Jin es un omega, dueño de una cafetería famosa en Seúl, pero él tiene un secreto que no puede decir a nadie. Él ve y escucha fantasmas.
Toda su vida eso le ha causado problemas y pesadillas, por eso los ignoraba, pero al verse involucrado en un crim...
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Kim NamJoon caminaba por los pasillos del departamento de policía, con su café de la mañana en mano y una expresión cansada en su rostro, apenas había terminado de solucionar un caso, por fortuna no tenía que hacer algún otro actualmente, así que se tomaría la oportunidad para darse unas merecidas vacaciones. Las necesitaba más que nada, desde que se divorció no se había dedicado a otra cosa que no fuera su trabajo, incluso sus padres llegaron a preocuparse de su posible estado de salud debido a lo sucedido, una separación no era fácil, mucho menos forzarse a romper el lazo que tenía con Jin, porque simplemente todavía tenía sentimientos por el omega.
Aunque Nam fuera consciente de que llevaban dos años desde su divorcio, seguía teniendo miedo de que un día SeokJin le llamara por teléfono para pedirle que marcara a otro omega y así poder liberarlo del lazo porque conoció a otro alfa, sabía que lo correcto sería esperarlo, pero él quería seguir siendo su alfa, aunque solo fuera de lejos. Sabía que le iba bien y estaba más que feliz porque logrará cumplir su sueño respecto a esa cafetería, pero a pesar de eso, seguía extrañándolo como nunca, parecía algo cada vez más lejano intentar dejarlo ir.
—Al fin te dignas a venir —se quejó su primo TaeHyung cuando entró a su oficina.
—Bueno, tal vez hubiera llegado más temprano si alguien se dignara a terminar su papeleo —respondió con el mismo tono, dejando sus cosas sobre el escritorio.
—Tenía una cita, no me veas así —comentó mientras le restaba importancia al asunto.
Kim TaeHyung, primo por parte de la familia de su padre, era convenientemente su subordinado para sus trabajos como detective. Varios integrantes de su familia habían pertenecido como parte de equipos más destacados de detectives en toda Corea, así que podría tomarse como un negocio familiar de alguna manera, después de todo se caracterizaban por ser inteligentes y audaces, en su mayoría por parte de los alfas de la familia que milagrosamente nacía mínimo uno por cada pareja. Sus genes dominantes alfa eran de los más extraños en el mundo, por preservar su linaje, sin importar que sus parejas no fueran necesariamente alfas para conservarlo.
—Ni siquiera te pongas cómodo, tenemos trabajo que hacer.
—¿Tan pronto? —preguntó en forma de queja, preparándose para olvidar sus vacaciones—. ¿Qué tenemos?
—Bueno, al parecer el cadáver de una omega fue encontrado en un callejón con signos de tortura, igual a los del beta y la chica alfa de hace unas semanas —informó Tae para después agregar—. Parece que fueron hechos por la misma persona, tienen un proceso aterradoramente exacto y preciso de muerte.
—De acuerdo, son tres víctimas. ¿Dónde se encontró a la última?
—Justamente esta mañana un poco antes de que llegaras —comentó con un tono apagado mientras leía el informe—. Actualmente está en...
