—Oh, ese estúpido no aprende.
—¡Min YoonGi! ¿Desde cuándo le hablas así a NamJoon?
—Desde siempre, aunque últimamente más por lo del divorcio.
Jin soltó un suspiro frustrado, mientras dejaba caer su cabeza sobre la elegante mesa de aquel restaurante en donde se encontraban. Ya eran las cuatro de la tarde cuando YoonGi le llamó apenas salió del trabajo, preguntándole como le había ido con el interrogatorio, más específicamente con Nam. Obviamente le comentó todo lo que pasó, incluyendo el comportamiento de su exesposo en su oficina y de ahí deriva el hecho de que Min le llamara estúpido por milésima vez en lo que iba del año.
—¿Qué pasa contigo, hyung? —preguntó con más tranquilidad en su tono.
—¿A qué te refieres?
—Que por lo que me cuentas, NamJoon no dejó de amarte como tú me habías dicho, ¿no es así?
Ahí estaba de nuevo la suposición que tanto temió, no le había comentado todos los detalles a YoonGi, porque simplemente no podía, después de todo su separación con Nam tenía que ver en gran medida con su don de ver fantasmas. SeokJin nunca le había dicho a nadie de su habilidad, el único más cercano a casi descubrirlo era Yoon, pero no podía demostrárselo y mucho menos decirle a pesar de ser casi como familia. Por las circunstancias, debió inventarse una buena excusa para disimular el verdadero motivo de su divorcio, así que le dijo que fue porque Nam quería tener una familia, hijos, pero no podía hacerlo con Jin después del fatídico día, donde un fantasma lo atacó con su furia y terminó perdiendo sus esperanzas. Era más conveniente divorciarse a aceptar la ayuda que Joon le ofrecía, porque sabía que todos se darían cuenta de su habilidad y probablemente la confundirían con una enfermedad mental.
—Dejarás de verme como un buen amigo si te lo digo —respondió con tristeza SeokJin.
—Por favor, Kim. Nos conocemos desde el jardín de niños, además, jamás creería que eres una zorra por amar a otro hombre que no sea...
—¡¿Qué?! ¡No, YoonGi! Yo nunca engañé a mi esposo.
—Exesposo —corrigió el menor para después mirarle con diversión—. Sabes que igual no es malo dejar de amar a alguien, ¿verdad?
—Lo sé, pero este no es mi caso. Yo decidí divorciarme para ya no hacerle daño al corazón de Nam, no quería que se preocupara todo el tiempo y de hospital en hospital solo por mí.
—Jin, hay muchas formas de tener un bebé. Pudieron adoptar uno.
—Con hospitales no me refería precisamente a generales.
La expresión del omega pálido se ensombreció, captando el mensaje indirecto que le proporcionaba el mayor. De todas las cosas jamás pensó que SeokJin pudiera tener un problema psiquiátrico, nunca presentó esos síntomas y parecía una persona normal como cualquiera, a excepción de sus insomnios, pero fuera de eso bien podría hacer de su vida algo normal. Se negaba a creer que su mejor amigo pudiera hacerle daño a las personas por una condición específica, pero al parecer Jin guardaba más cosas de las que él no sabía y eso le hacía sentir descolocado, un punto perdido en la vida de SeokJin. Así que no pudo hacer nada más que levantarse de su lugar, aproximarse a su hyung y darle unas caricias reconfortantes en su cabello, transmitiéndole seguridad por medio de su aroma.
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Ghost Lights
FanfictionJin es un omega, dueño de una cafetería famosa en Seúl, pero él tiene un secreto que no puede decir a nadie. Él ve y escucha fantasmas. Toda su vida eso le ha causado problemas y pesadillas, por eso los ignoraba, pero al verse involucrado en un crim...