Capitulo : 13

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¡Genial! Perdí un buen polvo, por una maldita idiotez.

La furgoneta se encuentra en silencio que incluso respirar es incomodo, así que decido romperlo de la mejor manera.

—¡Fanny! —Llamo su atención y la de los demás —¡¿A dónde mierda vamos? Y ¿por qué salimos tan temprano de la fiesta?! — Suelto con brusquedad.

—Bar tranquilizate, vamos a...¿a dónde vamos? —Pregunta a Evan. Y me dan ganas de golpearla por preguntar semejante estupidez.

—A nuestro departamento.

—¡¿QUÉ?! —Decimos al mismo tiempo Logan y yo.

—¡Para su información, son las tres de la mañana, y no tengo ganas de conducir a la casa de nadie más!

—¡Pero no las puedes llevar al departamento! —Protesta Logan, lo cual agradezco, aunque no me agrade el hecho de que no nos quiere en su departamento.

—¡Es el lugar mas cercano, así que te callas! —Finaliza Evan.

—¡Para!, me voy a casa —Suelto con firmeza.

—¡Oh no! Tú no vas a ningún lado que no sea conmigo, ahora, te callas y te calmas —Sentencia Fanny.

Trato de decir algo más pero me da una mala mirada, que mejor prefiero guardar silencio.

Después de unos minutos Evan entra en el estacionamiento de un edificio algo grande, mientras los demás bajan yo solo me quedo ahí sentada, dudando entre si bajar o no. Al final bajo y sigo a los demás en silencio.

—Pasen tal vez Susan este en casa. ¡Susan!...¡Susan! —Llama Evan apenas bajamos del elevador y entramos a su departamento.

¿Quién mierdas es Susan?

No es un lugar muy grande, desde la puerta se puede ver la cocina, sala, comedor y una gran ventana que esta a lado del comedor.

—Creo que no está —Comparte una mirada con sus amigos, quienes solo se encogen de hombros.

Término compartiendo habitación con Fanny, que después de curar a Logan y Chad, apenas toco la cama se quedo dormida, yo por el contrario no dormí para nada.

Al día siguiente, a primera hora del día me marche de ese lugar, cave destacar que salí descalza y desorientada. Deje una nota a Fanny para avisar que me fui y que me llame cuando llegue a su casa.

Son aproximadamente las seis de la tarde, me encuentro sola (como siempre) en mi habitación, hoy hay carreras de motos a las planeo asistir.

Mientras me paseo por el cuarto mi celular comienza a sonar, miro los lugares donde suelo dejalo pero no lo encuentro.

Frunzo el ceño y busco debajo de la montaña de ropa que hay tirada en el suelo, al fin lo encuentro y respondo.

—¡Hola bar!

—¿Apenas llegaste a tu casa? —Suelto con brusquedad.

—Mmm...si

—¿Porqué?

—Por qué si, hoy hay carrera ¿vas a ir?

—Obvio que voy —Sonrio, espero que esta noche nadie me interrumpa.

—¿Quieres que pasemos por ti?

—No, te veo allá.

finalizo la llamada y comienzo a aventar la ropa dentro del armario, con el celular en la mano.

Me decido por unos jeans negros, una blusa corta negra, chaqueta negra y vans blancas.

Riso las puntas de mi cabello y busco las llaves de mi moto.

Último retoque, labios morados, pestañas, cabello rizado, todo listo.

Salgo con dirección a las carreras, que esta vez es a las afueras de la ciudad, conduzco tranquilamente por las calles, acelerando de vez en cuando y saltándome uno que otro semáforo intencionalmente.

Disfruto de la sensación que recorre mi cuerpo, el viento pegar de lleno contra mi, ver volar mi cabello, tanta paz, tranquilidad, esa sensación que te recorre el cuerpo es... indescriptible. Te llena el corazón de infinita felicidad, alimenta el alma, en fin, amo mi moto.

Llego más rápido de lo que esperaba y me estacionó unos metros atrás. Observo los coches estacionados mientras camino, todos muy llamativos, algunos modificados, otros en su estado más puro y algunos con leds integrados. Pero uno en especial llama mi atención, un Audi negro con luces azules y rines cromados. Me doy el lujo de admirarlo por un rato, hasta que desaparece en la carretera. Daría lo que fuera por tener un auto así.

Envió un mensaje a Fanny para saber dónde está y buscarla.

Llego al inicio de la carretera donde hay cinco coches preparándose para competir, ubico a Fanny y los chicos quienes están en el cofre de un bmw negro riendo.

Saludo a todos y tratado de ver a los corredores de está noche.

—¿No vas a correr hoy? Es la vuelta de chicas —Susurra Fanny y se sienta a mi lado.

—No tengo ganas, solo vengo como espectadora —Me encojó de hombros.

—¡ATENCION LA CARRERA VA A INICIAR! ¡CORREDORES TOMEN SUS PUESTOS POR FAVOR!

Los gritos no se hacen esperar y el mismo Audi negro de hace rato se coloca en la carretera tomando el sexto lugar.

Una chica con muy poca ropa se para al inicio de la carretera y mira a sus costados, mientras los conductores hacen rugir el motor de los autos, sin más la carera inicia y sorprendentemente el Audi negro se mantiene a la cabeza, un mercedes rojo trata de rebasarlo pero el Audi va tan cerrado que es imposible.

Al final gana el Audi negro, una rubia sale de el y restriega su triunfo en la cara de la conductora del mercedes rojo, quien la mira con odio como si le hubiera quitado el mismísimo trofeo.

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La chica mala. En Edición Donde viven las historias. Descúbrelo ahora