace pensar eso? Llevan diciendo lo mismo desde hace tiempo.

—¡Pero esta vez es enserio! En la mañana vinieron las del servicio y acaban de llegar los jardineros, junto con la sirvientas...

—¡Mierda! Voy para allá.

—Mejor ve a hacer las compras, que ya no hay nada.

Solté un bufido y dije:

—Te veo dentro de dos horas.

La llamada finalizó y regrese a la sala, donde los demás parecían estar sumidos en una platica muy interesante.

—Fanny me voy —Dije mirándola, mientras tomo mis cosas del suelo.

—Esta bien, te llamo al rato —Parecía confundida, sin embargo, no pregunto nada, lo cual agradezco.

En ese momento recordé que no traigo auto y casi que me pego, por semejante idiotez.

Excelente, tengo que caminar.

Decidí ir al súper que está en el centro de la ciudad y tomar un taxi ahí, para ir directo a casa y que no me cobré una fortuna.

Llegue lo más rápido que puede y tomé un carrito; comensé a buscar las cosas básicas para la casa, trato de no exceder mi presupuesto, ya que, está es la segunda vez que hago las compras.

Lo último en mi lista imaginaria es papal higiénico que esta...al otro lado de la tienda. ¡Genial!

Acelero el paso y cuando estoy a punto de girar hacía el pasillo del papel, otro carrito se impacta de frente contra el mío, ocasionado que los paquetes de papel caigan al suelo.

—Lo siento —Un chico de cabello negro y ojos verdes, me mira con una sonrisa desinteresada mientras yo solo ruedo los ojos.

—No importa —Comienzo a recoger algunos paquetes que están regados junto a mi.

—Te ayudo, guapa —Dice y recoge los que están cerca de él.

Prefiero no decir algo y continuo recogiendo los paquetes del suelo; aventé algunos a mi carrito y acomodé los demás.

—Fue mi culpa, no tenías que recogerlos —Dice mientras mira las cosas dentro del carrito.

—Fue tu culpa, pero me gusta hacer obras de caridad —Sonrió falsamente y fijo la mirada en sus compras, que prácticamente son solo cervezas y botanas.

—Difícil, ¿eh? —Dice en tono coqueto.

—Difícil no, inteligente si.

—Y dime guapa, ¿me pasarías tu número? —Pregunto con una sonrisa pícara.

—No te conozco —Negue con la cabeza e imite su sonrisa.

—En ese caso, soy Jack Lander —Extendió su mano hacía mi.

—Bárbara Baker —Estreche su mano,

Después de intercambiar números y un par de palabras me despedí y me dirige a la caja, donde pague una fortuna por culpa de los detergentes.

Salí y tome un taxi que me llevo directo a casa, Will estaba durmiendo en el sofá de la sala mientras la televisión estaba prendida.

Acomode las compras en su lugar y salí al jardín, donde tanto arboles como flores y césped fueron podados y regados. Subí a mi habitación y me di un largo baño para así tratar de despejarme.

La llegada de mis padres,  no es ni de broma la mejor noticia que puedo recibir.

La chica mala. En Edición Donde viven las historias. Descúbrelo ahora